Desde hace rato en Barrancabermeja los candidatos a la alcaldía hablan del cartel de los avales y otros, como Claudia Andrade y Jonathan Vázquez presumen la presencia de manos oscuras que desaparecen firmas en la Registraduría.
En voz baja algunos expresan el temor que representa ganar las elecciones en las urnas y perderlas en la Registraduría.
Quienes se atreven a denunciar insisten en la oscura financiación que favorezca determinadas campaña y permea el ejercicio democrático. Y como si fuera poco aseguran que existen nóminas paralelas y sofisticados software capaces de alterar resultados.
El murmullo es tan fuerte que llegó a oídos de la Misión de Observación Electoral (MOE). Las alertas están encendidas. Como suele pasar, la Registraduría ya designó la pareja de registradores responsables de vigilar y garantizar que todo sea legal en toda la jornada.
Tan grande como la desesperanza que se siente en los pobladores, dada la severa crisis económica de la que aún no levantan cabeza, al fin y al cabo no es gratis que este sea el municipio con el más alto índice de desempleo en Colombia; es la preocupación que reina en estos tiempos prelectorales.
La desconfianza es generalizada. En las calles del Puerto Petrolero no son pocos los que con absoluto convencimiento de lo que dicen creen que estas elecciones ya tienen escrito el nombre y apellido del ganador. Y no precisamente por decisión de los electores.
El panorama tiene fundamento en la cadena de hechos sin precedente alguno en la historia política de la ciudad, ocurridos en el preámbulo de la contienda.
Limpiar el camino
En Barrancabermeja es un secreto a voces que en por debajo de la mesa se estarían moviendo oscuros interés y gruesas sumas de dinero, de algunos clanes políticos y mafias que buscan ‘meterse’ al bolsillo las elecciones del 27 de octubre. La puja por los avales los puso en evidencia.
Es claro que ganar las elecciones es una aspiración válida y legítima. Distinto, y muy peligroso para la democracia; es que para alcanzar el poder con la victoria electoral, se pierdan de vista valores como la verdad, la ética y el respeto. Sólo importa la rentabilidad de los votos y como el fin justifica los medios, el mejor aliado resulta la estrategia del ‘todo vale’, advierten analistas consultados por Corrillos.
De eso dan fe, Jaime Peña Robles y Álvaro Rueda Urquijo. La Alianza Verde les sacó del bolsillo el aval, que supuestamente, ya les habían prometido, para la alcaldía y la Asamblea, respectivamente.
A Delfina Alcocer, Paul Solórzano y Alexander Perdomo, los partidos Conservador, la U y ADA se los negaron.
A Edwin Serrano, María Ligia Barrera, Nicolás Palacios y Rubi Estrella Albarracín, no les alcanzó el tiempo para reunir las firmas necesarias, para inscribir sus candidaturas a la alcaldía municipal como independientes. Por más que insistieron, ningún partido los avaló.
Todos tuvieron que aplazar su aspiración de participar en las elecciones de octubre próximo. Coinciden en que la democracia local está permeada por los tentáculos de la corrupción que pretende seguir ‘democratizada’.
El líder de los avales
Del aval de la Alianza Verde y de los partidos de la U y Conservador el dueño es el joven economista barranqueño, Jonathan Vázquez Gómez, aunque su candidatura a la alcaldía de Barrancabermeja la inscribió por firmas. La Registraduría avaló 50.800, es decir, la mitad de las que entregó Cívicos al 100%, el grupo significativo de ciudadanos que lidera Vásquez.
En declaraciones dadas a los medios de comunicación locales, Jonathan Vázquez reconoció que son suyos los avales referidos. Recalcó que los partidos políticos son libres para decidir a quién apoyar. Advirtió que el respaldo que le han dado a su campaña es por la fortaleza del proceso ciudadano y aseguró que aunque tiene las credenciales en su poder, al menos por el momento no las utilizará.
Fuentes cercanas a su equipo de campaña dijeron a Corrillos que permanecen a la espera de que les entreguen el ‘papelito ‘ que oficializa cada uno de esos avales. Lo que sí es claro es que la a las tres colectividades que apoyan a Vásquez Gómez se suma también AICO.
Vásquez decidió no sacar lista al Concejo por ese partido y entonces por fuera del partido quedó Elayne Jiménez Becerra, actualmente concejala. Como la movida ya se veía venir, ahora es Diana, quien estará en la arena política porque se inscribió por firmas con el grupo Sumemos +.
Diana es la hermana de Elayne y Erwin Jiménez Becerra (a este último la Consejo de Estado le declaró muerte política cuando fue concejal).
¿Por qué se le embolató a Eljach el aval de Colombia Justa Libres?
El caso más reciente en la puja por los avales, lo vivió en carne propia el abogado Alfonso Eljach Manrique, uno de los seis candidatos inscritos oficialmente para la Alcaldía.
Lo que ocurrió hubiera pasado ‘de agache’, de no ser porque Corrillos conoció, de muy buena fuente, que apenas unas horas antes de inscribir su candidatura por el partido Colombia Justa Libres, Eljach se enteró que la credencial, públicamente confirmada; había dejado de ser suya.
Por fortuna el ‘run- run’, aunque le llegó casi a la medianoche del pasado jueves, le dio el tiempo justo no sólo para madrugar e inscribirse, sino también a asegurar que no le quitaran el aval de MAIS, que también estuvo en juego.
De ahí el repentino cambio de planes. En lugar del masivo acompañamiento programado, los únicos testigos de su inscripción fueron su esposa y sus dos hijos.
La campaña dio bajo perfil a lo ocurrido. Incluso prefirió no referirse al asunto. Corrilos corroboró que, en efecto, ni siquiera en el medio de comunicación de radio del empresario, se le dio trascendencia a la movida de esa ficha.
Consultamos a los representantes de la mesa municipal del partido Colombia Justa Libres, específicamente a los dos pastores que comprometieron su palabra y el aval el día que Eljach Manrique anunció su aspiración; pero ninguno dio declaraciones a este medio.
Bajo estricta reserva de su identidad, otro de los miembros de esa mesa le dijo a Corrillos que el partido no avaló ningún candidato a la Alcaldía en Barrancabermeja, pero sí inscribió lista al Concejo.
Confesó además que al interior de la principal iglesia que agrupa la mayoría de los militantes de dicha colectividad, está claro que en desarrollo de la contienda, Colombia Justa Libres terminará adhiriéndose a la campaña de Jonathan Vásquez y el mensaje lo conocen los fieles que allí se congregan.
En su momento Carlos Moreno, presidente de la directiva del partido ADA en la ciudad y líder comunitario en el sector rural del municipio porteño, denunció que «el cartel de los avales es otra forma de constreñir porque las listas al Concejo, Asamblea y hasta las JAL están obligadas a apoyar al candidato que tenga la credencial del partido».
En ese momento Moreno acusó al abogado Alfonso Eljach de torpedear el proceso democrático que organizaban las minorías para participar en la contienda, pues pidió el aval de ADA para su candidatura.
Corrillos consultó al partido y uno de sus voceros a nivel nacional aseguró que en Barrancabermeja «ADA no tiene candidato a la alcaldía».
En Colombia los partidos políticos son libres de otorgar el aval al candidato que deseen. Precisamente la denominada ‘feria de avales’ que entregan a dedocracia y por interés, acabó con el prestigio de las mismas colectividades.
¿Qué intereses se mueven detrás de bambalinas?
Los acontecimientos descritos hasta aquí podrían predecir lo que se le viene encima a Barrancabermeja.
Tan así será que hace unas semanas monseñor Luis Fernando Castrellón, obispo de la Diócesis de Barrancabermeja se refirió así a las campañas políticas: «Hay un ambiente nefasto de polarización con manifestaciones de odio, mentira, calumnia, agresividad con la intención de destruir a quien consideran opositor».
En el comunicado dirigido a la opinión pública, el alto prelado de la iglesia católica detalló, punto a punto, el derrotero que a su juicio, deberían considerar los electores al momento de votar a conciencia y con responsabilidad.
1. Es necesario conocer los programas de gobierno de los candidatos y optar por el mejor teniendo en cuenta el bien común y como prioridad los derechos de todos.
2. Que el candidato (a) hayan llevado una vida honesta, limpia y transparente.
3. Que quienes los acompañan sean reconocidos por su honorabilidad y preparación en las ciencias del Estado.
A los candidatos pidió serenidad y transparencia para defender sus ideales y sus programas, sin acudir a la degradación de la palabra.
«Las campañas políticas tienen que estar centradas en el bien común, que es el principio central de la ética social».
A los barranqueños les recordó la importancia de rechazar las muestras de mentira, odio y sectarismo.
¿Quiénes están detrás de los candidatos barranqueños?
Son varios los clanes políticos que pusieron sus ojos en este municipio. El más nombrado o vox populi es el de la cuestionada, investigada y muy poderosa familia Gnecco.
Desde las pasadas elecciones parlamentarias, cuando buscaban ampliar su fuerza en el Congreso, ellos encontraron en Barrancabermeja un nuevo fortín y en Jonathan Vásquez el hoy senador José Alfredo Gnecco, el aliado político que le dio resultados. A pesar de ser un desconocido, logró la mayor votación del partido de la U en esta tierra petrolera y eso le dio el derecho a decidir que el aval fuera para su apadrinado.
La presencia del clan Gnecco desató una tormenta de señalamientos que todavía llueve a cántaros sobre Jonathan Vásquez. El candidato a la alcaldía no niega su alianza con ellos y la cercanía que tienen con su campaña.
Se defiende diciendo que su propósito no es otro diferente a lograr el respaldo que necesita Barrancabermeja en el Congreso, de tal forma que sea viable la gestión y aprobación de esos proyectos que urgen.
A la fecha no se conoce trámite de proyecto alguno del senador Gneco para la ciudad.
El lastre político que pesa sobre los Gnecco
Hace casi cinco años el clan Gnecco recuperó su poder y su estructura política a pesar de sus probados vínculos con grupos paramilitares, narcotraficantes y los juicios que pesan en su contra por delitos que van desde el presunto desvío de recursos públicos, hasta condenas por homicidio.
Cielo Gnecco, madre del senador mencionado, es considerada como la primera dama del Cesar. Su poder le alcanzó para recuperar la gobernación de la Guajira, sacar un senador de la República, tres representantes a la Cámara y en las pasadas elecciones legislativas consolidó aún más el poderío por cuenta de los escándalos protagonizados por miembros de su familia.
Por ejemplo, Lucas Gnecco condenado a 36 meses de prisión por constreñimiento electoral y la Corte Suprema lo ha condenado tres veces por celebración indebida de contratos y prevaricato. A Hugo Gnecco lo extraditaron de Venezuela por presunto desfalco a la administración pública y en Colombia ha sido investigado por supuestas irregularidades en contratación.
Del senador que apadrina a Vásquez Gómez, no se conocen investigaciones ni fallos en su contra. Pero sí se sabe que el poder que tienen les alcanza para ser ‘dueños y señores’ en la Guajira, Cesar, Magdalena y parte de la Costa Caribe donde quitan y ponen conforme les parezca.
Contratistas y empresarios entre los financiadores
Al lastre que pesa sobre los Gnecco se suma el poder económico de un selecto grupo de contratistas que estaría financiando campañas a la alcaldía.
La maquinaria política que mueven quienes buscan perpetuarse en el poder, es otro entuerto.
En los mentideros políticos no es secreto que el actual gobierno local supuestamente se mueve a la par con algunos de sus contratistas ‘estrellas’. El caso es que en el afán de alcanzar el triunfo electoral para garantizar el poder, habría extendido sus tentáculos a dos o tres campañas.
En diálogo con Corrillos sólo dos de los candidatos a la alcaldía reconocieron el jugoso ofrecimiento, pero aseguraron que no lo aceptaron pues conocen la intención que esconden quienes se paseen por las sedes políticos con la ‘tula’ al hombro.
Fuentes del Gobierno local, que pidieron mantener sus identidades en absoluta confidencialidad, aseguran desde ya se direccionó el voto del personal de nómina contratado en las distintas dependencias de la alcaldía, y eso incluye a sus familiares y de paso a quienes fueron vinculados por contratistas.
Las semanas previas a que entrara en vigencia la Ley de Garantías, la contratación de supuestas cuotas burocráticas se disparó en la administración y la repartición habría alcanzado, incluso, para los 17 concejales.
Corrillos conoció una de las planillas que están obligados a diligenciar con los nombres completos, el número de cédula de sus familiares y el puesto de votación de sus familiares. Los denunciantes pidieron que no se hiciera registro de la eventual evidencia. Temen que los descubran porque perderían el empleo de manera fulminante.
En lo que concierne a la financiación de las campañas, los candidatos le aseguraron a Corrillos que en los libros de contabilidad, que presentarán a la autoridad competente; reposa el detalle de las cuentas y los dineros que reciben.
Vásquez explicó que en su mayoría los recursos invertidos hasta el momento son de su pecunio y otra parte producto de actividades realizadas para recaudar fondos, por ejemplo, la obra de teatro que pudo en escena un actor que es primo suyo.
La sociedad no puede olvidar el ambiente de corrupción en el que se mueven las campañas políticas y la contratación en todo el país, reiteró Monseñor: «La corrupción es el cáncer de la economía. Sólo se puede perdonar, si devuelve lo que se ha llevado», puntualizó el Obispo.