La aparición de los Reyes Magos obedece al Papa León I en el siglo V quien definió que eran tres y se llamaban Gaspar, Melchor y Baltasar y llevaban como presente al nuevo rey de los judíos: oro, incienso y mirra.
Por: Holger Díaz Hernández/ “La Navidad inicia en el corazón de Dios y termina en el corazón de los hombres”.
Para la mayoría de los pobladores del mundo la navidad es la mejor época del año, a lo largo y ancho de la tierra sin importar las culturas se celebran estas fechas y su importancia no solo reside en los regalos debajo del árbol, las iluminaciones, el pesebre, la novena, los aguinaldos (costumbre nuestra en desaparición, que concitaba juegos y afectos entre las familias y amigos), Papá Noel, Santa Claus o San Nicolas, sumados a otras como el festival de faroles gigantes en Filipinas, las Posadas en México, los Muchachos de Yule en Islandia.
Es el Papa Julio I en el año 345 d.C, quien instituye el día 25 de diciembre (coincidiendo con la fiestas a Saturno de los romanos y el Natalis Sol Invictus), del año 1 a.C. como el del nacimiento del Niño Jesús, que según los evangelios de Lucas y Mateo ocurrió en la localidad de Belén de Judea, en un pesebre, existen serias dudas con respecto a esta fecha que se sitúa en los tiempos del Rey Herodes y el censo de Quirino.
El árbol de navidad tiene sus orígenes en las costumbres paganas de los celtas, romanos y babilonios, que el cristianismo adoptó y fue en el siglo VIII en Alemania que San Bonifacio taló un árbol de abeto que representa la vida eterna y dio inicio a una de las costumbres más difundidas, posteriormente Martin Lutero colocó velas sobre uno de estos árboles introduciendo la costumbre de las luces de navidad y en la punta del mismo una estrella que representa a la de Belén y que guio a los tres Reyes Magos.
Hasta hace un par de generaciones la costumbre en nuestro país era desde principios de diciembre salir al campo a cortar el chamizo navideño y recoger de las orillas de las quebradas el musgo y la lama para usar en el pesebre, prácticas que generaron un daño importante al ecosistema. En las últimas décadas adoptamos el árbol artificial de pino canadiense el cual se ornamenta con bolas de navidad, luces led y diferentes motivos dignos de una obra de arte.
El pesebre se lo debemos a San Francisco de Asís, quien en la Nochebuena de 1223 en una cueva cerca de la ermita de Greccio (Italia), recreó por vez primera el nacimiento en vivo del Niño Jesús en un establo, practica que se popularizó en el siglo XVII, existen referencias que en los primeros siglos de nuestra era en la catacumbas romanas se realizaban representaciones plásticas del nacimiento por parte de los cristianos primitivos.
El próximo año se cumplirán 1.000 años desde esta fecha histórica que generó una cultura llamada Belenismo, la cual inició en Paris en el siglo XV y ha ido creciendo en el mundo, constituyendo una industria multimillonaria que representa a la Sagrada Familia, al buey, a la mula y a miles de figuras que se han ido introduciendo de acuerdo a las creencias propias de cada región. Generalmente se coloca coincidiendo con la fiesta de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre y se mantiene hasta el 2 de febrero, fecha de la presentación de Jesús en el templo, en la celebración de la Candelaria.
La aparición de los Reyes Magos obedece al Papa León I en el siglo V quien definió que eran tres y se llamaban Gaspar, Melchor y Baltasar y llevaban como presente al nuevo rey de los judíos: oro, incienso y mirra. Hay serias dudas en torno a su existencia real en la historia, pero son símbolo de la Navidad y de la tradición cristiana, su fiesta se celebra el seis de enero, son imprescindibles en muchas culturas y en estas ellos son los que llevan los regalos de Navidad.
Y finalmente no podría faltar El Niño Dios, Papá Noel, Santa Claus o San Nicolas, si nos remontamos al siglo III a.C. en Patara (Turquía) el obispo Nicolas de Bari conocido como “el obispo de los niños”, es quien da origen la figura de este personaje que se vuelve popular en el siglo XII y llega a Estados Unidos en el siglo XVII convirtiéndose en la figura mítica de “Papá Noel”.
Durante estas fechas el mundo se llena de alegría, de la magia de la Navidad, la felicidad desborda el corazón de los seres humanos, se siente “un algo” diferente en el ambiente, el espíritu de la solidaridad y el compartir se exacerba y las contingencias del clima sobretodo en los países nórdicos se evapora ante los sentimientos que rememoran nuestros años de infancia y lo importante de la unidad familiar. No hay un mejor momento en la vida, que la Navidad.
“Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año”: Charles Dickens.
Feliz Navidad para todos mis lectores, bendiciones.
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*Médico cirujano y Magister en Administración.