El juez décimo penal de Bucaramanga profirió el sentido de fallo condenatorio contra Rodolfo Hernández Suárez por celebración indebida de contratos.
El exalcalde de Bucaramanga, Hernández Suárez, será condenado por el polémico caso de Vitalogic, así lo resolvió el juez décimo penal del circuito de Bucaramanga.
La Fiscalía demostró que Hernández Suárez, alcalde de Bucaramanga para el periodo 2016 – 2019 (no lo terminó) direccionó el contrato de consultoría 096 de 2016 suscrito con la Empresa de Aseo de Bucaramanga (Emab). El objeto era asesorar temas relacionados con el procedimiento adecuado para el manejo de las basuras en el sitio de disposición final El Carrasco.
La decisión de Hernández Suárez era irreversible: “Va porque va”, se le escuchó decir en una de las ocasiones al referirse al controvertido contrato con Vitalogic RSU.
Para el público la preocupación de Hernández se basaba en solucionar el espinoso tema del manejo de los residíos sólidos en El Carrasco, todavía vigente. Pero Corrillos, encontró que detrás de las ‘nuevas tecnologías’ había otro interés y no era otro que el económico, tanto para el ingeniero como para su familia, pese a que dinero no les falta.
El caso Vitalogic, como se conoció desde agosto de 2016, no era otro asunto que la suscripción de un contrato entre un particular, la esposa Socorro Oliveros y el hijo del alcalde, Luis Carlos Hernández Oliveros, por iniciativa del propio Rodolfo Hernández. Desde el inicio definieron la forma en que se repartirían los dineros producto de la puesta en funcionamiento de la planta de transformación de basuras en energía y su operación durante 30 años.
El contrato fue legalizado en la Notaría Novena de Bucaramanga, el llamado corretaje. Además de los familiares del alcalde, participaron Luis Andelfo Trujillo Rodríguez, Carlos Adolfo Gutiérrez Pinto y Jorge Hernán Alarcón Ayala. Orquestaron que Luis Carlos Hernández Oliveros recibiera 100 millones de dólares, producto del caso Vitalogic.
Las primeras revelaciones al respecto de cómo se planeó beneficiar a unas empresas y las coimas que serían pagadas –según se denunció ante la Procuraduría– dejan en claro que en la alcaldía de Bucaramanga se favorecería a contratistas, al parecer, con la anuencia del alcalde municipal.
Primeras revelaciones
Uno de los participantes en las supuestas irregularidades detrás del contrato de ‘nuevas tecnologías’, Luis Andelfo Trujillo Rodríguez, hizo pública la forma en que se diseñó el contrato fallido con Vitalogic RSU y la posible participación del alcalde Hernández y su familia en beneficios económicos no oficiales.
“Para realizar contratación directa o a través de licitaciones en la alcaldía de Bucaramanga, se debe cancelar una cuota económica a familiares del alcalde con la presunta aquiescencia del mismo y así lograr la contratación no solo en el contrato de las basuras, existen otros contratos de igual o más importancia en donde se ha exigido el pago de dineros (…) causando así una contratación irregular, una presunta organización dedicada a la distribución del erario público, a través de un lobby y un tráfico de influencias”, dijo Trujillo a la Procuraduría.
Confirmó, que “los intervinientes directos del negocio de las basuras son: Rodolfo Hernández Suárez, su esposa Socorro Oliveros y su hijo Luis Carlos Hernández Oliveros, entre otros asesores directos de la Constructora HG, de propiedad del alcalde y su familia”.
“Todo fríamente calculado”
Trujillo Rodríguez, quien se convirtió en el testigo clave del escándalo de las ‘nuevas tecnologías’, denunció que antes de la licitación de las basuras en Bucaramanga, ya el alcalde “había designado unas calaveras –como el vulgarmente las llama- es decir, unas personas para que realizaran los pliegos de la licitación y la misma fuera adjudicada a la empresa de su preferencia”.
Relató también que Hernández Suárez se decidía por Vitalogic RSU, para garantizar que “su hijo Luis Carlos Hernández Oliveros, recibiera un pago de 100 millones de dólares (…) situación que estamos en la disposición de declarar bajo la gravedad de juramento y entregar la documentación necesaria para desarticular la presunta organización de contratación irregular que se ha creado en el Municipio de Bucaramanga” en ese periodo 2016-2019.
Para la ejecución del contrato de las basuras, “antes de la licitación se sentaron los delegados de Vitalogic con el alcalde de Bucaramanga en Bogotá. De esta reunión el alcalde se comprometió a contratar las ‘calaveras’ para que le hicieran el proceso”.
Destacó Trujillo que el ingeniero que llevó todo el proceso de licitación y el abogado, fueron nombrados en la EMAB, “única y exclusivamente para realizar el proceso de licitación y una vez terminaron dicho cometido fueron despedidos de dicha empresa”.
Hablar con el hijo
Según el grave testimonio de Trujillo Rodríguez, el alcalde Hernández dijo que “para toda esta negociación, se tendría que hablar con su hijo”, es decir, con Luis Carlos Hernández Oliveros.
Además, “éste, por sugerencia de su mamá, Socorro Oliveros, se reunieron en las oficinas de la Constructora HG, el abogado oficial de la Constructora HG y realizaron un documento perverso y malévolo, esto es, un contrato de 30 años, más o menos de una utilidad de 300 millones de dólares”.
Agregó que, “se repartían la utilidad, entre Luis Carlos Hernández Oliveros (28%), Luis Andelfo Trujillo Rodríguez (15%). Adicionalmente se repartían 666 mil dólares de los Estados Unidos, con la primera compra del equipo, dinero éste que sería entregado igualmente a Luis Carlos Hernández Oliveros”.
Reveló el testigo que, “este documento privado se firmó y se autenticó en secreto con el fin de ganarse una comisión de 100 millones de dólares aproximadamente, dicho dinero presuntamente era para ser entregado al señor alcalde Hernández, documento del que se tiene el original”.
Trujillo Rodríguez dijo que hará entrega de todas las pruebas a los organismos de control siempre y cuando se le dé seguridad y protección especial, debido a que teme por su vida. “(…) Con el fin de que el Estado desarticule un grupo de personas que se han orquestado solo con el ánimo y propósito de desangrar el erario público”.
El singular acuerdo, como lo reveló Corrillos en su momento puede leerse en el siguiente link:
Escándalo: Así se fraguó el negociado de las ‘nuevas tecnologías’ de Rodolfo Hernández