Desde el ataque con carro bomba a la Escuela General Santander (enero de 2019), que cobró la vida de 22 uniformados no se registraba un ataque en masa contra la Policía”, dijo una alta fuente de la Policía al rechazar el ataque perpetrado ayer en zona rural de Neiva en el Huila y en el que fueron asesinados 7 uniformados. Entre las víctimas hay tres auxiliares.
Aunque en un principio se habló de 8 víctimas fatales, en el lugar fue encontrado con vida el auxiliar Gustavo Alberto Esquivel Rojas.
El antecedente más cercano de ataques de este tipo contra las autoridades se registró el 19 de abril cuando el ‘clan del Golfo’ atacó con explosivos a hombres de la cuarta brigada del Ejército que realizaban un patrullaje el corregimiento de Nutibara, municipio de Frontino, Antioquia.
En el ataque, según confirmó en su momento la Séptima División del Ejército, murieron siete militares y cuatro más resultaron heridos.
De acuerdo con las fuentes oficiales, los policías atacados ayer se desplazaban en una camioneta de la institución cuando se activaron, sobre las 2.30 de la tarde, explosivos a su paso por la vereda Corozal, jurisdicción de San Luis, un corregimiento de la capital del Huila.
Se estableció que en la estación de policía había 13 uniformados y ocho se habían movilizado a una actividad de bienestar social a Neiva. De los cinco uniformados que no se desplazaron a la capital del Huila.
La confirmación sobre la suerte de todos los uniformados se ha dificultado por problemas de comunicación con la zona y por el avance lento de las autoridades ante la posible presencia de campos minados.
La información preliminar sobre el ataque la entregaron campesinos de la zona quienes relataron a las autoridades vía telefónica que “al parecer activaron un campo minado al paso de los uniformados y luego los remataron con ráfagas de fusil”.
La fuente confirmó que tras el ataque a los policías les hurtaron sus armas de dotación (4 fusiles) (los auxiliares no están armados pese a que están prestando su servicio militar bajo esta figura), y material de intendencia.
En el lugar perdieron la vida los intendentes Wilson Cuellar Losada y Luis Sabi Gutiérrez, los patrulleros Duverney Carreño Rodríguez y Jhon Bautista Vargas; y los auxiliares Cristian Cubillos Borbón, Santiago Gómez Endes y Arles Mauricio Pascuas.
“Un claro saboteo a la paz total”
Este es el ataque más grave de orden público que se registra en el país tras la posesión del presidente Gustavo Petro quien rechazó el hecho y lo calificó como un “un claro saboteo a la paz total”.
El Presidente pidió “a las autoridades desplazarse al territorio para asumir la investigación”, y se solidarizó con las familias de los policías asesinados.
Y al intervenir en la clausura del Sexto Encuentro de Empresarios del Transporte de Carga, en Quindío, dijo: “no es posible que mueran ocho muchachos (…) y dentro de un año no sabremos qué pasa con las familias”.
Y añadió: “el gobierno debe apersonarse desde mañana mismo de que esas familias tengan un mejor vivir, y eso con el presupuesto del Ministerio de Defensa (…) para que cualquier joven sepa que si esto sigue sucediendo al menos hay un gobierno con una institucionalidad que no dejará en la calle a sus seres queridos, que es la primera responsabilidad que nosotros tenemos que tomar”.
Por su parte el ministro de la Defensa, Iván Velásquez Gómez se unió a las voces de rechazo y afirmó que “las Fuerzas Armadas deben responder con contundencia a este ataque a la paz”.
El Ministro y el director de la Policía Nacional, general Henry Sanabria Cely viajaron anoche a Neiva, donde se reunieron con el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Fernán Giraldo Bonilla, quien se encontraba en La Arandía (Caquetá).
Anoche también viajó a Neiva el presidente Petro quien dio instrucciones de instalar un puesto de mando unificado (PMU) en esa ciudad para tomar decisiones urgentes frente al ataque.
A las voces de rechazo se unió Carlos Ruiz Massieu, Representante Especial del Secretario General y Jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia quien a través de su cuenta en Twitter expresó su solidaridad con las familias de los policías y se declaró confiado en “que las autoridades competentes investiguen rápidamente este hecho”.
Y añadió que “debemos seguir insistiendo en los esfuerzos alrededor de la paz”.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez cuestionó el ataque contra los integrantes de la Fuerza Pública: “dolor profundo con el asesinato de los policías. Los terroristas se burlan de la generosidad, son desdeñosos con las ofertas sociales, fortalecen su capacidad delictiva con la impunidad. Al terrorismo solamente lo arredra la autoridad”.
Finalmente el analista en temas de seguridad Hugo Acero señaló: “a los lideres los mataba el narcotráfico, según el gobierno anterior, hoy a los policías los mata el narcotráfico. Claro que los mata el narcotráfico porque el ELN, las disidencias y las bandas criminales están metidos hasta cogote en el narcotráfico”.
¿Disidencias?
De acuerdo con varias fuentes consultadas hasta anoche no había certeza sobre los autores materiales del ataque, aunque señalaron que en la región hacen presencia el frente ‘Ismael Ruíz’, de las disidencias (con injerencia en Tolima) que es aliada a la columna móvil ‘Dagoberto Ramos’ (con injerencia en Cauca).
Este grupo, señalaron las fuentes, busca afianzar una ruta de salida a la marihuana creepy y la cocaína que se produce en el norte de Cauca a través del departamento de Huila.
“Si el ataque lo perpetraron las disidencias se puede entender como una retaliación a las acciones desarrolladas por la Fuerza Pública para cerrarles el paso”, aseguró la fuente.
Por eso, será de vital importancia los resultados que entregue el equipo de peritos, criminalistas e investigadores de Fiscalía que fueron enviados por el fiscal general Francisco Barbosa al lugar.
Los especialistas serán los encargados de adelantar los actos urgentes y llevar a cabo las actividades investigativas necesarias para esclarecer prontamente lo ocurrido, además del traslado de los cuerpos.