Por: Andrés Rueda/ El pasado 5 de diciembre se llevó a cabo en todo el territorio nacional las primeras votaciones de gran envergadura para elegir el Consejo de Juventud de cada municipio, en los que estaban habilitados para votar aproximadamente 12 millones de jóvenes entre edades de 14 y 28 años.
La votación al Consejo de Juventudes está establecida mediante la Ley Estatutaria 1622 de 2013 la cual tiene por objeto establecer el marco institucional para garantizar a todos los y las jóvenes el ejercicio pleno de la ciudadanía juvenil en los ámbitos, civil o personal, social y público, el goce efectivo de los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico interno y lo ratificado en los Tratados Internacionales, y la adopción de las políticas públicas necesarias para su realización, protección y sostenibilidad.
De esta manera el Estado y sus instituciones estaban en el reto no solo de dar las condiciones logísticas para garantizar las votaciones sino de informar la mayor cantidad de jóvenes mediante procesos de divulgación y publicidad para que estos participaran.
El primer evaluado es el Estado Nacional, este recibió muchas críticas de varios sectores que señalaban la poca publicidad y pedagogía que se hizo alrededor de dichas elecciones. El resultado fue: de 12 millones de jóvenes habilitados para votar a nivel nacional votaron 1.2 millones, es decir apenas el 10%.
El municipio a nivel nacional que contó con más participación de jóvenes en estas elecciones fue La Salina, del departamento de Casanare, con un porcentaje de votación del 45,67%. Por otro lado, el municipio que menos participación tuvo por cuenta de los jóvenes en la jornada de elecciones fue Murindó, la población localizada sobre el Río Atrato, al occidente del departamento de Antioquia, que alcanzó una abstención del 98,38%.
La sorpresa de la lista de los municipios con más abstención en la jornada electoral no solo es la cifra de Murindó, sino que los ocho primeros municipios que encabezan la lista son municipios antioqueños localizados en la periferia (territorios muy rurales), no obstante, también es una sorpresa ver dentro de los 15 primeros puestos de esta lista municipios que cuentan mayoritariamente con población urbana: Barranquilla, Bello e Itagüí.
En San Vicente de Chucurí se dieron muchas sorpresas con las mencionadas votaciones. Lo que más llamó la atención fue la derrota del partido del alcalde, la lista del Centro Democrático solo capturó 38 votos. Por otro lado, estuvo la contundente victoria de la lista de Asojuntas, que tuvo el 60,35% del total de los votos válidos registrados.
Estos resultados llaman la atención por los acontecimientos que se habían presentado en días pasados; con más de un mes de anticipación la lista de Asojuntas había propuesto conformar una mesa de discusión entre las listas participantes con la idea de visibilizar la jornada de votaciones en la población joven del municipio. Cabe anotar que dicho espacio propuesto es una de las responsabilidades que las administraciones municipales deben cumplir en el marco de la Ley 1622 del 2013.
Ante dicha petición de la lista Asojuntas la Administración Municipal decidió ignorarla, y por el contrario emitió el Decreto N.° 163 el 18 de noviembre del 2021 en el cual se regulaba de manera minuciosa el ejercicio político en lo que tiene que ver con publicidad. Cabe anotar que nunca se había emitido una reglamentación tan estricta sobre publicidad política en el municipio de San Vicente de Chucurí, no obstante, el alcalde municipal vio en la elección al Concejo de Juventudes un riesgo alto en que la práctica de la publicidad política fuera mal sana. Al alcalde le preocupó más la publicidad política que se pudiera hacer que la misma promoción de la participación de los jóvenes en el territorio.
El resultado de la gestión del alcalde del Municipio de San Vicente de Chucurí y su secretario de Gobierno en lo que tiene que ver con la promoción de la participación de los jóvenes en la elección de los Consejos de Juventudes fue desastrosa, pues San Vicente de Chucurí fue el tercer municipio de Santander donde más abstinencia hubo, la abstinencia fue del 93.3% según la Registraduría.
En San Vicente había mucho desconocimiento por parte de los jóvenes respecto a las votaciones; se registraron muchos votos nulos porque no hubo un proceso pedagógico con los tarjetones de votación, se registró una baja participación de la población rural y los jóvenes menores de 18 años de edad no tenían conocimiento del proceso que debían hacer para participar. Todo esto dio como resultado que San Vicente fuera uno de los municipios con peor participación en todo el departamento; el resultado de una pésima gestión, en donde se busca perseguir al joven que se estrena en la actividad política y no la promoción de la participación de los mismos jóvenes.
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*Arquitecto investigador de la Universidad Nacional. Magister en estudios urbano-regionales.