Desde comienzos de 2020, las apuestas de los anunciantes publicitarios apuntaron a las plataformas tecnológicas, aprovechando a los millones de consumidores acorralados en casa. Dos años después, el fenómeno ha comenzado a disiparse.
Los crecientes temores de recesión han llevado al mercado de la publicidad digital a retirar sus apuestas, lo que, de paso, le ha quitado combustible al sector que ha dominado Wall Street en la última década.
La variedad de nuevos desafíos que enfrenta la economía, y en particular la industria, ya ha provocado que el índice compuesto Nasdaq impulsado por la tecnología se desplome en casi una tercera parte en lo que va del año.
Meta baja ingresos por primera vez en la historia
Si bien muchas de las denominadas ‘Big techs’ (grandes tecnológicas) siguen reportando buenos ingresos y ganancias, no están cumpliendo con las expectativas del mercado. Algunas, incluso, ya han comenzado a ralentizar el ritmo de contrataciones.
La casa matriz de Facebook e Instagram redujo levemente sus ingresos en el segundo trimestre de 2022, arrastrada no solo por la crisis de anunciantes sino por una intensa competencia de su rival TikTok.
Los ingresos de 28.820 millones de dólares fueron un 1% menores que los 29.080 millones de dólares del mismo trimestre del año anterior. Sus ganancias se redujeron en 36% hasta 6.700 millones de dólares.
La mala hora de los pesos pesados de Wall Street
Meta no está sola. La desaceleración del mercado de la publicidad digital también está afectando a sus rivales como Google, Twitter y hasta Snapchat, que registraron disminución de ingresos.
Apple, Microsoft, Alphabet y Amazon, que en conjunto representan casi una cuarta parte del peso en el índice de referencia Standard & Poor’s 500, también han sentido el impacto de los vientos de crisis.
Alphabet, la casa matriz de Google, tuvo su crecimiento más lento en dos años, mientras que Apple redujo sus ganancias trimestrales en 10%, afectada por el cierre de fábricas de iPhone y otros productos en China en medio de nuevos brotes de Covid-19.
Los ingresos de Microsoft, que depende de las licencias de su sistema operativo Windows, subieron 12% en el trimestre, un resultado que sería muy apetecido en cualquier otro sector, pero que en Wall Street terminó decepcionando.
La firma también viene sufriendo por los cierres en China, por un mercado de computadores personales en deterioro y hasta el fortalecimiento del dólar, que encarece sus productos.
Twitter vio menos ingresos y ganancias y lo atribuyó a la incertidumbre asociada a la, hasta ahora, fallida venta al multimillonario Elon Musk.