Por: Carlos Roberto Ávila Aguilar/ El pasado mes de agosto en el Congreso de la República radicaron un proyecto de ley denominado “Ley Mockus”, que tiene como propósito promover la cultura de la legalidad en todo el territorio colombiano.
El nombre del proyecto me trae a colación algunas de las enseñanzas del profesor Antanas Mockus, que marcaron varias generaciones desde el punto de vista ideológico y político, permitiendo ser más reflexivos en Colombia.
En Bogotá para su época de alcalde mayor, buscó fortalecer unos valores básicos de la sociedad como la vida y el respeto a lo público denominándolos como sagrados. Aportes importantes para la gobernabilidad y la convivencia pacífica de un país, fortaleciendo el mensaje de la ética ciudadana, la cultura de la no violencia y de la no corrupción, motivando a los ciudadanos a un cambio en la perspectiva de país, donde se logran tener nuevos conceptos y por ende un cambio de mentalidad en la sociedad.
Ese aporte al ejercicio de la política nacional se ve reflejado en la comprensión de muchos ciudadanos que diariamente exigen más transparencia, más equidad, más pulcritud en el manejo de los recursos públicos, más respeto por lo que es de todos, despreciando todo acto infame en contra del pueblo, esa mentalidad tanto de jóvenes como adultos que piden paz, respeto a la vida, protección a los páramos y el medio ambiente, que cese la violencia, las masacres y asesinatos a líderes sociales y campesinos.
Colombia enfrenta una crisis quizás nunca vista, no solo por los elementos que generaron la pandemia del siglo XXI, sino por el deterioro de sus instituciones, la poca credibilidad en el gobierno, la polarización de las fuerzas políticas, la corrupción enquistada en la sociedad e instituciones, el narcotráfico y los grupos alzados en armas, el distanciamiento a la teoría de la división de poderes, sumado a ello el alto desempleo, la pobreza extrema y otros males que nos aquejan, aumentando el riesgo en la estabilidad del sistema democrático colombiano.
Antanas Mockus impuso una emprendedora tarea frente a lo moral o lo éticamente correcto en nuestro sistema, buscando generar constructores de ciudadanía, donde se establecieran acuerdos sobre lo común, con acciones políticas concretas en el que todo un país pueda convivir tranquila y pacíficamente. Que la posición ética fuera el respeto a la vida.
En nuestro desafío de gobernar Floridablanca por dos años, impusimos con nuestro equipo acciones que condujeron alcanzar el propósito de recuperar la confianza de los ciudadanos en el gobierno mediante la política administrativa de la legalidad te da futuro.
Desde la óptica del ciudadano la cultura de la legalidad generó confianza, estabilidad, identidad, credibilidad y legitimidad en las acciones, creando un buen ambiente de trabajo para gestionar, sanear y ejecutar un plan de desarrollo humano y social pensando en la gente.
Este proyecto de ley propuesto por la Representante a la Cámara por Bogotá Katherine Miranda Peña tiene por objeto “garantizar la vigencia plena del Estado Social de Derecho, promoviendo en todo el territorio nacional una cultura de la legalidad para ciudadanos y servidores públicos” y como finalidad “promover la cultura de la legalidad y la integralidad en el territorio nacional”, es una sentida necesidad por el respeto a nuestra constitución y leyes, a las instituciones, a la democracia y al pueblo colombiano. (Ver más)
Debe el Congreso de Colombia debatir con total disposición y altura este proyecto, acogerlo e incluirle mediante proposiciones más herramientas jurídicas ineludibles para que cuente con la fuerza suficiente en su esencia, que no solo cuente con el espíritu de la ley, sino que tenga un espíritu fuerte y un cuerpo sólido.
*Abogado Especialista en Derecho Público, Contratación Estatal y Derecho Penal y Magister en Derecho del Estado.
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