El jefe de la diplomacia rusa hizo referencia a los hechos sucedidos el fin de semana pasado con el grupo de mercenarios Wagner, que intentó amotinarse contra el Kremlin, y advirtió que Moscú está mejor después de afrontar la crisis. Además, expresó que su país no tiene por qué dar garantías a Occidente sobre la estabilidad nuclear y, por otro lado, los acusó de querer ganar tiempo para enviar armamento a Ucrania.
Este viernes 30 de junio, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ofreció una conferencia de prensa donde resaltó aspectos positivos para su Gobierno a una semana de la sublevación realizada por el grupo de mercenarios Wagner.
El alto diplomático recalcó que Moscú se fortalecerá después de la crisis que supuso la fallida rebelión. “Rusia siempre ha salido más fuerte de cualquier problema y esto cuesta llamarlo algo más que un problema”, manifestó.
Esta declaración de uno de los hombres más poderosos del Kremlin responde a las suposiciones de analistas y personajes de la comunidad internacional que refirieron que fue el momento de mayor inestabilidad en el Gobierno de Vladimir Putin.
Además, Lavrov dijo que, ante los temores de Occidente sobre la estabilidad rusa en materia nuclear, no tienen razones para dar explicaciones. “Muchas gracias por preocuparse de nuestros intereses nacionales, pero no es necesario”, ironizó.
Respecto a la ‘operación militar especial’ en Ucrania, el ministro acusó a los países occidentales de querer “congelar” el conflicto momentáneamente buscando ganar tiempo para equipar a Kiev con mayor armamento.
Lavrov repitió que Rusia nunca atacó instituciones civiles de forma adrede y alegó que Ucrania utiliza edificaciones como escuelas para almacenar armamento militar.
Los lazos de Wagner con África
El diplomático ruso también habló sobre la situación de África, un continente en el que Rusia ha ganado influencia en los últimos años y donde países como Mali y Burkina Faso han solicitado asistencia de Wagner para sus conflictos internos.
Lavrov insistió en que la presencia del grupo mercenario dependerá exclusivamente de las decisiones que esos Estados tomen en base a los acuerdos expresos que tienen con Wagner.
“Los gobiernos de estos países van a decidir si tienen interés en seguir esta forma de cooperación encaminada a garantizar la seguridad de los órganos de poder”, subrayó.
Sobre los vínculos de Moscú con el continente africano, mencionó el caso de República Centroafricana, con quien han aumentado las cooperaciones técnico-militares, instalando instructores para preparar a los oficiales.
Por último, Lavrov acusó a Occidente de presionar a las naciones africanas para que no asistan a la cumbre con Rusia que se llevará adelante el 27 y 27 de julio en San Petersburgo. El alto funcionario apuntó que están siendo sometidos “descaradamente” para cancelar el viaje o disminuir su participación.
“He estado mucho en África en los últimos dos años, mis colegas me dicen qué tipo de presión tienen que soportar: absolutamente arrogante, desvergonzada y sin miramientos”, concluyó.