La junta directiva del Banco de la República tomó la decisión este viernes de incrementar sus tasas de interés en 100 puntos básicos, llevando el indicador hasta 6%, un incremento que va en línea con las decisiones recientes del banco central colombiano.
La decisión se tomó por mayoría de cuatros miembros de la junta que votaron por el incremento de 100 puntos básicos, mientras que tres se inclinaron por una subida de 150 puntos básicos.
Vale recordar que en la reunión de enero de este año, el banco sorprendió elevando este indicador en 100 puntos básicos, lo que lo dejó en 4%, una decisión que en ese momento marcaba un hito por lo inclinado del alza.
Sin embargo, desde entonces, y con la decisión de este viernes, el Banco ha continuado su senda de incrementos en las tasas, que es descrita por algunos como veloz y por otros como agresiva.
Con el incremento de este viernes, el emisor ha realizado seis aumentos de sus tipos de interés desde septiembre del año pasado, cuando estos se encontraban en uno de sus puntos históricos más bajos (1,75%), como parte del paquete de estímulos para contrarrestar los efectos más duros de la crisis económica inducida por la pandemia.
“Con la decisión adoptada el día de hoy, la junta continúa con el proceso gradual pero firme de ajuste de la política monetaria con el propósito de asegurar un retorno progresivo de la inflación a la meta de 3% anual”, aseguró el Banco de la República.
Las decisiones que viene tomando el Banco desde septiembre del año pasado tienen como objetivo cercarle el paso al crecimiento de la inflación, que lleva una trayectoria ascendente desde, por lo menos, mitad de 2021.
Para marzo de este año, el dato más reciente que ha presentado el Dane, la variación anual de la inflación (o sea, la comparación de este mes con el mismo del año pasado) se ubicó en 8,53%; para su medición mensual (el cambio entre febrero y marzo de 2022), el indicador registró un alza de 1%.
De acuerdo con el Banco, “las perspectivas de un aumento de las tasas de interés en Estados Unidos más acelerado de lo previsto y el impacto sobre los precios internacionales de la invasión de Rusia a Ucrania podrían generar presiones inflacionarias adicionales”.
Así las cosas, el equipo técnico del Banco proyecta que la inflación para 2022 cerrará en 7%. “Para horizontes más largos convergen hacia la meta de 3%, tal como lo indican las expectativas de 4% para fin de 2023 y de 3,7% a 24 meses”, aseguró el Banco durante la rueda de prensa.
El comportamiento mensual del IPC total en marzo de 2022 (1%) se explicó principalmente por la variación mensual de las divisiones alimentos y bebidas no alcohólicas y alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles.
Las mayores variaciones se presentaron en las divisiones Alimentos y bebidas no alcohólicas (2,84%) y Muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar (1,83%).
En particular, el grupo de alimentos sigue siendo el gran motor de la inflación en Colombia, algo que es preocupante de entrada, pero lo es aún más cuando se tiene en cuenta que las alzas en la comida tienden a golpear más los bolsillos de las personas con menores ingresos.
La inflación, además de afectar las decisiones o posibilidades de compra de los consumidores, especialmente los más vulnerables, también tiene un alto costo en términos de pobreza, cuyas cifras, tanto en la medición monetaria, como en la multidimensional, fueron presentadas esta semana.
Refiriéndose a la relación de la inflación con la pobreza, Juan Daniel Oviedo, director del Dane, dijo que “si no hubiéramos tenido esa evolución en los precios, hubiéramos visto reducciones más importantes en la pobreza monetaria”.
¿Esto qué dice de fondo? Que uno de los costos sociales más altos de la inflación es su impacto directo en la pobreza y en la pobreza extrema.