Por: Édgar Armando Marín Ardila/ La tecnología sin lugar a dudas a traído significativos avances para la sociedad entre ellos la comunicación en tiempo real ya sea por video llamadas o reunión por las diferentes plataformas existentes, evolución que permitió que hoy por hoy el 98% de las audiencias en nuestro país sean virtuales.
Asimismo, que el teletrabajo o trabajo remoto haya cambiado en parte la cultura laboral en nuestro país y el mundo entero, por ello hoy vemos como los nómadas digitales trabajan desde cualquier lugar del planeta que cuente con buena señal de Internet.
En la educación también hemos visto grandes trasformaciones con universidades y colegios que ofrecen sus programas de manera virtual, pero sobre todo nuevos oferentes en el mercado digital que, sin ser universidades, pero si emprendedores visionarios con buenos resultados en sus comunidades promueven programas de educación no formal con una gran demanda para esta nueva sociedad digital que se aceleró vertiginosamente con la pandemia.
Y es que ya todas las generaciones existentes hacen parte de la sociedad digital que se volvió dependiente de los aparatos electrónicos por ejemplo en Colombia ya hay más celulares que ciudadanos, los cuales al consumir internet generan dopamina y permanecen largos periodos de tiempo concentrados en estos equipos con información que algunas veces genera valor o aprendizaje pero que la gran mayoría de veces solo sirve para entretener y perder lo más valioso que tenemos los ciudadanos en este mundo globalizado, el tiempo el cual no se vuelve a recuperar.
Pero el tiempo no solo lo desperdician los niños niñas y adolescentes, también los jóvenes, los adultos y adultos mayores, que también se han vuelto adictos al consumo de información a través de sus teléfonos inteligentes.
Y es que cada segmento de la población tiene sus preferencias los niños dedican el tiempo a los videojuegos las niñas a la música y videos bailando, los adolescentes a conversar con sus amigos y jugar en línea simultáneamente con personas de la misma ciudad o de otras ciudades del país, los adultos a consumir redes sociales y a comunicarse por las plataformas de mensajería y los adultos mayores al envió de cadenas de oraciones, videos que les generen risa y recetas de cocina entre otros temas de interés para este grupo etario que también ingreso al mundo digital con la intención de quedarse por el resto de sus días de vida.
Lo lamentable es que en los hogares ya la comunicación se ha perdido por la concentración del uso de las nuevas tecnologías de la comunicación es así como en una casa el televisor en promedio dura más de cinco horas encendido viendo canales nacionales, internacionales o las diferentes plataformas que ya hacen parte sarcásticamente de la canasta familiar. Otras tres horas o más en el uso del celular que con el tiempo acarreara lesiones en las manos o de enfermedades ocasionadas por el abuso en el uso del celular.
Pero la consecuencia más grave es la adicción al uso del mismo lo cual puede acarrear desde no definir un proyecto de vida como el inicio de enfermedades mentales como la ansiedad, la depresión que están conllevando a que los adolescentes tengan en mente acciones suicidadas por la prohibición o castigo del uso de sus aparatos electrónicos individuales como el celular o de la familia como el televisor, las tablas o computadoras.
Desafortunadamente nosotros como padres también somos responsables de que nuestros hijos no tengan un uso responsable de estos equipos electrónicos, porque si estamos trabajando en casa les prendemos el televisor o entregamos el celular para que se entretengan, si vamos conduciendo el automóvil les damos el celular para que jueguen, si estamos en una reunión de trabajo o familiar y los vemos aburridos les prestamos el celular para que se entretengan y automáticamente estamos contribuyendo a la adicción digital que los afecta en su desarrollo integral como seres humanos.
Estos equipos electrónicos son definitivamente las nuevas niñeras del mundo moderno pues cuidan y entretienen a nuestros hijos que error tan grande porque estamos permitiendo que consuman información que genera dopamina para ellos y los vuelven cada vez más adictos al uso permanente de ellos, será que estamos haciendo bien el rol de padres o estamos permitiendo que un aparto electrónico se encargue de preparar el futuro de la sociedad del mañana.
…
*Abogado y Administrador Público