Por: Carlos Mario Gómez García/ Una de las quejas de mayor recurrencia sobre la que recaen los procesos educativos es que se evidencian que los estudiantes actualmente no quieren aprender, que se les nota sin ganas por hacer las actividades y situaciones similares, para lo cual existen muchos factores que intervienen en este contexto.
Uno de estos factores que interviene en el poder aprender es el querer aprender, en otras palabras, el encontrar el gusto por conocer cosas nuevas y que están sirvan en el desarrollo de la vida personal, es decir que el aprendizaje sea significativo.
Uno de los primeros elementos es lograr que quien orienta el proceso formativo este emocionado con los que quiere enseñar, desde allí es el punto de partida, los docentes son ese primer paso para encontrar la emoción por enseñar, aquí en este entendido confluyen factores personales, económicos, sociales y laborales que bloquean este sentimiento.
Los docentes en la actualidad están expuestos a múltiples factores, le primero es el político, las condiciones laborales han mejorado en términos generales, pero situaciones con respecto a la Salud, a sistemas como los de salud y seguridad en el trabajo son situaciones que no han mejorado a pesar de muchas expectativas positivas, por otra parte, las mismas situaciones económicas hacen que el docente tenga afectaciones en sus emociones.
Otro actor primordial en esta ecuación es el estudiante, de igual forma tiene sus propios retos, algunos más que otros, las condiciones socioeconómicas de las familias, la ruralidad, la alimentación, entre otros factores influyen en el desarrollo físico y psíquico optando en ocasiones que ir a la escuela sea solo por cumplir.
Este panorama se complementa con el hecho que el sistema educativo colombiano no se ha modernizado lo suficiente, el abrirse un mundo gigante como el nuestro denota una serie de aprendizajes que no todos pueden acceder, la robótica, la programación o los idiomas son elementos importantes pero que se dificultan en las condiciones actuales de las instituciones educativas que no cuentan con lo necesario para brindar dichos aprendizajes.
Dentro del proceso de modernidad está en el entender que ya no solo se debe centrar el aprendizaje en los conceptos o competencias cognitivas, es poder entender que el ser humano es un todo y que lo que sabe no es lo único que lo define, allí confluyen de igual manera los sentimientos y las emociones, lograr entender esto hace parte del proceso educativo.
Actualmente nadie se ha formado para entender las emociones, es un campo nuevo en el cual se está reconociendo como parte del proceso educativo, un maestro que no se emocione en la enseñanza no transmite, un estudiante que no se emocione no genera en el la actitud necesaria para aprender.
El estado colombiano ha entendido esto, con la expedición de la ley 2383 pretende que se promueva la educación socioemocional en los niños, niñas, jóvenes y adolescentes en los grados de educación preescolar, básica y media, con el fin de formar las suficientes competencias y poder resolver de manera asertiva las situaciones cotidianas en las cuales se encuentran inmersas las emociones.
El docente es el primero en autogestionar sus propias emociones, en este entendido el poder comprender como docentes que los aprendizajes parten desde el concepto de lo que transmito es el reconocer que debo emocionarme al momento de enseñar, la monotonía, la tradicionalidad o planear desde lo mismo no genera en el estudiante esa chispa necesaria para que se motive a aprender.
El primer cambio está en el docente que es quien desde su adultez y madurez podría llevar a cabo la direccionalidad del proceso de aprendizaje, lograr entender que se hace necesario abrir el espacio para entender que existen diferentes maneras para lograr los objetivos educacionales de una asignatura.
Por otra parte, está el estudiante que en su contexto de vida tiene muchos factores distractores, aquel al que se quiere enfocar en el proceso de aprendizaje, para ello hay que lograr que su atención este en lo que el docente quiere enseñar, se hace necesario poder identificar elementos fundamentales de ese ser humano.
El estudiante debe reconocerse en el proceso como parte de él, no como el sujeto que recibe si no que participa en el aprendizaje, de esta forma se logra estimular el querer aprender.
Vincular la educación socioemocional es fundamental para los nuevos procesos formativos, los procesos de enseñanza avanzan y deben ir de la mano con el mismo desarrollo del ser humano como tal, no son simplemente maquinas, es entender que la información ya se encuentra disponible, es como el director del proceso de enseñanza puede ser ese mediador para lograr no solo el desarrollo cognitivo complementado con el socioemocional.
Hay mucho que aprender sobre las emociones, pero si es de reconocer que estamos frente a otro tipo de humanidad, que vale la pena diseñar nuevas formas de enseñanza, nuevas formas de aprendizaje, lograr entender que somos un conjunto de seres humanos y hacer del aprendizaje una verdadera emoción.
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*Licenciado en educación, especialista en educación y magister en educación, Abogado, especialista en derecho constitucional, Docente en el sector público por más de 20 años.
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