Por: Reinaldo Pérez Flórez/ “La libertad del súbdito, es acorde al poder del soberano”. Esta frase escrita hace más de cuatro siglos, es el reflejo de lo que socialmente vivía nuestro mundo euro-centrista, la concentración de poder en una sola figura, el gran (soberano); existe una gran diferencia entre esa oscura época y la nuestra, aclaro, no estoy hablando de la implementación de las políticas liberales que tanto promulgo el Jonck Locke, hablo de que al memos ellos si sabían quién era su soberano, nosotros sabemos por quién votamos, pero al final no sabemos quién manda, la administración de justicia dice “que se ordene”, los decretos presidenciales, “comuníquese y cúmplase”, el órgano legislativo, “esta ley rige a partir de su promulgación”, son delegados de quienes realmente mandan en nuestro país.
¿Quién puede estar por encima del poder del soberano?, la seguridad fiscal del Estado encabezada muchas veces por distintos grupos económico está por encima del (soberano) y del (poder soberano), pero ante todo por encima de las necesidades básicas de los ciudadanos. “Mientras mayor fuerza posee el gobierno, mayor con más frecuencia debe mostrarse le soberano”, al que vemos con más frecuencia son a los grupos económicos, los verdaderos (soberanos), dueños del mercado de la prestación de servicios públicos, en Colombia no existen ciudadanos con derechos, en nuestro sistema de salud existen ciudadanos, que son tratados como usuarios y cliente, es decir, como mercado, en muy pocos casos como pacientes.
Uno de los orígenes etimológicos de la palabra paciente está en el antiguo Latín, “patiens” significa sufrir o aguantar, en nuestro país el sufrimiento al que son sometidos los pacientes de una EPS no da descanso, las políticas públicas están desfinanciadas, políticas que están en condición de discapacidad, casos como el de la joven Cenaida Yurley Vera Arias, madre cabeza de familia que reside en la vereda el Centenario del municipio del Carmen de Chucurí, vive con su hijo de 4 años, fue abandonada por su esposo, y desde hace tres años perdió la vista, su cuadro clínico no es el mejor, a sus 23 años su expectativa de vida no es tan amplia como sus necesidades, también es paciente de diálisis, en términos de su médico tratante, (Insuficiencia renal terminal).
El municipio de sexta categoría donde vive Cena, (como le dicen sus vecinos), no es mucho lo que pueda hacer, en varias ocasiones facilitaron la ambulancia del Carmen de chucuri para que ella pudiera asistir a sus tratamientos, pero el relato que ella hace, donde nos da a conocer las penurias que debe pasar para poder acceder a su tratamiento son de no creer. El 11 de noviembre del año anterior, un fallo de tutela en segunda instancia le ordeno a la EPS Asmed Salud SAS, del régimen subsidiado, que materializara y con cargo a la misma EPS, el suministro de transporte, alimentación y alojamiento a ella y a su acompañante, para que acuda a las terapias de remplazo renal, tres días a la semana, terapias que se deben hacer en las ciudades de Barrancabermeja y Bucaramanga.
Si la administración de justicia garantiza los derecho fundamentales de Cenaida, lo ideas es que ella no tuviera problemas para acceder a su tratamiento, antes del fallo y en repetidas ocasiones ella con su discapacidad visual, debió viajar en moto y caminando para que pudiera recibir su tratamiento, tenía un catéter en su cuello, expuesta al sol y al agua ella adquirió una infección, situación innecesaria si la EPS no le da largas a su tratamiento integral, sobre todo si ella es una ciudadana con protección constitucional especial por su condición de discapacidad visual; las personas se están volviendo expertos en tutelas y desacatos, las EPS expertas en ignorarlos.
La calidad de vida de un paciente renal, depende de su tratamiento, al conductor que trasporta a Cenaida, la EPS no le cancela el servicio desdé el mes de noviembre del año anterior, es un desacato que nuevamente pone en peligro la vida de esta paciente que no debe estar obligados a sufrir ella y su hijo de cuatro años por esta omisión criminal, ahora su problema no solo es por el trasporte, también por las citas de control del tratamiento, no son constantes, “el 11 de marzo tenía un cateterismo, yo les envié las ordenes ocho días antes las órdenes para el trasporte, me dijeron: “si, tranquila señora Cenaida, que usted viaja el 11 a su cita” el 10 en la mañana me llamo una jefe y me dijo: ”no, toca que cancele su cita, porque su trasporte no se lo están dando como debe ser, cancele su cita, nosotros se la volvemos a sacar prioritaria”, esta es la fecha y hasta el momento no tengo cita”.
No podemos dejar que sometan a nuestra ciudadanía a una selección natural, la supervivencia del más fuerte, en este caso el (soberano) representado en las EPS es quien está haciendo esta macabra y criminal selección natural.
*Abogado, Especialista en Derecho Constitucional y Especialista en Derecho Administrativo.
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