Por: Érika Bayona López/ Desde el nacimiento del gobierno representativo en los siglos XVII y XVIII, la política ha estado estrechamente ligada a la democracia y defensa de derechos intrínsecos del hombre.
La Ciencia Política ha ofrecido muchas definiciones sobre lo que es la representación política en contextos democráticos. Sin embargo, ejercerla es quizás la expresión política más importante que tiene el ciudadano sobre sus intereses y preferencias a través de un representante o burgomaestre. No obstante, pensando desde toda la comunidad política, es decir, desde los intereses del país, se vota porque queremos una mejor nación para todos.
La democracia es el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo (A. Lincoln). Y si la historia de las democracias reales no ha realizado este ideal, entonces tenemos que hacer que los ciudadanos participen más, mucho más, pues él es la fuente del poder político.
¿Qué esperamos de las nuevas elecciones?
La cita electoral del 13 de marzo se realizó para designar al poder legislativo, es decir, el Congreso. La votación decidió quiénes ocuparán las sillas de las cámaras alta y baja y se encargarán de cuestiones tan importantes como la elaboración de las leyes nacionales, pero también de otras funciones, como hacer control político a los funcionarios públicos.
El legislativo colombiano está compuesto por el Senado y la Cámara de Representantes, ambas con representantes territoriales, indígenas y afrodescendientes. Además, la Cámara cuenta con la particularidad de las curules de paz, escaños reservados para las víctimas del conflicto armado que ha azotado por años el país.
El ciudadano debiera preguntarse: ¿Cómo pueden los ciudadanos vigilar y evaluar a sus representantes? La simple elección no garantiza que el político profesional actúe correctamente, por lo que debemos pensar en mecanismos legales y tecnológicos para una mayor participación ciudadana. Así, el político profesional escuche la voz de los ciudadanos y evite la tentación de servirse del poder que se le ha dado. De no ser así, nuestros hoy representantes, posterior a su posesión, no tienen otra fuerza que los obligue a responder por sus acciones y omisiones. Ya no podemos confiar a su consciencia moral, que en nuestro tiempo es tan débil y voluble.
A la hora de depositar el voto, el ciudadano identifica al representante de su preferencia porque percibe en él una serie de valores, principios, creencias y, en ocasiones, rasgos sociodemográficos, y espera que estos se reflejen en su posterior conducta en el seno de las instituciones. El incumplimiento de sus expectativas puede provocar en ellos desafección política, falta de apoyo al régimen democrático, insatisfacción con la democracia, descontento político, pérdida de confianza en las instituciones (especialmente en los partidos políticos), o percepción de no ser correctamente representado, todos ellos fenómenos asociados a la crisis de representación.
Ahora bien, ya es hora de modernizar el sistema electoral colombiano, siendo el voto electrónico más que una necesidad, una realidad con el propósito de evitar sabotaje y corrupción, al igual que lo errores humanos, siendo esto el pan de cada día en el reconteo actual.
Una de las mayores novedades de esta ronda electoral es la inclusión de 16 curules para la paz reservados en la Cámara de Representantes.
Estas curules para la paz son de alguna manera especiales ya que permiten integrar poblaciones en las zonas más críticas del conflicto armado colombiano y son para darle voz a los que nunca han tenido voz, en lugares apartados en los que muchas veces no han podido ejercer derechos fundamentales como el derecho a voto.
Debemos resaltar que esta vez los jóvenes pudieron elegir en este nuevo mecanismo de participación política. Es decir, los próximos consejeros tendrán tres funciones clave: ser interlocutores de los jóvenes ante las entidades públicas, concertar los intereses juveniles en las agendas de acción de los entes gubernamentales, y también ejercer veeduría a la gestión pública. Así mismo, los jóvenes electos recibirán incentivos de 10 viajes gratuitos al mes en el Sistema Integrado de Transporte Público durante el ejercicio de sus funciones y acceso a los programas de inmersión en educación superior, programas en cultura, recreación y deporte del Distrito.
Cabe resaltar que el 50% de los candidatos electos serán mujeres, mediante las listas cremalleras, surgidas de la ley que impulsa una distribución equitativa de géneros en los cargos de elección popular.
Vamos a ver si la juventud que salió a protestar y que vio en la paz un espacio para construir una forma de vida distinta, tiene realmente un impacto sobre el sistema político.
La población ya votó este 13 de marzo por: El Senado- Circunscripción Nacional/ Senado – Circunscripción Indígena, Cámara de Representantes: Circunscripción Territorial, Circunscripción especial/Comunidades Indígenas, Cámara. Más tarde, el 29 de mayo, los votantes irán a las urnas para la primera vuelta presidencial e incluso puede que tengan que volver el 19 de junio, en caso de una segunda vuelta.
Colombia, después de la paz firmada y a pesar de la violencia vigente, es un país distinto. Y estas elecciones probarán si los cambios sociales tienen o no un efecto sobre el poder que representa a los ciudadanos.
Confío en la estabilidad de las instituciones democráticas del país. Las élites políticas, en general, han demostrado que apoyan la democracia, lo que no significa que estén satisfechas sobre la forma en que funciona.
En conclusión, el 2022 está consolidándose en la reactivación y el crecimiento económico, su fortaleza dependerá de la evolución del proceso electoral, siendo esta premisa, la futura puesta en marcha para las elecciones territoriales y municipales del próximo 2023.
Por ahora, todo está servido para que nuestros procederes de la patria del poder legislativo cambien la historia en pro de los nuevos retos, o en su defecto repetir la historia de continuismo y pesimismo en el cuerpo colegiado.
¡Amanecerá y veremos!
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*Account Auditor QA. Administradora de negocios internacionales y especialista en mercadeo internacional de la Universidad Pontificia Bolivariana.
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