Por: Manuel Fernando Silva Tarazona/ Para entender esta frase, “la religión es el opio del pueblo”, debemos ver al pasado y quien la dijo. En 1844 nació esta frase dicha por Karl Marx, el cual nos explica que, la religión es usada por las clases dominantes como instrumento para controlar al pueblo, aliviando y dándole sentido a sus padecimientos mediante la idea de un mundo de dicha ilusoria y la promesa de una vida eterna.
Si vemos lo que dice, tiene todo el sentido, dado que como sabemos, la iglesia siempre -y aún más en esa época- poseía un poder descontrolado, manejaba a los ciudadanos como quería, abusaba de ellos, incluso mataba en nombre de “Nuestro Señor”, siendo un poder político y económico que poseían, con artimañas, manipulaban a los ciudadanos para que siguieran estando bajo los zapatos de los ‘reyes’ y así estos mismos sacar provecho, esto es un diagnostico general de lo que era la religión para esa época.
Pero hay temas específicos en donde la religión muestra en su máxima expresión lo asquerosa y lo bajo a donde llegó… Podemos comenzar con las ocho guerras religiosas en Francia, las cuales fueron protagonizadas por católicos contra protestantes, donde los católicos no solo poseían poder político sino también económico y por lo tanto un mayor armamento militar, pasó de 1562 a 1598 en donde mataron más de 3.000.000 de personas, solo porque el catolicismo no podía perder este gran poder, el cual se veía amenazado por una fuerza protestante en donde contradecían, desenmascaraban y acusaban a los católicos de múltiples delitos y errores al momento de predicar la palabra, pero adoraban a un mismo Dios.
Pasamos a uno de los horrores más grandes que ha visto la humanidad, la ‘Santa Inquisición’, la cual comenzó en 1181 por parte de la boda Ad Abolendam, promulgada por el Papa Lucio III, como objetivo tenía eliminar las herejías que se iban formando a través de Europa, la inquisición abarcó poco a poco a toda Europa y así a los demás países a los que estos mismos a su paso vendrían saqueando, violando o como suena más lindo “colonizando”, para así marcar una era de muerte y sufrimiento patrocinado por las monarquías y la iglesia católica.
Este periodo de tiempo nos muestra como la iglesia defendió a capa y espada el poder que poseía, como veía a la ciencia como su mayor enemigo, la medicina, filosofía o todo lo que pudiera poner en duda todo lo que esta profesaba, por consiguiente muchos -por no decir que todos- los enjuiciados en este tiempo eran inocentes, el hecho de que una mujer sanara a su hijo con hierbas la convertía en una bruja, el hombre que se perdía en el bosque y para sobrevivir hacia fuego golpeando piedras era un brujo, el joven entusiasta que se sumergía en la ciencia para ver que podría descubrir, también era un brujo, aquella persona que leyera la biblia y dijera que los grandes sacerdotes estaban manipulando al pueblo, eran demonios que venían al mundo para confundir a la gente, así y muchas más formas la iglesia católica a lo largo este periodo asesinó y torturó a conveniencia.
El número exacto de muertos es inconcreto, pero se estima que entre 1181 y 1833 a lo largo del mundo hubo más 500.000 muertos, aclarando que gran parte de los juicios o edictos que sustentaban las torturas o muertes de la época, fueron quemados, escondidos o simplemente desaparecieron para así mejorar u ocultar la imagen tan desfavorecida que tuvo la iglesia después de esto.
Un ejemplo bastante claro de lo que se veía en esta época, es el castillo del Conde Bran, o más conocido como, “el castillo del Conde Drácula”, ubicado en Transilvania, Rumania.
Estas y muchas más atrocidades se han cometido en nombre de la religión, sin contar los múltiples sacerdotes que han cometido cualquier cantidad de delitos, el más notable, es la violación y sus presas favoritas se dividían en mujeres y niños menores de 14 años, claramente tapados y protegidos por una gran iglesia en Roma, como se conoció que el Papa Benedicto XVI, prefirió cambiar de lugar a estos pederastas en vez ensuciar la imagen de la amada iglesia.
Como también de las religiones orientales las cuales han causado tanto daño en el medio oriente, o en las guerras mundiales, donde los nazis mataban a los judíos. Dado que la religión hace que el ser humano adopte una forma de percibir la realidad de una manera extremista e incluso autoritaria.
Como lo podemos ver aquí mismo en Colombia donde, los liberales preferían una libertad de culto y los conservadores seguían con la creencia católica y como producto de esto también se desató una persecución en contra de las demás iglesias o creencias que no fueran la católica, dado que nuestra constitución hasta 1991, dio libertad de culto, dado que antes, seguíamos profesando la religión que nos vendieron los asesinos y violadores de los españoles, no éramos capaces de respetar las creencias ajenas y mucho menos, la iglesia católica de soltar el poder que se le daba en la época.
Podemos darnos cuenta que las conductas o decisiones que toma un ser humano van muy entrelazados con su religión, por ejemplo, la persecución a homosexuales, se dio porque la biblia, dice que los aborrece, las mujeres eran suprimidas dado que para los señores ‘machos’ católicos, ellas solo servían para estar en la casa y como la biblia le da como cabeza de hogar es al hombre, la mujer divorciada era vista como una ramera.
Es tan hipócrita todo esto de no respetar a las demás personas que ignoran que el seno del catolicismo fue cuidado y gobernado por emperadores que eran y practicaban el homosexualismo, como lo era en el imperio Romano.
El ser humano es libre de decidir en qué cree, que hace o que no hace, con el pequeño resumen que di de las múltiples peleas, guerras, persecuciones y abusos por parte de ciertas religiones, solo son una muestra del por qué hay que respetar, los trágicos sucesos fueron productos de la intolerancia, ignorancia de un pueblo manipulado, por las clases dominantes, debemos respetar y mucho menos permitir que se encomiende un país completo a la virgen de Chiquinquirá por la incompetencia de un presidente inútil.
Las decisiones políticas no pueden verse afectadas por creencias religiosas por argumentos como ‘a papito Dios no le gusta eso’, es una completa estupidez porque ya estamos en un país laico, donde todos podemos profesar una religión distinta y por lo tanto solo llamo a la tolerancia, respeto e imparcialidad en el momento de tomar decisiones que afecten a todo un país, a un tercero o incluso a sí mismo.
*Estudiante
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