El anuncio sobre la salud de la reina nonagenaria, Isabel II, se dio a conocer este domingo. El mismo comunicado resaltaba que la reina «continuará recibiendo atención médica y seguirá todas las pautas apropiadas». Después del encuentro que la monarca sostuvo con su primogénito, Carlos de Gales, dos días antes de que el príncipe diera positivo para Covid, el contagio de la jefa de Estado se temía como una posibilidad.
En este contexto, no es de conocimiento público la cantidad de dosis de vacunas aplicadas a la mandataria, aunque los medios británicos den por hecho de que se haya inoculado tres inyecciones, después de haberse administrado la primera a principios del pasado año.
La soberana reanudó hace cinco días sus actividades oficiales. Incluso recibió a dos altos mandos militares de manera presencial en el castillo de Windsor. En la reunión Isabel utilizó bastón y respondió ante las preocupaciones de su estado de salud con un «bueno, como pueden ver, no me puedo mover», señalando su pierna izquierda.
El primer ministro británico, Boris Johnson, y otros líderes políticos y personalidades de la nación se hicieron eco de la noticia de inmediato, deseando una pronta recuperación a la veterana monarca.
Temporada convulsa en la Casa Real
La noticia del contagio de la reina llega en una temporada convulsa para la Casa Real. La salud de Isabel II, que siempre ha mostrado un buen estado físico, se ha visto afectada desde que el pasado mes de octubre pasara una noche ingresada en el hospital. En esa ocasión se sometió a unos «exámenes preliminares», sin que se dieran más detalles de la dolencia que le afectaba. A partir de ese momento sus actos públicos han sido poco frecuentes.
Además. el escándalo de su hijo, el príncipe Andrés, acusado de abuso sexual, hizo a la reina entrar en acción y retirar todos los títulos militares y asumir personalmente esas responsabilidades. En un comunicado, se hizo saber que el Duque de York no asumiría ninguna función pública y que se defendería en el caso como ciudadano privado. Semanas después, Andrés alcanzaba un acuerdo con su presunta víctima.
Otro golpe negativo a la soberana fue la muerte de su esposo, Felipe de Edimburgo, tras 73 años de matrimonio. El consorte de Isabel estuvo 28 días hospitalizado y murió, tras recibir el alta médica, en el castillo de Windsor a los 99 años. El jefe médico del palacio de Buckingham aseguraba días más tarde que el Duque de Edimburgo había fallecido por su avanzada edad y no por una enfermedad específica.
Reino Unido eliminará restricciones
Horas después de que se conociera la noticia sobre el estado de salud de la reina se supo que el primer ministro Johnson expondrá este lunes 21 de febrero los planes dispuestos para eliminar las restricciones por la pandemia de coronavirus.
La estrategia forma parte del proyecto «Vivir con Covid», que apunta a dar un respiro a la economía británica. Según los planes, Reino Unido se convertirá en una de las primeras naciones en permitir que las personas infectadas desarrollen una vida normal.
En este sentido los líderes médicos han recomendado al jefe de Gobierno que no se «entusiasme» con la salud del país y los asesores del Ejecutivo han dicho que eliminar las restricciones podría conducir a un rápido crecimiento de los contagios.
Según el Gobierno británico, se mantendrán algunos sistemas de vigilancia y planes para medidas de contingencia si aparece una nueva variante. Ante una pregunta, sobre si se estaba arriesgando con la pandemia, el jefe del 10 de Downing Street afirmó que el Gobierno no podía seguir gastando 2.000.000 libras, unos 2.700 millones de dólares, al mes en pruebas.