Por: Holger Díaz Hernández/ «El buen médico trata la enfermedad, el mejor, al paciente que la sufre»: Maimonides.
En la historia de la medicina las vacunas, los antibióticos (la penicilina), la aspirina y el viagra han sido los medicamentos que más han impactado positivamente a la población humana.
Los sumerios en 2150 a.c. ya lavaban las heridas con cerveza, hoy se sabe que contiene principios activos contra algunas bacterias, los egipcios utilizaban «antibióticos naturales» como el áloe vera, el ajo y la cebolla y los chinos usaban la cáscara de la soya, pero realmente uno de los primeros manejos caseros para evitar o tratar de controlar las infecciones era lamerse las heridas, ya que la saliva contiene sustancias que reducen la contaminación bacteriana.
La evolución de los tratamientos médicos ha pasado desde el sentido común, la experimentación, la magia, la religión y finalmente la investigación científica, a lo largo de los siglos se han utilizado plantas, sustancias minerales y diferentes tipos de tratamientos en su mayoría con escaso éxito.
Desde hace millones de años, la población humana ha sido diezmada principalmente por el hambre, las epidemias y las guerras, y en la medicina una de las mayores causas de muerte han sido las enfermedades transmitidas por microbios, solo hasta hace unos 100 años cuando aparecieron los antibióticos, padecer una infección era casi sinónimo de muerte.
En el siglo XVII el holandés Von Leeuwenhoeck mejoró el microscopio y se descubren las bacterias, en 1859 Louis Pasteur demostró que los microorganismos eran los causantes de las infecciones, lo cual llevó a un avance como nunca antes en el desarrollo de tratamientos antibacterianos desde finales del siglo 18.
Pero es solo hasta cuando el escocés Alexander Fleming en 1929 descubre la penicilina, que cambiara la historia y se abrirá la puerta para todo un arsenal de antimicrobianos que tenemos hoy.
Han sido miles de millones de vidas salvadas, enfermedades como la sífilis que conducían irremediablemente a una muerte lenta y trágica, actualmente se curan solo con un par de dosis de antibiótico y hay tratamiento para todas las infecciones existentes.
El hombre ha luchado contra las bacterias desde que apareció sobre la tierra y sólo hasta hace poco consiguió vencerlas, pero en las últimas décadas la preocupación para los investigadores es la aparición de multiresistencia a los antibióticos.
Esto como resultado del uso inadecuado en el manejo de los mismos por parte de los pacientes, de los mismos médicos o de la tendencia a interrumpir los tratamientos prematuramente.
Se produce como un fenómeno de adaptación del microorganismo al medioambiente o por modificaciones genéticas de los mismos, esto los convierte en armas mortales, que no se pueden destruir con los tratamientos actuales.
Durante la pandemia de Covid la automedicación y la formulación de antibióticos fue desproporcionada, el uso principalmente de azitromicina y otros se disparó de manera indebida.
La Organización Mundial de la Salud considera la resistencia a los antibióticos como uno de los problemas más graves que tiene la humanidad actualmente, casi un millón de personas muere cada año como resultado de la resistencia de los virus, las bacterias, hongos y parásitos a los antimicrobianos que hasta hace poco eran sensibles, esta cifra puede multiplicarse muchas veces más en los próximos años.
El impacto económico se medirá en billones de dólares de pérdidas por las muertes, las incapacidades, las estancias hospitalarias y el costo de los nuevos medicamentos.
Pero esto no solo afecta al ser humano, también lo hace con los animales domésticos, por el uso indebido y exagerado de antibióticos en las aves, porcinos y bovinos, incluidas las mascotas, casi cualquier manejo veterinario los incluye, además del impacto en el medioambiente, en las aguas residuales, convirtiéndose en un delicado círculo vicioso.
Además de la investigación científica y la inversión de los gobiernos en salud pública, nos queda a todos la tarea de educar a la comunidad en el uso responsable de estos, con el objetivo de tratar de controlar esta próxima pandemia que podría ser mucho más grave que la de los virus actuales.
“Los medicamentos no siempre son necesarios, usarlos de manera indebida es más grave que no hacerlo”: Norman Cousins.
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*Médico cirujano y Magister en Administración.