Por: Deivy Vega Herrera/ El nuevo alcalde de Bucaramanga Jaime Beltrán pasó la historia como el candidato que más donaciones recibió en campaña, con un total de 626 millones de pesos donados por 30 particulares y 5 empresas.
Con estos ingresos Beltrán les ganó a los 546 millones que recibió en donaciones el excandidato a la alcaldía en 2019 Fredy Anaya, quién era el candidato que más donaciones había recibido hasta ese momento[1].
Las donaciones que recibió en campaña Beltrán plantean la duda sobre si los más de 600 millones donados se traducirán en favores políticos o si estos aportes simplemente reflejan un apoyo desinteresado y genuino por parte de los donantes.
Durante la campaña pasada, el nuevo alcalde de Bucaramanga Jaime Beltrán trató de venderse como un candidato independiente[2]. Su bandera era que no tenía compromisos con ninguna “casa política” y que su gobierno iba a ser ajeno a estas[3].
Lo particular es que, mientras Beltrán se vendía como un político independiente, en cuentas claras reportó donaciones a su campaña por 626.683.886 de pesos colombianos distribuidos entre 30 personas naturales y 5 empresas1. En promedio cada persona natural aportó 19,2 millones de pesos y cada empresa 35,2 millones. Teniendo en cuenta esto, piénselo: si usted le donara esa plata a un candidato político ¿no esperaría nada a cambio?
Pese a recibir estas millonarias donaciones, Beltrán insistía en venderse como un candidato independiente y sin compromisos con grupos políticos. Esto a pesar de que su campaña recibió denuncias sobre posibles acuerdos con las “casas políticas” de los Aguilar y del partido de la U[4], así como su vínculo con el partido Liberal, con el cual fue concejal en 2012[5] cuando apoyó al exalcalde de su mismo partido en ese momento Luis Bohórquez, condenado por corrupción[6].
Hay que tomar en cuenta que Beltrán renunció a su curul como concejal del Partido Liberal en 2018, cuando se preparaba para su primera candidatura como alcalde de Bucaramanga para 2019[7].
Y es ahora cuando Beltrán anunció su gabinete que las denuncias que recibió en campaña sobre su cercanía con las “casas políticas” toman mas fuerza. En principio, esto se explica por nombramientos como el de la nueva secretaria en educación, Martha Cecilia Guarín Lizcano, quien trabajó directamente como abogada para el condenado Luis Bohórquez en Bucaramanga[8] o la nueva secretaría de salud, Claudia Mercedes Amaya, quien fue secretaría de salud también del condenado Luis Bohórquez[9].
Así mismo, Beltrán nombró secretario de hacienda a Reynaldo José D’Silva Uribe, quien trabajó directamente con la gobernación saliente de Mauricio Aguilar[10]. Es decir, puestos estratégicos como la Salud, Educación y Hacienda quedaron en control de personas aliadas a las “casas políticas” que Beltrán decía no representar en campaña. Punto en contra de su “independencia”.
Así como las designaciones cuestionables en el gabinete, nombramientos recientes dentro de la alcaldía como el del periodista de Canal TRO, Óscar Hernández[11] o el del excandidato a la alcaldía Manuel Parada[12] han sido fuertemente criticados como una “devolución de favores” que estaría haciendo Beltrán.
Y es que es muy difícil pensar que un político que recibió más de 600 millones en donaciones no vaya a tener que “devolver el favor” de alguna forma. Por más buena voluntad que se tenga, cuando se recibe tanto dinero en forma de donaciones es normal que haya compromisos con los que están donando. Por tanto, todo esto sugiere que este nuevo gobierno de Jaime Beltrán como alcalde de Bucaramanga se reduzca principalmente a eso: devolver los más de 600 millones de favores que recibió en campaña.
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*Economista y Magíster en Economía y Desarrollo. Asesor pensional independiente con experiencia certificada con Colpensiones y empresas privados. Investigador interesado en la academia.
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).
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