La historia de la salida y posterior regreso de Carlos Alberto Román Ochoa al palacio de gobierno de Girón, ha generado una crisis que abarca, desde lo económico hasta lo político, que hoy tienen a la Villa de los Caballeros en estado de ingobernabilidad.
Tras la decisión del Consejo de Estado que anula la elección del alcalde elegido en la contienda de octubre de 2019, el cacique electoral del municipio, John Ramírez, volvió a poner a funcionar su maquinaria y logró la elección de su exesposa Yulia Rodríguez, con lo cual no perdería el poder local.
La contienda en cuerpo ajeno que ganó Ramírez a través de Yulia, tuvo también el apoyo de Román Ochoa, quien, durante la corta campaña electoral que trajo consigo la elección atípica; generó una percepción de unidad entre el alcalde despojado del poder, quien lo reemplazó y desde luego, con su jefe político.
Pero esa unidad duró muy poco. Los abogados de Román le informaron que la tutela interpuesta ante el Consejo de Estado iba por buen camino y que, tal vez, podría volver a la alcaldía.
De hecho, las posibilidades de recuperar la alcaldía eran tan altas que Román expresó que seguiría con el proceso jurídico hasta el final, lo que desató la furia de John Ramírez -y desde luego de Yulia- lo que resquebrajó la alianza política y también la amistad.
Ya, de vuelta en el poder, Carlos Román decide hacer cambios significativos en su gabinete, dejando por fuera a los principales alfiles del otrora jefe político suyo, generando un alto grado de incertidumbre; debido a que se truncan los procesos administrativos que había puesto sobre la marcha el efímero gobierno de Yulia, producto del revanchismo que ahora quiere cobrar el alcalde en ejercicio.
Esa plata se perdió
A mitad de este año, la Registraduría Nacional del Estado Civil debió realizar elecciones atípicas en el municipio de Girón, debido a que un fallo de segunda instancia de la Sección Quinta del Consejo de Estado estableció que el alcalde en ejercicio, Carlos Alberto Román Ochoa había incurrido en doble militancia y por lo tanto debía salir del cargo.
En dicho proceso de nulidad electoral, que costó alrededor de 2.234 millones de pesos, resultó elegida Yulia Rodríguez, la exesposa de John Ramírez, quien gobernó en el cuatrienio anterior.
Sin embargo, pocos meses después una nueva decisión de tutela de la Sección Tercera del mismo Consejo de Estado determinó que Román Ochoa debía volver a la Alcaldía, al considerar que el fallo de cierre no tuvo en cuenta parte del material probatorio que si fueron revisados en el Tribunal Administrativo de Santander.
Al inicio de la investigación, el Tribunal Administrativo de Santander falló a favor del entonces alcalde, cuya elección había sido demandada por haber presuntamente incurrido en doble militancia. A raíz de esto, el tema llegó hasta la Sección Quinta del Consejo de Estado, que determinó que, por el contrario, Román sí incurrió en esta falta y no podía seguir al frente del municipio.
Aunque dicha decisión fue ratificada por la Sección Cuarta de ese mismo tribunal, la Sección Tercera resolvió una tutela que advirtió que hubo violación a los derechos fundamentales de Carlos Román, por lo que le dio 10 días hábiles a la Sección Quinta para que revisara el fallo de segunda instancia.
Pasado ese tiempo, el falló de segunda instancia tuvo un giro de 180 grados, devolviéndole la alcaldía a Román y dejando sin piso legal la elección de Yulia Rodríguez.
A raíz de esto, la semana pasada la alcaldesa electa debió devolverle el cargo, lo que quiere decir que los más de 2.000 millones de pesos invertidos por el Gobierno en las elecciones atípicas se perdieron.
Pero, como si fuera poco, luego de que Román volviera a asumir el cargo como alcalde de Girón hace pocos días, salió una nueva aclaración por parte del Consejo de Estado en la que se señala que el fallo no está ejecutoriado y que por lo tanto Yulia Rodríguez la que debe estar desempeñando las funciones de mandataria municipal.
Así se lo informó la Sección Quinta a la propia Rodríguez, señalando: “le informamos que usted continúa en el ejercicio del cargo de alcaldesa del municipio de Girón hasta que la Registraduría Nacional del Estado Civil le indique el momento en el que el señor Román Ochoa retoma el ejercicio de esa dignidad”.
Este choque de trenes de los tribunales y de las secciones del Consejo de Estado, podrían estar generando un detrimento, ya que los recursos que se invirtieron en la organización de las elecciones atípicas en junio de este año, ya no podrán recuperarse.
Revanchismo político
Tras su regreso a la alcaldía de Girón, Carlos Román llegó a gobernar con nuevos bríos y con evidente independencia política.
El mensaje a su exjefe político fue claro: les cortó la cabeza a todo aquellos con olor a John Ramírez, los excluyó del equipo de gobierno tratándolos de ‘desleales’ en una supuesta novela de traición en su contra.
Fuentes cercanas a Román le han escuchado decir que “John me dejó solo”, “John me traicionó”, “John no quiso ayudarme a recuperar la alcaldía”, “John quería verme por fuera”. Tras esas expresiones, se cree que, con Ramírez, Román rompió sábanas.
Sin embargo, Ramírez ya le tiene listo un proyecto político a su ‘ex’, la lanzará a la Cámara por el Partido de la U. Inicialmente había pensado en Yaneth Mojica (le esposa de Sergio Isnardo Muñoz) para que hiciera parte de la lista en Santander, pero ahora sin puesto, Yulia será la ungida.
El problema para John Ramírez es el disgusto de Román, pues no cuenta con la alcaldía para aceitar la maquinaria. Y sin el gobierno de Girón, Ramírez -electoralmente- no vale nada.