Por: Magda Milena Amado Gaona/ En mi pueblo Güepsa al cumplir el deber del mandado de tienda, en especial la visita a la panadería, se recibe siempre la ñapa o vendaje sin pedirlo. Al cumplir el mandado se recibe doble premio, la gratitud por cumplir con el deber encomendado y la ñapa, sumado se llega con algarabía a la casa.
Algo similar sucede con la caridad de los políticos, ellos tienen un contrato de mandato con el elector expresado en unos deberes, por ello hoy quiero recordarles a los ciudadanos la conceptualización de “ser un político en estricto sentido”, con el fin de expresarles desde este artículo lo normal en esta época de cuarentena que los políticos sean solidarios y que realicen marketing político con dicha actividad, no es por conveniencia en ningún sentido, es el cumplimiento de deberes innatos a su investidura de político, y por ello actualmente tenemos un bazar de caridad de todos los colores políticos a nivel local y nacional, bienvenido sea.
Ser político comporta unos deberes: ética, honestidad, transparencia, compromiso social, conocimiento de la realidad, consistencia, estudio, autocritica, liderazgo, marketing político, ideología, lealtad entre otros.
Estos deberes se transforman en rasgos que deben identificar al político, para el caso que nos ocupa, nos vamos a referir solamente al deber del compromiso social; el político siempre debe preocuparse por los más necesitados y ser consistente con este deber, es decir demostrar acciones que promuevan credibilidad del cumplimiento de dicho deber. Este constituye una responsabilidad política hacia la comunidad, dirigida siempre a la búsqueda del bienestar general.
Un político íntegro debería ostentar como cualidades todos los deberes enunciados, empero encontramos en la realidad otra situación, pero ello no es obstáculo para apoyar y aplaudir a los políticos en general que hoy están cumpliendo con uno de esos deberes el compromiso social ante la emergencia del Covid-19, brindándole la mano al prójimo.
Actualmente observamos políticos solidarios donando de su patrimonio mercados, equipos de salud, entre otros bienes; a la población más afectada en la cuarentena, y publicitan dicha conducta solidaria, pues no quiero defraudarlos, resulta que dicha actitud es normal en un político, además de ser un deber el compromiso social, también es su responsabilidad del político ser percibido por la población, por ello debe evidenciar su cumplimiento, siendo lo más lógico acudir a redes sociales para acreditar su compromiso social.
Los políticos deben usar el marketing político de forma responsable, para mantener informado a su comunidad sobre su actuar y obviamente para seguir consolidando su imagen política, y lograr la aceptación de los ciudadanos.
Al deber se suma la ñapa política, si los políticos en unos años, reciben el voto de esos ciudadanos que percibieron la solidaridad como cumplimiento del deber de compromiso social, pues bienvenido sea para ellos, de eso se trata la actividad política, pero eso hoy no debe ser tema de discusión, hoy solo debemos pensar y actuar frente a la emergencia social que afronta nuestro país.
Diferente un ciudadano individualmente no en calidad de político, realice donaciones y promocione dicha actividad, actúa de mala fe, la caridad no hace ruido se queda en casa, difiere de la actividad de un político quien no puede ni debe actuar en anonimato, es contra su naturaleza, ellos no están haciendo simple caridad están cumpliendo un deber de compromiso social reiteramos.
Igualmente difiere del político, servidor público o contratistas que en nombre de las entidades públicas hace política con las ayudas humanitarias del covid19, ello es degradante además de conllevar sanciones disciplinarias y penales, esas aves marías ajenas se sancionan, eso no es compromiso social es oportunismo mezquino.
El compromiso social hoy, no es atacar, no es criticar por criticar, no son simples palabras, el compromiso social es transformar en realidad la respuesta a una necesidad, las acciones hablan más que el populismo lenguaraz, el compromiso social es el poder cambiar las cosas hacia el bien común.
Por ello en esta época de cuarentena el compromiso social equivale a acciones reales, y se merecen, aplausos y gratitud los congresistas Santandereanos que cumplen su deber de compromiso social evidenciado en redes sociales, y aclaro no estoy de lambezuelas con ninguno de ellos, solo quiero manifestar que es una labor que se debe agradecer y no criticar en la situación del país.
Ojalá ellos tuvieran la capacidad de ayudar mucho más; una persona sin ingresos para obtener la comida del día, pagar servicios, salud, arriendo, deudas sumado con hijos y sin oportunidad de producir, no es una situación que se desee ni al peor enemigo.
Dejemos esa envidia política, ese odio destructor, anhelemos que el ejemplo de estos políticos en Santander se replique en el 100 por ciento de concejales, diputados, congresistas, y políticos en general para seguir apoyando familias en Santander, y en Colombia con el único objetivo de cuidarnos entre todos, el camino es largo, y unidos lograremos llegar mucho más rápido, sanos y sin hambre.
Consejo para ciertos políticos en cuarentena: Dejen de criticar, dejen el populismo de redes, dejen de señalar hoy a los políticos que si cumplen con el deber de compromiso social, dejen un tiempo las redes sociales para reprobar y mejor documenten el cumplimiento de su compromiso social con Santander y el país, y si usted político no puede ser solidario con ayudas reales, deje ayudar, decía la Madre Teresa de Calcuta “Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas.”.
Señores después tendrán tiempo para campañas y populismo, después tendrán tiempo para criticar y evidenciar el incumplimiento de otros deberes de los políticos o para demostrar si fue verdaderamente oportunismo político, después quitaremos máscaras, pero hoy se trata de ayudar a quien lo requiere, si lo hacen con un interés altruista o por captar futuros votos o mejorar la imagen política, no es hora de recriminar, lo importante es brindar una ayuda real y oportuna a quien lo necesita.
Me criticarán por estas conclusiones, pero para mí, primero está la vida, la salud, una familia completa y un plato de comida en la mesa de todos los santandereanos.
¡Quédate en casa, esta tierra aguanta si todos hacemos el esfuerzo de aportar al objetivo de volver a encontrarnos vivos y sanos!
¡Solidaridad y responsabilidad!
*Abogada y Mágister en Gobierno.
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