Por: Ismael Ibáñez/ A lo largo de los años ha existido la lucha de clases, y el resentimiento social del que no tiene hacia el que, si tiene unas mejores condiciones económicas, infortunadamente se le ha hecho creer a la gente que las personas con poder económico son malas o que tienen que regalarle al pobre lo que han construido con mucho esfuerzo.
El paro camionero dejó ver enfrentamiento en redes sociales de las dos posturas, la primera aquellas que estaban en contra del alza del combustible que consideran injusta esta medica que a ciencia cierta es necesaria por el déficit que existe el fondo de estabilización de precios del combustible.
Sin embargo, para quienes opinaban que los subsidios son para el campesino u otros grupos sociales con necesidades tienen razón, no obstante, es importante aclarar que el hecho que suba el costo del combustible esto genera un impacto en el incremento de los fletes que en ultimas el dueño de una tractomula o camión lo que termina haciendo es trasladando ese costo al flete y quien realmente termina teniendo pagando esta alza son las personas de a pie.
En tal sentido logramos ver una lucha de clases el que le da rabia ver a un mulero lucrándose en su actividad económica y opinando que no es justo que tenga subsidio sin darse cuenta que tendrá que pagar más por la canasta familiar entre otros gastos dado que una gran parte de las cosas que consumimos a diario llegan a nuestras manos gracias al transporte terrestre.
Ahora bien, vi varias personas indignadas porque existen empresas de transporte propietarias de varios vehículos, olvidando que estas personas están generando empleo.
Es absurdo creer que el malo es el empresario que son generadores de la riqueza en un país, y muchas oportunidades los propietarios de estos vehículos son independiente lo cual quiere decir que son sus propios jefes ellos mismo son conductores de sus vehículos y lo que algunos desconocen es que estas personas tuvieron que acceder a crédito para poder comprar su carro y con gran esfuerzo pasan largas jornadas de trabajo conduciendo su vehículo para poder hacer la base para poder cubrir sus gastos y compromisos financieros.
Mi invitación a través de esta columna es dejar de un lado el odio de clases, muchas de las personas dueñas hoy de una mula comenzaron siendo conductores y con el paso del tiempo tuvieron la osadía de comprarse un vehículo, pagarlo a cuota y sacar adelante su familia, esta persona no es un riquillo, simplemente una persona esforzada como somos los colombianos que, con dedicación, disciplina avanzamos en la construcción de un mejor país-
El empresario en su momento fue empleado que se cansó de esta condición, sacrifico ahorros, se endeudo para dar el paso hacia la independencia con muchísimo esfuerzo logro crecer económicamente, genera empleo y es un aliado del desarrollo social y económico del país.
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*Administrador de Empresas, Especialista en Gerencia Empresarial, Magister en Dirección y Administración de Empresas, Doctor (c) en Administración y Dirección de Empresas, Gerente General El Porvenir IG SAS.