El suministro de vacunas. Esa es la principal preocupación de los líderes del grupo de los Veintisiete, que se reúnen por videoconferencia este jueves 25 y viernes 26 de marzo en el marco de la cumbre europea.
El bloque está sumergido en la tercera ola de la pandemia de Covid-19. En varios países se volvieron a instaurar y/o a reforzar restricciones a la población. Al mismo tiempo, la campaña de vacunación continúa en todo el continente pero a paso lento. Una de las razones del retraso es el problema de suministro de vacunas por parte del laboratorio AstraZeneca. En este contexto, la frustración no deja de crecer.
Una de las respuestas a este rezago la dio la Comisión Europea este miércoles 24 de marzo. El ente reforzó el mecanismo de control de exportaciones de las vacunas fuera de la Unión Europea, avalado en enero de este año. Esto tiene por blanco las fábricas en territorio europeo de la farmacéutica anglo-sueca.
Estas decisiones le valieron las críticas de Reino Unido, primer destinatario de las dosis fabricadas y exportadas desde el continente. No obstante, ambas partes se mostraron abiertas al diálogo.
Falta de unanimidad de la UE sobre el control de las exportaciones de vacunas
El dispositivo también prevé impedir las exportaciones de dosis hacia países que a su vez sean productores de vacunas, de componentes o de equipos y que no suministran al bloque. Además, las entregas hacia países en donde buena parte de la población ya ha sido inoculada o con una situación epidemiológica favorable también podrían ser frenadas.
Francia apoya este mecanismo porque permite a Europa «defender sus intereses». Pero otros, como Irlanda, están en contra de todo tipo de «bloqueo». Bélgica, que tiene en su territorio varios sitios de producción de farmacéuticas, teme medidas de represalia que podrían interrumpir la cadena de fabricación de vacunas internacionales. Alemania y Países Bajos comparten este punto de vista.
Cabe destacar que cada país que cuente con una fábrica de vacunas en su territorio tiene en sus manos la decisión de autorizar o no la exportación de las dosis. Pero es la Comisión Europea la encargada de zanjar la situación en caso de desacuerdo.
El reparto de las vacunas divide al bloque europeo
Otro tema espinoso es el reparto de las vacunas entre los Veintisiete. Seis países, entre ellos Austria, se dicen perjudicados por el sistema actual y piden una corrección. Aunque ya hay discusiones al respecto, según fuentes diplomáticas, esta cuestión no será solucionada durante esta cumbre.
El sistema en cuestión permitía a cada país miembro reservar dosis de los fármacos según el tamaño de su población. Sin embargo, «ciertos países decidieron adquirir menos vacunas (…) este enfoque no se le puede achacar a la UE ni a los otros países europeos», explicó un diplomático.
Otro de los ejes centrales será el posible certificado sanitario, la que sería la ‘llave maestra’ para salvar el turismo este verano. Este pasaporte de vacunación ya fue propuesto por la Comisión para facilitar los viajes en el seno del continente.
Joe Biden, invitado este jueves
La relación trasatlántica sigue reforzándose. Al final de la tarde de este jueves 25, el presidente estadounidense Joe Biden se unirá a los dirigentes europeos. Por supuesto, hablarán de colaborar estrechamente en el tema de las vacunas.
Pero también se tocarán otros temas de política internacional. Rápidamente se hablará de Rusia y de las relaciones con Turquía.
La Unión Europea y Ankara quieren normalizar sus relaciones luego de meses de tensión en el Mediterráneo oriental. Pero el bloque dice estar preocupado por el deterioro de los derechos humanos en ese país, que recientemente salió de la Convención de Estambul para la lucha contra la violencia hacia la mujer.