‘Lo que bien comienza, bien acaba’, podría etiquetarse a Diego Fran Ariza Pérez, hoy secretario de Hacienda de Santander, porque su primera experiencia laboral le cayó como anillo al dedo. “Fue como auxiliar contable y tesorero encargado de la Cámara de Comercio de Bucaramanga en 1996. Tuve la oportunidad de practicar lo que estudiaba en la universidad y eso me ayudó a continuar mis estudios con más rigor y experiencia profesional. Una combinación entre lo profesional y el servicio público, que me permitió motivarme aún más, avanzar y no quedarme ahí, sino seguir luchando por mis propósitos y creciendo profesionalmente, lo que siempre me ha llenado de inmensa satisfacción”.
Con ello quedó evidente lo que Diego afirma “mi vida ha sido un tapiz tejido con hilos de amor, apoyo y unidad. Mi familia es el pilar fundamental de mi vida, el que me ha sostenido en cada momento y el abrazo cálido que me ha hecho sentir seguro y amado, tanto en las alegrías como en las tristezas y en los desafíos. Mi familia está conformada por mi mami, el amor de mi vida, mi padre y mi hermana. Crecimos en el seno de una familia muy unida, formados bajo los principios de la humildad y el respeto por todas las personas. Con inmenso orgullo puedo decir que hemos sido muy trabajadores, emprendedores y con vocación de servicio”.
“Mi madre es Adela Pérez de Ariza, el amor de mi vida. Líder social, exdiputada del departamento de Santander y una guerrera incansable, dada a ayudar a los demás siempre. El pasado, 9 de enero, se me fue al cielo, y aunque el dolor por su partida será eterno, me siento muy feliz y afortunado de haber tenido a la mejor mamá del mundo. Mi padre es Diego Ariza Duarte, veleño de pura cepa, ha dedicado toda su vida al amor y el respeto por los animales, especialmente por los caballos. Mi hermana es Eliana Ariza, dedicada 100% al servicio social, con más de 25 años de experiencia como docente en el colegio Maiporé, donde, también, nos graduamos como bachilleres”.
Ya sobre su núcleo familiar dijo que “también, son mi roca, mi refugio y mi motivación cada día. Rodeado de mujeres. Ellas, son mi felicidad y mi inspiración para seguir adelante, incluso, cuando los momentos no han sido tan buenos. Mi esposa Xiomara Hernández Sánchez, una mujer responsable e incondicional. Buena madre, buena esposa, buena hija. Dedicada a nuestro hogar. Abogada, excelente profesional. A ella le agradezco infinitamente por elegir, siempre la familia como valor y eje fundamental del desarrollo humano. Tenemos dos hermosas niñas, mis tesoros. Sofía de 15 años y Valeria de 9”.
Diego hizo primaria y secundaria en el colegio Maiporé, en el Norte de Bucaramanga, experiencia que le generó una amplia visión de la sociedad. Dijo al respecto que “vivir y estudiar en un sector popular, en donde se veían muchas necesidades en nuestras familias y el entorno, además del ejemplo de mi madre, fueron la inspiración para alimentar el espíritu de vocación de servicio. Una inspiración inmensa para soñar y salir adelante con espíritu de progreso, a pesar de las limitaciones. Desde el colegio me gustaron mucho los números, las matemáticas y me iba muy bien. Y en el bachillerato me encantó la contabilidad y las finanzas. Así que, no lo pensé mucho, y me decidí a estudiar Contabilidad Pública, eso que tanto me apasionaba”.

Los estudios superiores fueron en la Universidad Santo Tomás, de Bucaramanga, graduado Contador Público en 1997. “Fue una decisión propia que me ha llenado de inmensa satisfacción y me ha abierto muchas puertas a lo largo de los años, pero sobre todo la oportunidad de crecer profesionalmente y servir a mi departamento y a los santandereanos. Soy especialista en Finanzas Públicas de la universidad Santo Tomás de Bucaramanga con maestría en Gestión Pública y Gobierno de la Universidad de Santander, UDES”.
Luego de ser auxiliar contable y tesorero encargado de la Cámara de Comercio de Bucaramanga en 1996 siguió en el servicio público, “con esa vocación de servir, inculcada por mi madre y fortalecida a lo largo de los años”. Situación que se vio respondida cuando puso su hoja de vida tanto al Concejo de Bucaramanga como a la Cámara de Representantes, obteniendo el respaldo de 5.000 bumangueses al Concejo y cerca de 43 mil santandereanos a la Cámara, que considera “grandes logros”.
Desde lo profesional y laboral destacó como logros “las dignidades que he ocupado, como director de Espacio Público del municipio de Bucaramanga, concejal de Bucaramanga, contralor de Santander y subdirector de la Oferta Ambiental de la CDMB. Hoy secretario de Hacienda de Santander. Ello me ha permitido contribuir al fortalecimiento de las fianzas en el departamento, con el fin de poder contar con recursos públicos necesario para el mejoramiento de la calidad de vida de los santandereanos”.
Diego Fran evocó para este artículo un recuerdo que lo hizo muy feliz “ser el mejor bachiller de mi promoción, un reconocimiento que honró el esfuerzo de madre y mi gratitud hacia ella, por tanto, pero también que premió mi disciplina y esas ganas de progresar. También he recibido reconocimientos por parte de mi Universidad, la Santo Tomás, y la UDES, tanto como estudiante, como servidor público. Además, de reconocimiento de la Asamblea, el Concejo Municipal de Vélez y el más reciente, como “Mejor Secretario de Despacho en la ceremonia de Los Más Influyentes de Santander 2024”.
“Con el corazón lleno de gratitud y satisfacción, quiero compartir que he tenido el honor de recibir estos reconocimientos por parte del sector público y la academia como galardones que reflejan mi esfuerzo, compromiso, disciplina y amor por mi tierra. Cada reconocimiento es un recordatorio de que mi trabajo y dedicación, que han tenido un impacto positivo en la comunidad. Por supuesto, siempre muy motivado para seguir adelante, buscando hacerlo mejor que bien”.
Justo considera, sobre la oportunidad de ser parte del selecto grupo de Los Más Influyentes, como aspectos definitivos “mi desempeño como secretario de Hacienda de Santander durante el 2024 son: el gran compromiso, la dedicación, la disciplina y la perseverancia frente a una secretaria tan importante en el recaudo de los ingresos del departamento. Así como el seguimiento que hemos garantizado, junto a un gran equipo de trabajo, para la ejecución de la inversión, dando un manejo eficiente y eficaz, logrando la sostenibilidad de las finanzas públicas departamentales en Santander”.
Gracias a ese bagaje ganado en el hogar, el estudio y el trabajo, Diego Fran puede señalar como puntos a tener en cuenta para quien apenas hoy comienza “que se pregunte a sí mismo qué es lo que lo hace vibrar, qué es eso que tanto lo apasiona y por ahí es el camino. Que persiga sus sueños, sin miedos. A aquellos que están comenzando su camino personal, profesional o laboral, les quiero decir que el secreto para el éxito no está en la perfección, sino en la pasión y la perseverancia. Que se dediquen a lo que tanto les apasiona, con constancia y, por supuesto, que no desfallezcan al primer obstáculo que se les presente, porque es en esos momentos de adversidad cuando se descubre el verdadero potencial. Y, sobre todo, nunca dejen de aprender, de crecer y de mejorar. Que siempre estén en el proceso de mejoramiento continuo. Que nunca tengan miedo de soñar, de intentarlo y de perseverar. De todo lo demás se encarga Dios”.
Aunque así descrita la senda parezca fácil, Diego Fran revela que “el camino de lo púbico no es una tarea fácil, se requiere de constancia, de aceptar los errores y de mejorar continuamente el comportamiento, tanto profesional como personal. Como sacrificios puedo mencionar el tiempo que no estoy con mi familia y amigos. Dedicarnos al servicio público, requiere de extensas jornadas laborales, desde muy temprano hasta muy tarde, los fines de semanas, y jornadas maratónicas. Por eso, aprovecho la oportunidad para agradecer públicamente a mi familia, a mi esposa, a mis hijas, a mis padres, hermanas, sobrinas, primos, y demás familiares por su comprensión. Porque no solo nos han unido los lazos de sangre sino porque ellos han hecho posible que nos una un espíritu de unidad, solidaridad y equipo”.
Por esa absorción del camino de lo público tuvo que disminuir espacios de diversión y jugar tenis. Aunque aprovecha los escasos espacios de descanso para compartir y divertirse con la familia, sus amigos y compañeros y practica el tenis, pero mucho menos. “Un hábito que se arraigó y me ha ayudado profundamente a lograr los objetivos trazados es la constancia”.
Sobre los aspectos que lo motivan a seguir adelante, Diego Fran destacó “el agradecimiento a Dios por el privilegio de la vida, la salud, por permitirnos vivir cada oportunidad. La satisfacción del deber cumplido, de saber que estamos en el camino correcto y que no hemos sido inferiores a los retos trazados. El crecimiento personal y profesional, que son el fruto más dulce recibido por nuestro desempeño laboral. Cada desafío superado, cada objetivo alcanzado y cada lección aprendida son escalones que nos permiten subir y alcanzar nuevas alturas”.