Por: Alfonso Prieto García/ Hemos estado asistiendo a una realidad social y política, producto de no contar con unos lineamientos legales claros, que hagan objetivo el perfil del cargo, requerimientos de estudio, experiencia, representación, pulcritud y honestidad acrisolada, conocimiento de la realidad local, regional, nacional e internacional, conocimiento del manejo económico o interpretación y aplicación de modelos, planes de desarrollo, procedimientos, proyectos, programas, y actividades en busca del desarrollo económico, todo ello, para la selección elección y posesión de los miembros de la junta directiva de nuestra empresa Colombia (el legislativo congresistas), de su Gerente (poder ejecutivo) el presidente y de su revisor fiscal y de justicia (el poder judicial).
Una empresa dispuesta con riquezas naturales, de mano de obra calificada, de tecnologías en todos los niveles de desarrollo, de capital (impuestos), de desarrollos investigativos, de un estado de derecho y de productos y recursos finitos para la satisfacción de las necesidades de sus socios y la humanidad en general (comercio exterior).
Que lamentable e impotente escuchar a una gran mayoría de la población colombiana afirmando la inexistencia de lideres políticos que al no contar con los elementos necesarios especialmente la honestidad, se marginan de elegir, alimentando la franja abstencionista que siempre es superior a la mitad del caudal electoral alcanzada en cada cita periódica con la democracia, o en el peor de los casos, eligiendo un postulado para votar en contra de otro candidato, para contrarrestar su favoritismo así no sea el más idóneo y conveniente.
¿Cuál será la causa de la escasez o inexistencia de buenos o ideales candidatos sin tacha ni desconocimiento o interpretación de la realidad social y de los modelos económicos que calzan con las reformas y ajustes necesarios, unas verdaderas alternativas de solución?
El primer gran desajuste del perfilamiento del líder se produce en la escuela, hoy desprovista de formación de valores, de razonamientos éticos, comportamientos cívico-ciudadanos y ejemplo de vida de sus maestros de hogar y escuela.
Un detonante, La descontextualización de los partidos políticos hoy en crisis por la prevalencia de sus intereses electorales y de poder a expensas de sus postulados políticos económicos y sociales.
La tolerante exigencia de candidatos con antecedentes judiciales que, si bien no son aún sentenciados, su comportamiento e imputación de delitos como impedimento moral, los debe excluir de sus aspiraciones a estos importantes cargos.
La muerte comercial, industrial y de servicios del sector empresarial involucrado en acciones fraudulentas o ilegales con el sector público, sentenciados o vinculados por imputación de cargos, sinónimo de inhabilidad moral para participar en convocatorias.
La participación como autor, coautor interviniente o determinador de un delito contra el estado, delito de lesa humanidad, o contra el sector productivo, que se castigue con muerte política al involucrado.
No permitir más de tres periodos legislativos a los representantes y senadores.
Los colombianos nos merecemos un gerente(presidente) y una junta directiva proba, conocedora, formada y capaz, con la mejor e intachable vida privada y pública.
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*Economista, Magister en Administración de Empresas, exconcejal de Bucaramanga, exdirector seccional UCC Bucaramanga, Asesor nacional de calidad UCC, Investigador Colciencias y Asesor de proyectos.