Por: Carlos Mario Gómez García/ En materia del sector educativo para este 2024 se vienen un sin número de retos que están enmarcados en procesos de mejoramiento que conlleven a mejorar situaciones particulares de la canasta educativa como lo son la infraestructura, la dotación, la capacitación, resultados de pruebas entre otros, pero no solo esto algunos procesos internos que se realizan desde la parte administrativa son fundamentales.
Partiendo del hecho que el sector educativo es de los que más recursos tienen por parte del presupuesto nacional para este 2024 y el gobierno nacional ha venido desde su programa de gobierno buscando la mejoría en los procesos educativos del país en todos los niveles, esto se evidencia con la inversión en infraestructura educativa como del Amazonas o Arauca noticia que vimos en días pasados.
Por el contrario, las regiones son apáticas a esta política, los mandatarios en este sector se interesan por contratos con cuantías altas como las que se manejan en el PAE, o en la inversión en la construcción de colegios que son significativos y en materia de capacitación para cumplir con las metas de sus planes de desarrollo se vio un sin número de capacitaciones desarrolladas por fundaciones al finalizar el año 2023.
En las regiones no tienen claro los mandatarios que se busca por ejemplo en el plan nacional de educación que termina este 2026 porque para ellos es más importante en realizar obras de cemento y ladrillo que en brindar mejoramiento en conocimiento a sus pobladores a sabiendas que desde el proceso formativo es que se puede lograr grandes mejoras en la sociedad.
Las entidades territoriales no tienen planes de educación como tal, mezclan en sus planes de desarrollo lago de educación como capacitación o la construcción de uno o dos colegios, dotación y compra de equipos o pago de redes de internet la cual en muy mala pensando que con eso se cumple, pero no van al trasfondo de la situación o las necesidades que tienen los territorios.
El proceso de politiquero se inmiscuye fácilmente, los alcaldes, diputados o amigos del mandatario solicitan que les ayuden por ejemplo a vincular a un docente en contrato de provisional definitiva o temporal o con licencias de salud o maternidad para cumplir cuotas políticas jugando con la necesidad de quien acude a estos mercaderes de la política.
Los procesos en las secretarias de educación son precarios en la gran mayoría, los funcionarios de carrea administrativa son pocos, los que contratan por prestación de servicios son cuotas políticas, los procesos misionales no se cumplen por la falta de presupuesto, modernización y acompañamiento verdadero al proceso que se lleva a cabo.
Para dar ejemplos palpables, el proceso de vinculación de los nuevos docentes por concurso de méritos aún no se da por terminado por las dilaciones que presentan estos entes territoriales, la realidad de los maestros que salen de dichos cargos y que a la fecha se incumplen con la caracterización de temas como la estabilidad reforzada protegida desde la constitución política y explicada por la misma Corte Constitucional.
Hoy la desidia hacia el sector educativo es igual al que se hace con la salud y en ambos casos lo ven como un negocio y no como un derecho al que tienen los seres humanos.
Observar que la lentitud para solicitar documentos como certificaciones laborales por ejemplo donde demoran hasta un mes para ser expedidas y con explicaciones baratas como la que dan algunos mandatarios como “no hay dinero para contratar funcionarios” es la forma más fácil de hacer lento el aparato estatal.
Las comunidades educativas en muchos sectores necesitan de elementos no solo materiales si no de apoyo, se prometieron las incorporaciones por ejemplo de docentes orientadores y aún no lo hacen, de aumentar la planta de administrativos en cargos como secretarias, servicios generales y vigilancia y a la fecha no se ha realizado.
El mejoramiento de la infraestructura por ejemplo no se da, por nombrar el Colegio del municipio del Carmen de Chucuri departamento de Santander, en el cual por orden de tutela se ordenó a la administración departamental la construcción de este y van más de tres años esperando.
El sector educativo se observa con desidia, no es significativo políticamente para un mandatario, porque solo quiere cumplir con contratación significativa mejoramiento y adjudicación de contratos para cumplir a los patrocinadores de las campañas y el fin fundamental de la administración es gobernar para todos.
La realidad es que mientras haya una desconexión total entre lo que pretende en materia educativa alcanzar el gobierno central y que los entes territoriales no se identifiquen con estas metas para lograr un mejoramiento real en materia educativa esta cartera seguirá siendo observada con desidia.
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*Licenciado en educación, especialista en educación y magister en educación, Abogado, especialista en derecho constitucional, Docente en el sector público por más de 20 años.
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