El manejo de la política internacional en Colombia está en manos únicamente del Canciller en nombre del presidente de la República y solo el Gobierno Nacional puede definir la conveniencia de las relaciones diplomáticas con los demás países.
Esta semana ha sido la más crítica en las relaciones binacionales Colombia – Israel, hasta el punto que el presidente Gustavo Petro llamó a consultas a la embajadora de Colombia en ese país, Margarita Manjarrez Herrera.
He decidido llamar a consulta a nuestra embajadora en Israel. Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino no podemos estar allá.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 1, 2023
En términos sencillos de entender, ese llamado es una forma de protesta de Colombia frente al Gobierno de Benjamín Netanyahu, una señal clara del deterioro en las relaciones entre las partes y el paso previo a una ruptura de las relaciones diplomáticas.
De hecho, la decisión de Petro, de evaluar las relaciones con ese país, no fue tomada a la ligera. Un comunicado de la Cancillería advierte que, “Colombia expresa su más enérgico rechazo por las acciones de las fuerzas de seguridad israelíes en Gaza en áreas densamente pobladas por civiles”.
Así mismo, reitera la urgencia de un cese al fuego y la obligación de observar el Derecho Internacional Humanitario. En el texto, el Ministerio de Relaciones Exteriores plantea una solución que Petro ya había propuesto en otros escenarios: “Concretar de manera urgente una Conferencia de Paz que permita adelantar diálogos que hagan posible la convivencia pacífica entre ambos pueblos”.
La reacción del Colombia se da luego de que el pasado 31 de octubre Israel admitiera que había bombardeado el campo de refugiados de Jabalia, en el norte de Gaza, un enclave palestino que ha quedado aislado y hambriento.
Ese bombardeo dejó un inmenso cráter, daños en los edificios cercanos, 50 muertos y 150 heridos. Entre los restos se han sacado los cadáveres de al menos tres bebés. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, la cifra de muertos desde que Israel empezó su ataque a este territorio asciende a 8.525 palestinos, entre ellos 3.542 niños.
Pese a que la situación entre las partes está en punto muerto, la reunión de este jueves, del alcalde electo de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán Martínez con el embajador israelí en Bogotá, Gali Dagan, enrarece aún más la situación, especialmente porque el recién electo mandatario, en su afán de lograr aliados para su política de seguridad, podría equivocarse al sobrepasar sus funciones y retar al gobierno de Petro con respecto a la decisión de pausar sus relaciones con el país asiático.
El electo alcalde de Bucaramanga, @soyjaimeandres intenta un acercamiento con Israel en materia de seguridad, en un momento donde las relaciones binacionales están en su peor momento. @petrogustavo no se ha manifestado, pero el gobierno ni vio con buenos ojos la reunión. pic.twitter.com/aDnKqhPnqr
— Corrillos (@CorrillosR) November 3, 2023
“El camino al infierno está lleno de buenas intenciones”
La difícil situación por la que atraviesa Bucaramanga en materia de seguridad, llevó a Beltrán Martínez a buscar un aliado para que lo pueda acompañar -en asesoría técnica- en lo que será su enfrentamiento con el hampa. E Israel podría tirarle un salvavidas.
“Hoy hemos estado en la embajada de Israel, dos temas muy importantes para nuestra ciudad, el componente de seguridad y el componente de ciudades inteligentes. Creemos en el lazo importante que tiene la ciudad de Bucaramanga con el pueblo de Israel, pero sobre todo en la articulación de fuerzas, uno, para combatir la delincuencia y los problemas que tenemos hoy por la falta de tecnología y de estrategias de seguridad, y dos, por llevar a Bucaramanga a ser una ciudad inteligente, que le permita a través de los avances que tiene Israel, llevar a Bucaramanga unos elementos importantes basados en el desarrollo y en la tecnología que nos permita hacer una ciudad competitiva como la que soñamos”, dijo el alcalde electo.
Precisó que, “desde ya estamos trabajando por nuestra ciudad porque creemos que las buenas relaciones internacionales nos van a permitir construir una ciudad más sólida y que pueda hacer punta de lanza para la región”.
Aunque las intenciones del ‘Bukele’ bumangués son las mejores, ni Israel, ni el momento diplomático por que el atraviesa la diplomacia entre las partes, son los mejores. Y, aunque el Gobierno colombiano no se ha expresado al respecto (y tal vez no lo haga de manera pública), en el Palacio de Nariño, esa cumbre Beltrán – Dagan no fue vista con buenos ojos.
Un funcionario cercano a Petro le comentó a Corrillos que la decisión del nuevo alcalde no fue “coherente” ni “patriótico”, pues, -dijo- “crear una agenda propia con Israel por fuera de los canales diplomáticos podría verse como una afrenta contra el gobierno y el país en general”.
Pese a que el electo alcalde Beltrán Martínez está convencido que la ayuda de Israel en materia de seguridad es clave para Bucaramanga, Colombia tiene acuerdos vigentes con Estados Unidos en ese mismo tema y las relaciones Petro – Biden se han fortalecido hasta el punto que el país fue certificado, tanto en la lucha contra las drogas como en materia de derechos humanos y por lo cual, los norteamericanos han ampliado los recursos en materia de ayuda para estos y otros problemas que sufren los ciudadanos colombianos.
Se espera que, en materia de inversión por parte del Gobierno Nacional, Bucaramanga no se vea afectada a futuro, producto de una equivocada reunión del mandatario electo con el embajador de Israel, por el difícil momento diplomático que afrontan ambos países.