Por: Carmen Elisa Balaguera Reyes/ Dicen que si una mente está tranquila y ocupada con pensamientos positivos es difícil que el cuerpo enferme. Pero también en estos tiempos donde la televisión, el celular, el computador los distractores de nuestra niñez y de nuestras juventudes, lo que les arrebata el encontrar ocio productivo, otras es que estamos forjando una niñez huérfana de padres, lo que no ocurría en otro tiempo, pero que la violencia fue socavando haciendo generaciones que dejaron su estudio, sus trabajos, sus labores, sus compromisos laborales y sentimentales por dejárselos al vicio.
Son innumerables los factores por los cuales las personas desaprovechan lo que les podría deparar un buen futuro y cambian el rumbo de sus vidas llegando a perder lo más bello del ser humano su propia autoestima, causas tales como el ver a otras personas usando sustancias, padres, familiares consumiendo alcohol, fumando o abusando de sustancias; los grupos de jóvenes giran alrededor de beber y fumar marihuana, las películas, los medios de comunicación, el aburrimiento o la misma búsqueda de felicidad.
Esas personas se han convertido en un lastre para las comunidades y sus familias y es desde una parte de la sociedad donde no se les ve con buenos ojos a “los mal vestidos”, “mugrientos”, “mal olientes” y “peligrosos habitantes de calle”. Se respira un aire de menosprecio hacia quienes han elegido las calles como sus lugares de habitación, y es por eso que con la llegada de habitantes de otro país, que han encontrado en las calles un refugio seguro pero la problemática va en aumento en nuestra ciudad.
La Ley 1641 de 12 de julio de 2013 establece los lineamientos para la formulación de la política pública social para habitantes de la calle, constituye el conjunto de principios, lineamientos, estrategias, mecanismos y herramientas que orientarán las acciones del Estado colombiano en la búsqueda de garantizar, promover, proteger y restablecer los derechos de las personas habitantes de la calle, con el propósito de lograr su rehabilitación y su inclusión social; dice que es la persona sin distinción de sexo, raza o edad, que hace de la calle su lugar de habitación, ya sea de forma permanente o transitoria.
La política establece que es a través del DANE como se debe implementar el censo con el fin de realizar la caracterización demográfica y socioeconómica de las personas habitantes de calle.
En Bucaramanga las estadísticas del censo nos dice que en el año 2016 hubo un registro de 1.246 habitantes de calle, en el 2018 hubo 1.546, el año anterior a mediados de junio se divulgó por parte de la Secretaría de Desarrollo Social de la Alcaldía de Bucaramanga que eran mil ochenta las personas caracterizadas, pero estos meses estamos evidenciando un alto índice de llegada de nuevas personas que lo más probable es que no aparezcan en el censo. (Ver más)
El programa encabeza de la Secretaria de Desarrollo tiene proyectos que desarrolla a través de organismos, que en su mayoría disponen acciones de asistencialismo, sin embargo se requiere lograr un impacto real que permita alcanzar que muchas personas salgan del marasmo de vivir en las calles de la ciudad.
Pero la idea en el diseño, implementación y seguimiento a la política pública es lograr unos resultados positivos ya que en el entorno turbulento en el que se enfrenta la administración pública los resultados se constituyen en la solución acertada al problema de promover y dirigir procesos cuyas acciones generen mejor calidad de vida para sus habitantes.
De estos procesos evaluativos, la evaluación del sistema de gestión, es una etapa en la que se obtiene un diagnóstico de los mecanismos para gestionar los diferentes actores, procesos y recursos que posibilitan una adecuada implementación de la intervención.
Esperamos conocer en las estadísticas cuantos de estas personas han podido retornar a tener una vida de calidad o el ser atendido en su recuperación ya que muchos atraviesan crisis psicológicas que nunca son tratadas de manera permanente, pues se presenta de igual manera que esta población es muy flotante.
Pero debe ser el concurso de la Sociedad la que ayude a un minúsculo grupo de personas, que hace lo que puede para garantizarles a estos un mínimo de vida.
En Bucaramanga funcionan en la Calle 31 #17-74 los proyectos enfocados en solucionar esta problemática, reciben propuestas y aporte de todo tipo, apoyar a estas iniciativas revierte el efecto negativo que produce darles dinero en las calles. Estas personas necesitan empezar a aceptar las terapias y lo que les ofrezcan estos organismos especializados en la materia.
Correo: celisabreyes2008@hotmail.com
Twitter: @celisabalaguera