Con el retiro de la proposición de nombrar una comisión accidental para estudiar la situación jurídica en que está el nombramiento del Contralor Municipal de Bucaramanga encargado, cerró la instalación del Concejo Municipal el pasado jueves 2 de enero de 2020 a las 7:04 de la noche.
Asistieron los 19 concejales, tanto los 18 concejales electos, como el concejal Jaime Andrés Beltrán, quien viene de ser el segundo en la elección a la Alcaldía de Bucaramanga, pero por el Estatuto de Oposición le correspondió una curul en el Concejo.
Los 19 cabildantes llegaron acompañados de su familia, en algunos casos papá y mamá, en otros con esposa e hijos, o ambos, hermanos, amigos y por momentos lo que parecían ser barras bravas que aplaudían o renegaban de una intervención. El salón se llenó en los dos pisos.
Presidencia interina
Por ordenamiento jurídico en la sesión de instalación se nombra un presidente interino, según la primera persona que está en orden alfabético. En este caso le correspondió a Marina de Jesús Arévalo Durán. Ella hace parte de la lista cerrada que presentó el Grupo Liga en las pasadas elecciones.
Marina Arévalo es ingeniera industrial de la Universidad Industrial de Santander, con experiencia en el sector solidario.
Luego de los actos protocolarios se nombró la primera comisión integrada por Javier Ayala Moreno, Carlos Felipe Parra Rojas, Jorge Humberto Rangel, Jaime Andrés Beltrán y Cristian Reyes Aguilar.
Los mencionados fueron comisionados para ir hasta el despacho del Alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas Rey, para invitarlo al acto de instalación y posesión del Concejo de Bucaramanga. Primer receso.
Cárdenas Rey pasó por cada puesto a saludar a los invitados que estaban en el primer piso, tanto a concejales como a amigos y familiares. Desde el segundo piso observaba el público en general, entre el cual se ubicó el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suárez. Fue invitado a bajar, pero prefirió seguir en la tribuna con su esposa y dos hijos.
Lo que dijo Cárdenas
Es un periodo histórico de la ciudad en su lucha contra la corrupción, dijo el alcalde Cárdenas Rey, en el Concejo. Daremos, dijo, un buen uso a los recursos que se recuperaron y que estaban en poder de la mafia politiquera.
Esos recursos serán usados en el bienestar de la primera infancia. Se necesitan, dijo, personas sanas, protegidas, felices.
Dijo que Bucaramanga debe ser una ciudad sostenible ambientalmente y para ello se debe trabajar en temas varios, como el tratamiento de las aguas residuales, las cuales al momento apenas se tratan en un mínimo porcentaje.
De igual forma debe observarse, según manifestó, el tema de la calidad del aire. No es un tema pasajero. De allí se derivan enfermedades respiratorias. Aunado a ello está el plan maestro de las ciclo rutas.
Aseguró Cárdenas Rey que con respecto al tema de los residuos sólidos se debe hacer un cierre técnico de El Carrasco y agendar con los demás municipios que hacen uso del relleno sanitario la posibilidad de la opción a definir.
Relacionado al tema anterior, refirió que en Bucaramanga se debe trabajar en el reciclaje desde la fuente y ya existe un espacio de reciclaje en la ciudad.
Comunicación abierta y transparente
Admitió además que la defensa de la vida es prioritaria. Se trabajará con la Policía Nacional y entes judiciales. Se debe lograr una judicialización efectiva.
El Alcalde de Bucaramanga también mencionó que se debe quitarle jóvenes a la calle con educación extendida, y con actividades deportivas y culturales añadidas a la jornada escolar.
Agregó que se debe trabajar en el emprendimiento sostenible para disminuir la siniestralidad empresarial. Articular proyectos para buscar soluciones. Bucaramanga, dijo, debe tener cien mil jóvenes de nivel superior en emprendimiento.
Con los concejales la administración tendrá una comunicación abierta y transparente. En donde a todos se los escucha. Se trata de gobernar y gobernar es hacer, dijo el alcalde Cárdenas Rey.
Por último dijo que quedaban instaladas las sesiones del Honorable Concejo de Bucaramanga.
Mesa Directiva para el lunes
Un rato después el Alcalde pidió permiso para retirarse. Mientras que la presidenta ad hoc nombró la comisión de acreditación. Luisa Fernanda Ballesteros, Wilson Danovis Lozano, Nelson Mantilla y Tito Rangel manifestaron luego de revisar las hojas de vida y documentos que los 19 concejales tenían la documentación en regla y podían posesionarse.
Se tomó el juramento y se hizo la instalación y apertura del primer periodo de sesiones ordinarias del Concejo de Bucaramanga 2020 – 2023.
Se aprobó la proposición de que la próxima sesión sea el lunes seis de enero de 2020 a las tres de la tarde para elegir la Mesa Directiva, el presidente del Concejo el primer vicepresidente y el segundo vicepresidente.
Los concejales del Partido Verde, excepto Carlos Barajas, presentaron la proposición de que quien quiera ser Presidente del Concejo debe presentar su Plan de Trabajo para el año que le corresponda. Wilson Danovis asentía mientras que Carlos Parra explicaba la propuesta.
Al respecto todos estuvieron de acuerdo en el tema. Sin embargo argumentaron algunos que en el reglamento del Concejo ese Plan de Acción no se establecía y que podía ser optativo.
Otros dijeron que para volverlo obligatorio debería formarse una comisión que trabajara en la modificación del reglamento y luego en plenaria escucharlo y aprobarlo. También se argumentó que la propuesta de ser Presidente del Concejo no debía ser condicionada.
En cuanto a la primera proposición de la próxima sesión se aprobó con 13 positivos y 6 negativos. Mientras que para la proposición de presentar un Plan de Acción con acciones y proposiciones para el año en la Presidencia del Concejo se votó 16 positivos y 3 negativos. Las dos fueron aprobadas.
La comisión y la Contraloría
La proposición formulada por Carlos Parra que concentró el debate y que enzarzó a ocho concejales, entre ellos a los abogados y a los concejales repitentes en un debate pletórico de ideas, mientras los demás escuchaban sin opinar, fue el tema del nombramiento del Contralor de Bucaramanga encargado, Héctor Rolando Noriega.
Dijo Parra que a Noriega lo encargaron el 30 de diciembre de 2019 por una vacancia en el cargo de Contralor de Bucaramanga. Pero vacancia como tal no existía porque el periodo terminaba el 31 de diciembre de 2019.
Sin embargo, dijo Parra, ni siquiera lo encargó la Mesa Directiva del Concejo de Bucaramanga (periodo 2015 – 2019) sino que fue un encargo firmado por Wilson Mora, quien al momento fungía como Presidente del Concejo.
Explicó Parra que la elección del Contralor Noriega fue firmada por Wilson Mora Cadena el 30 de diciembre de 2019, pero la vacancia se da desde el 31 de diciembre de 2019.
Aseguró el Concejal, al respaldar su proposición de la comisión accidental, que el Contralor es ordenador del gasto, de allí la urgencia de ser nombrada una comisión que revise cómo está la situación jurídica del nombramiento del Contralor de Bucaramanga.
El debate se abrió porque la pregunta general, en primera instancia, fue ¿está entre las funciones de la mesa preparatoria del Concejo nombrar una comisión accidental?
Parra aseguró que si ya había nombrado dos comisiones: Una para invitar al Alcalde a instalar el Concejo y la segunda la de acreditación para verificar documentos de los 19 concejales, ¿qué le impedía nombrar otra comisión para verificar los intereses de Bucaramanga?… porque la Contraloría es de la ciudad no de los concejales.
El receso para consultas
La Presidenta ad hoc no le hallaba solución a ese sudoku jurídico y determinó un receso. Los concejales que son abogados y los concejales repitentes esgrimieron argumentos a favor y en contra, o recomendaban la tercera opción. Grupos se formaban y se intercambiaban para escucharse unos a otros y recoger el análisis del más avezado.
Cumplido el receso, los más versados esgrimieron a favor y en contra. Pero le resultó otra pata a la mesa ¿estaría el Concejo dentro de sus funciones el nombrar la comisión accidental con ese propósito de verificar el encargo de la Contraloría? La duda de poner su tarjeta de concejal recién recibida en posición de prevaricato granjeó dudas mayores.
Para no ser ni chicha ni limonada, la Presidenta ad hoc dijo que se abstenía. Pero el experimentado concejal Jaime Andrés Beltrán manifestó que así no era y que la solución para no votar esa proposición era que fuera retirada por el autor de la misma.
Enfrascados en un limbo jurídico y en una incertidumbre de códigos para verificar la legalidad de lo actuado, prefirieron arrear banderas. Y Parra, el Concejal ponente retiró su proposición.
Y apareció una tercería que determinó que no se nombraría comisión accidental, pero que se le informaría por escrito este viernes tres de enero de 2020 a la Procuraduría General de la Nación para que tomara cartas en el asunto.
Propuso Parra que fuera la Procuraduría General de la Nación y no la Procuraduría Provincial porque allí Mora Cadena tendría un familiar trabajando, lo que supondría unos “Intereses Creados”.
Retirada esa proposición y las demás concomitantes, y generada la idea de la comunicación por escrito a la Procuraduría el acto de instalación se dio por terminado.
El lunes seis de enero a las tres de la tarde viene la próxima sesión. La primera sesión ya empezó a perfilar de qué madera está hecho cada uno.