Por: Leonardo Vásquez/ Lo cierto es que la Secretaría del gabinete de Cárdenas debe preparar una ‘justa y buena’ defensa porque de confirmar la Fiscalía los hallazgos que le acaba de correr traslado la Contraloría, estará hospedándose unos años por la vía chimitá.
Finalizó la auditoría exprés por parte de la Contraloría de Bucaramanga al contrato suscrito por la Secretaría de Desarrollo Municipal con ‘Justo & Bueno’ para la entrega de kits alimentarios. El resultado: ¡de no creer!
La Administración que se jacta de realizar procesos contractuales transparentes, quedó desvestida del discurso cuando se comprobó que ‘Justo & Bueno’ se favoreció del oneroso contrato de más de mil doscientos millones de pesos cuando cotizó atún rayado por atún de lomo ¡metiendo gato por liebre!
Algunos dirán que es una diferencia mínima que no afecta el resultado, que finalmente también es atún. Pero la realidad es otra, porque al no ser el producto con el que se solicitó que cotizaran los demás oferentes y por ser un producto más económico, permitió que por obvias razones terminará siendo la propuesta más barata y en consecuencia, se le terminará adjudicando el contrato.
Esta es una situación que rompe el equilibrio entre los demás participantes y que sin duda terminó siendo ‘injusto y malo’ para los demás aspirantes del proceso contractual.
Pero como si este favorecimiento no hubiera sido poco, el ente de Control encontró además dos situaciones que merecen el reproche social: los kits no fueron entregados completos y además se entregaron a personas que no hacían parte de la población que debía beneficiarse.
En el primer caso, misteriosamente en el camino de empacar el kit y de hacer entrega del mismo se perdió una lata de atún, dos panelas, cuatro bolsas de lentejas y una bolsa de frijol. Tengan cuidado al parecer en ‘justo y bueno’ las bolsas tienen un hueco y no se dieron cuenta cuando se les cayeron esos alimentos.
Alimentos que al descontarlos de lo contratado e ‘injustamente’ pagado al ‘no tan buen’ contratista: equivale a 108 millones de pesos ¡vaya hueco!
En el segundo caso, mientras el gobierno municipal pretendía satisfacer la necesidad alimentaría de adultos mayores en condiciones extremas de vulnerabilidad económica, la Contraloría comprobó que es tal el desorden que hay en la Secretaría de Desarrollo Municipal, que no tuvieron la precaución de depurar listados, que hasta recibieron mercados personas que no residen en la ciudad, además se beneficiaron venezolanos y, personas que ya habían recibido beneficios por otros programas. Pero lo más grave: unos se encontraban fallecidos. Los muertos ya no solo votan sino que también reciben mercados.
Luego ya está claro que Natalia Durán Valvuena, Secretaria de Desarrollo Municipal, ya no solo será famosa por haber satanizado a los asilos como lo hizo en meses pasados. Ahora será reconocida por celebrar dudosos contratos y por su negligencia en el control que debió hacer al mismo (junto con el supervisor).
Lo cierto es que la Secretaría del gabinete de Cárdenas debe preparar una ‘justa y buena’ defensa porque de confirmar la Fiscalía los hallazgos que le acaba de correr traslado la Contraloría, estará hospedándose unos años por la vía chimitá.
Coda: Para la próxima columna ya estará finalizado el trabajo de investigación que se hizo a un polémico contrato del adalid de la moral publica: Rodolfo Hernández. Se darán cuenta cómo se direccionó un contrato a las buenas y a las malas. Pero que el contratista italiano: ¡iba porque iba!
*Abogado, Especialista en Derecho Penal y candidato a Magister en Derecho.
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