Muchos pobladores locales están furiosos con la incapacidad del gobierno de prepararse para la actual oleada de contagios, luego de dos años de exitosa estrategia cero covid a un alto costo económico.
Otros países que adoptaron la estrategia de cero Covid como Australia, Nueva Zelanda y Singapur, ahora aprenden a convivir con el virus mientras China permanece aferrada a la política de erradicar hasta el mínimo brote, y ordenó a Hong Kong seguir el mismo camino.
El centro financiero se prepara ahora para realizar pruebas de covid-19 a sus 7,4 millones de habitantes y aislar a todos los que resulten positivos, pese a que la tasa de contagios está fuera de control.
Las morgues están saturadas, las ambulancias escasean, y los pacientes contagiados pasan largos períodos en cuarentena en instalaciones gubernamentales.
Emily, de 40 años y madre de dos hijos, está convencida de que su familia se contagió cuando pasaron horas en filas para realizar pruebas del coronavirus en febrero, luego de que se detectó un caso en el edificio donde vive.
Los resultados tardaron 10 días y mostraron que todos, salvo el menor, estaban negativos, pero para entonces toda la familia estaba con síntomas.
«Traumatizante»
«Nunca pensé que le haría mal a mis seres más queridos cuando yo solo quería cooperar con el gobierno», declaró Emily a AFP, identificándose con solo su primer nombre.
«Es traumatizante», agregó
La ciudad, que ha registrado más de 200.000 contagios en los últimos dos meses, contra solo 12.000 en los dos años previos, se prepara para un ambicioso programa de pruebas masivas y aislamiento.
Pese al alto nivel de contagios de la variante ómicron que prevalece en el centro financiero, las autoridades chinas están convencidas de que tendrán éxito.
Liang Wannian, uno de los arquitectos de la estrategia china anticovid, llegó el lunes a Hong Kong para participar de la campaña anticovid.
Se conocen pocos detalles de lo que harán las autoridades con los miles de casos que podrían ser detectados con las pruebas masivas, pero la jefa del gobierno local, Carrie Lam, dijo que no quieren que las personas se recuperen en casa.
Unas 70.000 unidades de aislamiento deben estar disponibles en las próximas semanas, algunas de ellas en hoteles y edificios residenciales, otros en campamentos levantados a las prisas con ayuda de China.
Pero especialistas locales advierten que las instalaciones son solo una fracción de lo que será necesario.
«Si no tenemos un plan de cómo poner en cuarentena a los casos confirmados, las pruebas masivas no tendrán ninguna utilidad», comentó a periodistas Ivan Hung, asesor gubernamental para la pandemia.
Quienes han estado en los campos de cuarentena dicen que las condiciones son lúgubres y caóticas.
Samuel Ho, un especialista en informática que pasó una semana en el campo de Penny’s Bay, dijo que no le dieron ninguna instrucción los primeros dos días, y su único contacto con el exterior era la comida fría que dejaban fuera de su cabina.
«Es muy caótico y muy asustador, y fácilmente puede colapsar la mente de uno», comentó Ho, quien usó un seudónimo para no ser identificado.
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