Cuando usted viajaba al Mercado Campesino, un poco más allá de la Ciudadela Real de Minas, en el occidente de Bucaramanga, al frente de ese Mercado se veía allí un lote.
Ese espacio, ese lote, frente al Mercado Campesino, siempre es recordado porque allí se ubicaba el circo y de resto del tiempo parecía solo parqueadero y nada más. Inclusive una vez se escenificó un pesebre de tamaño natural, era como caminar por las calles de Belén.
Pero en los demás días parecía ser solo parqueadero. Sin embargo, no solo en la tierra, más arena que tierra negra, en realidad, se gestaban sueños desde hacía más de 25 años, pero que parecían no existir porque no se veían. Sólo de vez en cuando se levantaba una carpa de circo
Fabián Pradilla Díaz tenía hace 25 años, cinco años de edad y caminaba al lado de su padre por ese predio. Luis Alejandro Pradilla Cobos, padre de Fabián, tenía ese predio, pero más como pastura de vacas. Era una actividad heredada pues el abuelo de Fabián fue ganadero, al igual que su papá.
Desde muy chico Fabián visitaba el predio, pero no como una visita formal, más bien cada pisada que daba por allí era como ir sembrando sueños e ideas, que luego empezó a levantar.
María Hilda Díaz Acero es la mamá de Fabián Pradilla Díaz y siempre ha estado al lado de sus tres hijos. Fabián es el menor. Las dos mayores son una abogada y una esteticista.
Al fallecer don Luis Alejandro, sus hijos heredaron sus bienes. A Fabián le correspondió el lote. Cortó el pasto y quedó la tierra o arena gris a la vista, pero más que eso, empezaron a germinar los sueños de Fabián.
Los circos y las ciudades de hierro siguen ubicándose allí, en ese predio, frente al Mercado Campesino, cuando llegan a Bucaramanga. Es como una razón natural de que siempre se hagan allí. A Fabián no le molesta, al contrario, le saca jugo a ese espacio, pero no se limita a ese ingreso.
Ya con el lote a nombre de Fabián, empezó a despertar las semillas. Al parqueadero por razones de vínculo le sumó la serviteca en donde le lavan y engrasan el vehículo.
Como su afición es el deporte, en otro sector construyó las canchas sintéticas. El parqueadero continuó y el espacio para el circo o la ciudad de hierro está allí, aunque en ocasiones puede usarse como parqueadero para el restaurante La Carpa, que también creó.
“El restaurante y todas las empresas que se desarrollan en este predio son de Fabián. Fruto de su trabajo. Me decía “madre voy a hacer tal cosa” y yo le decía “mijo hágala, hágale”. Las iniciativas siempre fueron de él”, reveló doña María Hilda.
Tiene 30 años, pero desde los 5 trabaja. Tal vez por eso ya a sus 30 años Fabián Pradilla Díaz mereció que el Concejo de Bucaramanga lo exaltara.
El jueves siete de julio de 2022 en sesión de plenaria el Concejo le otorgó a Fabián la “Orden Ciudad de Bucaramanga al Mérito Empresarial, Industrial y Comercial”, destinada a honrar a las personas o entidades que se hayan distinguido por servicios especiales de interés general o por cualquier actividad encaminada al engrandecimiento, progreso y desarrollo regional, nacional e internacional.
El pergamino, la presea y un diploma fueron entregados en la plenaria del Concejo de Bucaramanga. El ponente de la Orden fue el concejal Cristian Reyes, quien aseguró ser su amigo y un hombre de las mismas calidades del condecorado quien fruto de su esfuerzo y su trabajo hoy se destaca como empresario.
Fabián declaró a los medios que eran “años de trabajo, sacrificio de años de ardua labor, llevamos 15 años trabajando por Bucaramanga y Santander, generando empleo. En épocas de pandemia tratamos de que todos los empleados recibieran su sueldo, de no liquidar ningún cargo, al contrario, los acogimos a todos con cariño con abrazos y a todos les mantuvimos el sueldo”.
La presea colgada, en la solapa izquierda de su saco gris, brillaba, mientras recordaba a la prensa que “son 52 empleados fijos los que genera y 200 espontáneos. Realizamos eventos, conciertos, ciudades de hierro, circos, tenemos un restaurante que se llama La Carpa, tenemos unas canchas sintéticas que se llaman del Metropolitano, el Bolo criollo Metropolitano, el Parqueadero Metropolitano, el Servicentro Metropolitano, y de allí derivamos todo el trabajo que hemos venido desarrollando ya por quince años en Santander”.
“En las épocas de la pandemia -dijo- fue un tiempo muy difícil, fue una pandemia que nadie la esperaba. Tratamos de reestructurarnos mucho, y tratamos de hacer aliados. Cumplirles a los empleados que tuvieran su comer cada día y lo logramos salir con esta pandemia que parece de salida. Un pilar fundamental fue tener un soporte de años de trabajo, porque no podemos nosotros llegar a correr sin aprender a caminar. Teníamos que tener unas bases, unos soportes para generar empleo, para tener un flujo de caja y poder pagar esos empleados. Las ganancias que se tenían de años fueron a un fondo de empleados el cual sustentó esos tiempos complicados. Y la familia, siempre”.
Fabián dijo además en el recinto del Concejo que “hacemos labor social con base en las seis fundaciones y los seis clubes deportivos que tenemos acogidos con mi nombre de Fabián Pradilla, también participamos en los campeonatos intermunicipales y traemos artistas nacionales e internacionales acá. Muy contento con esta exaltación, este reconocimiento del Concejo de Bucaramanga porque no me lo esperaba, pero gracias a Dios se logró y es fruto de todos estos años de trabajo”.
Según dijo que “lo que se sigue es un consolidado de cuatro empresarios para hacer un mega evento masivo que queremos traer a Bucaramanga. Ya les iré contando en el camino. Serán dos artistas de talla internacional los que traeremos acá a Bucaramanga y que queremos se presenten en la Feria de Bucaramanga”.