«¿Habrá cierto dolor? Sí, tal vez (y tal vez no)», escribió Trump en su red social Truth Social, un día después de haber establecido aranceles aduaneros del 25% a México y Canadá y de un 10% adicional a los ya existentes para los bienes chinos.
«Nosotros haremos que Estados Unidos sea grande otra vez, y valdrá la pena todo el costo que debemos pagar», añadió.
Ante los aranceles, que deben entrar en vigor el martes, los tres países han prometido represalias, mientras analistas advierten que una guerra comercial reducirá el crecimiento de Estados Unidos y elevará los precios al consumo en el corto plazo.
Desde antes de su investidura, Trump reclama que los tres principales socios comerciales de Washington no toman medidas suficientes para frenar la migración irregular y el tráfico de fentanilo, un poderoso opioide, por lo que plantea los aranceles como medida de presión.
En el caso de México, la Casa Blanca anunció la imposición de los aranceles hasta que el país «coopere con Estados Unidos en la lucha contra las drogas», ya que los cárteles mexicanos «son los principales traficantes mundiales de fentanilo, metanfetamina y otras drogas» hacia su territorio.
Incluso acusó al Gobierno mexicano de tener «una alianza» con los grupos narcotraficantes y ofrecerles «refugios seguros».
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, pidió a su ministro de Economía, Marcelo Ebrard, que en respuesta se implemente un «Plan B» que incluiría posibles «medidas arancelarias».
Este domingo, la mandataria izquierdista aseguró en un video en la red social X que el lunes dará detalles sobre esas represalias y aseguró que espera la respuesta de Trump a su propuesta de conformar una mesa de trabajo sobre migración y narcotráfico.
«Acusar al Gobierno de México de aliado del narco es, además de una ofensa a nuestro país, un pretexto para distraer a la opinión pública de Estados Unidos del tremendo error de imponer tarifas disruptivas a México y las empresas norteamericanas», dijo también su secretario Ebrard en X.
El «estado número 51» de EEUU
Aparentemente buscando limitar un repunte en los precios de los combustibles y la electricidad, Trump puso el gravamen a las importaciones de energía de Canadá en sólo el 10%.
En otra publicación, Trump reiteró su deseo de que Canadá se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos, aumentando las tensiones con uno de sus aliados más cercanos.
Estados Unidos paga «cientos de miles de millones de dólares para subvencionar a Canadá», afirmó Trump. «Sin este subsidio masivo, Canadá deja de existir como un país viable. Por lo tanto, Canadá debería convertirse en nuestro querido estado número 51».
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo el sábado que impondrá 25% de tarifas a bienes estadounidenses seleccionados por un valor de 106.600 millones de dólares en una primera ronda de medidas el martes, seguida de una segunda en tres semanas.
Los líderes de varias provincias canadienses también han anunciado acciones en represalia como la suspensión inmediata de compras de licores de Estados Unidos.
El domingo una fuente del Gobierno canadiense dijo que Canadá presentará además un reclamo ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) dada la «violación de los compromisos comerciales» de Estados Unidos y del tratado T-MEC, que comparte con México. Ottawa también presentará un recurso en el marco del T-MEC.
Entretanto, China afirmó el domingo que se «opone firmemente» a las nuevas tarifas impuestas y prometió tomar las «contramedidas», incluido también un recurso contra Washington en la OMC.
«China espera que Estados Unidos observe y enfrente de manera objetiva y racional sus propios problemas, como el del fentanilo, en lugar de amenazar todo el tiempo a otros países con aranceles», indicó el Ministerio de Comercio Exterior de Beijing.
«Esos días se acabaron»
El viernes, el consejo editorial del diario The Wall Street Journal criticó a Trump en un artículo titulado ‘La guerra comercial más tonta de la historia’, en el que afirma que los «consumidores estadounidenses sentirán la mordedura de los precios altos de algunos bienes».
«El ‘lobby de las tarifas’, liderado por los globalistas del Wall Street Journal, como siempre equivocados, está trabajando duro para justificar (…) décadas de estafa a Estados Unidos, tanto con el comercio, el crimen y las drogas venenosas», respondió Trump.
Para el republicano, el déficit comercial de Estados Unidos es una señal de que otros países sacan ventaja de los estadounidenses.
«Esos días se acabaron», escribió Trump, que comenzó su domingo con una visita a uno de sus campos de golf en Florida.
El republicano también ha amenazado con acciones similares contra la Unión Europea, que el domingo «lamentó» los aranceles contra Canadá, México y China y advirtió que «responderá con firmeza» si se le aplican gravámenes «injustos».