Por: Jenny Paola Rangel Chaves/ El subempleo según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hace referencia a los empleados que trabajan con una productividad inferior, trabajan menos horas y están ubicados laboralmente por debajo de su nivel de formación, con tal de tener un empleo.
Hay un tipo de subempleo denominado “empleo inadecuado” o por “competencias”, que se refiere a cuando el trabajador desea cambiar de trabajo pues recibe ingresos por debajo de lo que se merece según su nivel de formación, o porque desempeña trabajos que no están acorde a su perfil profesional.
Un ejemplo de este tipo de subempleo es cuando los recién graduados no consiguen ingresar al mundo laboral a desempeñar funciones que estén acordes a lo que estudiaron, pues la gran mayoría de empresas buscan personas con experiencia que muchos no tienen, pues algunos estudiantes se dedican únicamente a estudiar sin tener la oportunidad de acceder a un empleo para adquirir experiencia.
Recuerdo que cuando terminé la universidad, fui a llevar mi hoja de vida a una entidad en la cual deseaba trabajar, obteniendo una respuesta negativa pues según ellos estaba sobrecalificada para el cargo, es decir, mi preparación académica estaba por encima del cargo que me podían ofrecer, por lo cual tuve que seguir buscando hasta que encontré un trabajo que no estaba acorde con mi nivel de estudios, pero me servía como experiencia laboral, siendo éste último un ejemplo de lo que se considera como subempleo.
Hay varios motivos por los cuales algunas empresas evitan contratar personal sobrecalificado, entre esos porque suele suceder que la persona tome el trabajo como algo temporal mientras consigue algo de acuerdo a su perfil, o porque las personas se pueden llegar a aburrir con las funciones que desempeña en el cargo, o exigen un sueldo superior al que se les puede ofrecer.
Otro tipo de subempleo es el de “insuficiencia de horas”, en donde la persona que desempeña este tipo de empleo se ve obligado a trabajar por menos horas de las que corresponden a la jornada laboral de un trabajador formal (48 horas semanales en Colombia).
Se conoce también el subempleo “por ingresos”, en donde los ingresos no son acordes al trabajo desempeñado por el empleado.
En muchos países, el problema del subempleo es tan grave, o incluso peor, que el del desempleo. Las personas pobres, especialmente en los países en desarrollo, donde las redes de protección social suelen ser limitadas, no pueden permitirse estar desempleadas y están, por ende, obligadas a realizar actividades económicas que no son muy productivas y proporcionan escasos ingresos. Por lo general, trabajan por cuenta propia en la economía informal o pasan de un trabajo ocasional al siguiente, pero perdiendo mucho tiempo en el intervalo buscando trabajo. Algunos pueden verse atrapados en formas de empleo que, si bien son de larga duración, tienen carácter precario o peligroso, y aunque a la mayoría no se le clasifica como desempleados, su situación suele ser tan grave como la de estos.1
El grupo más afectado es aquel de los 18 a los 24 años, con tasas superiores al 40% de los trabajadores en ese rango. Los siguen de cerca los trabajadores entre 12 y 17 años, y los de 25 a 29 años. Por su parte, los trabajadores mayores presentan porcentajes menores de subempleo, lo cual puede indicar que son los jóvenes que comienzan su trayectoria laboral los que están más dispuestos a aceptar trabajos en condiciones de subempleo.2
Existe gran cantidad de causas por las cuales se da lugar al subempleo, y entre esas podemos identificar las siguientes:
-Poca oferta de empleo formal
-Falta de preparación académica que se adecue a la vacante laboral
-El nivel salarial ofrecido por las empresas
-Falta de políticas publicas frente a la generación de empleo
-Personas sobrecalificadas para el cargo
-Altos índices de desempleo
-Modelo productivo poco diversificado
Para combatir lo anteriormente mencionado se sugiere, entre otros aspectos no menos importantes, la creación de empleos adecuados, transformación a las estrategias de desarrollo, y generación de políticas de empleos cuyas decisiones sean debatidas entre los agentes económicos y los actores sociales con el fin de que se genere un beneficio colectivo.
…
*Profesional en Administración de Empresas (UNAB), Magíster en Administración de Empresas con énfasis en Gestión Estratégica de Mercadeo (UNAB). Docente Universitaria.
Twitter: @jennrangel91
Facebook: Jenny PaoLa Rangel
Linkedln: Jenny Paola Rangel Chaves
Contacto: 317 288 5468