Por: Roberto Aponte/ Los árboles maderables son recursos que deben gestionarse apropiadamente para reducir los impactos ambientales y mantener un sistema más productivo, por eso se recomienda evitar el monocultivo y aprovechar los beneficios ecológicos de varios árboles de distintas familias como apoyo a otras actividades en el campo. Existen plantas leñosas que, aunque sus nombres no sean muy reconocidos han sido bastante utilizadas en nuestro país.
El móncoro (Cordia Gerascanthus) es una especie principalmente conocida por su madera, la cual empieza a ser más demandada en mercados extranjeros, pero también tiene características que pueden aprovecharse en otros ámbitos. Este árbol crece rápidamente y se ve más favorecido ante una constante exposición ante el sol, además que es resistente a las inundaciones y puede prosperar en suelos anegados. Estas características lo vuelven ideal para procesos de restauración ecológica.
Una de sus interacciones naturales es el hecho de que presenta asociación de varias clases de hormigas, lo que trae beneficios como el aumento de especies disponibles. Sus ramas que permiten el paso de la luz del sol y su habilidad para competir con las gramíneas lo vuelven una especie adecuada para sistemas agropastoriles y cercas vivas.
La madera del móncoro se caracteriza por ser densa y aceitosa además de tener unas formas distintivas, se utiliza para fabricar muebles y construcciones livianas.
El iguá (Albizia Guachapele) es un árbol de flores vistosas, su madera dura y pesada es apreciada para usos decorativos y fabricación de elementos de construcción como pisos, vigas y cercas, además de que está cubierto por una corteza de placas ásperas. Las ramas pequeñas son utilizadas como leña debido a que arden lentamente. Prospera en suelos neutros y ligeramente alcalinos.
Esta especie posee unas flores de color crema cercano a un tono rosado que lucen sus destacables estambres. Al florecer simultáneamente crean un espectáculo paisajístico además de que atraen a varias especies de abejas. Debido a que pertenece a la familia de las leguminosas, sus frutos vienen en vainas, aunque estas son delgadas y tienen pelillos rojos; al caer al suelo son consumidos por el ganado y luego dispersan las semillas en el potrero.
Otra característica distintiva es su resistencia a los periodos secos y por lo mismo las hojas también se usan para alimentar al ganado en tiempos de sequía aportándoles proteína. Incluso puede rebrotar después de una quema.
Al ser una leguminosa, el iguá fija nitrógeno en el suelo favoreciendo no solo el crecimiento de pastizales para alimentar al ganado sino también rehabilita suelos degradados y estimula el crecimiento de plantas que permiten la restauración ecológica. Debido a estos aportes también se usa como sombra para el café y el cacao.
Ambas especies prosperan a altitudes menores a 1200 metros sobre el nivel del mar y en sitios calurosos, por lo que suelen hallarse en el Magdalena Medio.
Con esta información nos damos que las cualidades de ambos son complementarias y permiten un ambiente más diverso, mientras que el iguá mantiene el suelo lleno de nutrientes que puede compartir, el móncoro alcanza notables altitudes y aporta a la sucesión ecológica. Con la siembra de estos dos árboles se establece un sistema que añade beneficios directos al ganado como sombra, alimento en forma de forraje y agua. Aunque estos árboles pueden prosperar con facilidad en la naturaleza y más en los terrenos en los que son nativos, con el debido cuidado se pueden aumentar sus cualidades ambientales y económicas. Por ejemplo, con podas continuas se garantiza una mayor producción de madera e incluso una mejor calidad de la misma que puede aprovecharse a largo plazo.
Promover el cultivo de estos árboles incrementa la generación de bienes y servicios ambientales y la rentabilidad de sistemas ganaderos en el Magdalena medio, además de que pueden crecer en conjunto y favorecer a muchas especies locales.
Referencia: Calle y Mugueitio, Árboles nativos para predios ganaderos. Especies focales del proyecto ganadería colombiana sostenible.
*Ingeniero Ambiental y escritor
Twitter: @robustories