El discurso anticorrupción será una bandera que los candidatos tratarán de enarbolar, algunos harán demagogia, otros si lo llevarán a la realidad.
Por: Walther Mayger Duarte Gómez/ Los discursos en épocas de elecciones y por ende la agenda política van cambiando, pero eso sí, se mantienen por un lapso, siendo estos de orden nacional y llegando a lo local. Tal es así que en parte de los ochentas y la década de los noventas la agenda electoral se movía en torno al narcotráfico y su lucha, sin importar, si se estaba de acuerdo o si se tenía una doble agenda y se predicaba en público, pero se hacía algo contrario al interior.
Después, vino el discurso que tocaba de frente a la insurgencia o guerrilla (para quienes lo quieren llamar así), el primero fue de llegar a un acuerdo y una desmovilización. Ante la fallida negociación llegó el discurso de la lucha frontal y la mano fuerte, tras un giro estratégico, volvió el discurso de pactar la paz y este, logró ganar en la agenda política nacional y local, sin embargo, no duró mucho y volvió a ganar el discurso de la mano dura y la lucha frontal.
Ante un gobierno cuestionado, un escándalo continental de corrupción como el de Odebrecht y la ausencia ya de un actor armado como las Farc-EP al cual confrontar con el discurso, la agenda política nacional y local dio un viraje y se enfocó en la lucha anticorrupción y una idea de cambio, tal ha sido el impacto, que la clase política tradicional también empezó a hablar de cambio.
El discurso de la lucha anticorrupción ha sido tan fuerte, que ha permitido que los llamados outsiders lleguen a las administraciones locales y regionales, es más, con esta dialéctica casi llega uno de ellos a la Casa de Nariño.
Pero la gran pregunta es ¿cuál es la verdadera agenda de gestión que tienen los candidatos para la lucha anticorrupción?, pues, en las elecciones que se presentaran este año todos, absolutamente todos, van a tratar de enarbolar estas banderas, hasta los más corruptos y clientelistas.
Ante los mensajes en redes, vallas, periódicos etc., que todos los candidatos darán mostrando que están en contra de la corrupción y que son transparentes, de seguro solo tocaran el “lucharemos contra la corrupción”, comencé a pensar que deberían tener una política pública anticorrupción, aunado a esto, en días pasados en una entrevista, alguien me pregunto ¿si usted tuviera que formular una política pública anticorrupción que le haría?
Procedí a analizar la pregunta que me hicieron y lo que he venido percibiendo y de inmediato consideré que lo primero que se debía hacer, por ser un país que llegó a la OCDE, era empezar a implementar los parámetros que esta organización tiene y a su vez los parámetros que la ONU y la OEA tiene en lucha anticorrupción, esto, para tener una uniformidad global, pues casi que parafraseando una arenga de la universidad que decía “ si globalizan la miseria, globalizamos la resistencia”, considero que si globalizan la corrupción debemos globalizar la lucha anticorrupción para evitar la transnacionalización de este fenómeno como estrategia encubridora
Lo segundo que se debe hacer, es empoderar al ciudadano, crearle conciencia, pero aparte de crearle conciencia, hay que crearle y generarle conocimiento y herramientas, para esto es necesario forjar espacios reales de formación en participación ciudadana y conocimiento del Estado, para que desde la persona más humilde, hasta el más apático, tengan la claridad del manejo de lo público y así, no traguen entero y sepan a que tienen derechos, una vez formada la ciudadanía hay que organizarla, creando colectivos de control y construcción social que sean transversales.
Los colectivos servirán para ejercer control, pero también para ayudar a crear, por lo tanto, con ellos hay que trabajar en las necesidades que se piensan suplir con los contratos, de tal manera, que terminen siendo un apoyo en la formulación y se construya de la mano con la ciudadanía que va a ser impactada evitando “el puente donde no hay rio” o cualquier otro adefesio que se hace solo por gastar el dinero sin sentido alguno de solucionar necesidades concretas y reales. Que buena sería tener un colectivo por barrio, por disciplina, por comuna, por vereda, por municipio, por todos los escenarios que se puedan.
Después de esto, hay que hacerle un control excesivo desde las administraciones y desde la misma comunidad con sus colectivos de control y construcción social, al cumplimiento en la ejecución, pues, los contratos se hacen para suplir una necesidad y si una necesidad no se suple en su totalidad, pues, básicamente no se cumplió con el objetivo, no sirvió y ahí de nada va a servir que se presentaran muchos oferentes.
El tema de la excesiva cantidad de oferente en los procesos, denotan una transparencia y generan confianza en los ciudadanos lo cual, es un avance que se ha tenido en algunas administraciones hoy en día, no obstante, creo que hay que avanzar más allá, porque la pluralidad de oferentes, no es una prenda total de garantía, por eso es vital el control constante no solo de la administración, sino de la comunidad, una comunidad formada y capacitada.
Otro pilar fundamental que se debe tener en cuenta es la vigilancia y control de la función pública. Usted futuro (a) alcalde (sa) o futuro (a) gobernador (a) debe saber, que sus funcionarios deben ser idóneos para las labores, sus funcionarios deben cumplir con las labores encomendadas, entendiendo que se deben a los ciudadanos y quela los concursos de méritos, el servicio óptimo al cliente que es el ciudadano y no el político de turno son ejes de la lucha contra la corrupción y un generador de confianza en las instituciones.
Por último, hay que fortalecer los organismos de control, esto se logra con personal idóneo y capacitado, con un fortalecimiento presupuestal y manteniendo la autonomía, claro está, hay que reestructurar algunos órganos, tal es el caso, de las contralorías territoriales que requieren de un fortalecimiento financiero y en algunas se hace necesaria una reestructuración orgánica.
Candidato (a) como ciudadano no le estoy haciendo una lista de acciones éticas, le estoy exigiendo que vaya más allá del discurso y la mera dialéctica anticorrupción, piense una verdadera estrategia, haga la lucha contra la corrupción con hechos, siendo frontal y sin temor alguno, si usted lo ha hecho, lo hace y piensa en seguir haciéndolo, merece nuestro voto y gobernar nuestro departamento o municipio, pero, si solo lo dice solo para ganar votos y sin una intención de llevar el discurso a la realidad, será el culpable del deterioro del país y del sufrimiento de los millones de ciudadanos que día a día se levantan sobrevivir y luchan contra la desigualdad.
…
*Abogado egresado de la UIS, especialista en Derecho Público, magister en Derecho, doctorando en Derecho.
Twitter: @Walther_Duarte
Facebook: Walther Mayger Duarte Gomez