Por: Carlos A. Gómez/ Guavatá es un municipio rodeado de quebradas y ríos. Es conocido como la capital mundial de la guayaba. Sus tierras son las más aptas para el cultivo de este fruto que después de convertirá en bocadillo.
Los chibchas fueron los primeros en recorrer esas tierras que hicieron parte de su dominio, que ahora se conoce como la provincia de Vélez.
El acceso hacia Guavatá desde Vélez es tranquilo. No tendrá que pensar en usar una camioneta 4×4 porque toda la vía está pavimentada. Esta es una visión clara que tuvo Álvaro Ávila Castellanos, un exalcalde que pensó en invertir en un acceso que permitiera transportar sin problemas las toneladas de bocadillo y otros productos agrícolas que mejorara las oportunidades de las pequeñas industrias del municipio. Sin embargo, muchos otros municipios de Santander sufren por sus vías de acceso.
Las calles tranquilas de Guavatá inspiran seguridad. Si quiere salir del caos de Bucaramanga y Bogotá, están justo a la mitad de estas dos capitales. Un buen piquete lo espera para que recuerde su tierra. Yuca, pollo, sobrebarriga, carne oreada, papa, entre otras delicias, acompañadas de un buen ají, estarán envueltas en hoja de plátano, que conservará los sabores intactos.
Son 479 años de historia de Guavatá. Su cercanía a Vélez le permitió tener los mismos padres adoptivos fundadores: el señor Jiménez de Quesada y Martín Galeano. Con la orden de la Real Audiencia de Santa Fe iniciaron los pilares fundamentales para regir la economía y la política en el nuevo territorio.
El 3 de febrero se celebra la fiesta religiosa del Santuario del Santo Cristo. Según cuentan, una indígena se encontró en el río Ture lo que parecía un crucifijo que palpitaba. Cada febrero se celebra esta fiesta que atrae a miles de creyentes. Realizan peregrinaciones buscando la sanación de alguna enfermedad o pagando un favor o milagro recibido.
Además de asistir al evento religioso, Guavatá también ofrece rutas ecológicas que puede disfrutar. Caminar por esos caminos le ayudará a ver las otras bellezas de la tierra de Santander. La cascada de Los Bancos puede ser un destino imperdible.
Por sus calles podrá notar que cada uno de los postes que se tienen para el servicio de luz eléctrica están pintados con la bandera de Guavatá. Esto es un símbolo de identidad importante.
El clima cálido de Guavatá es agradable para los proyectos que actualmente están trabajando con el fin de incentivar el turismo comunitario. Jóvenes se preparan al igual que los dueños de algunas fincas para que se puedan certificar y ofrecer un turismo de aventura, agrícola y religioso. Para estas épocas que ya casi se puede hablar de pospandemia, Guavatá es un destino interesante por visitar.
Como en muchas partes de Santander, Guavatá tiene personas amables y acogedoras. Allá también el dicho de “donde comen dos, comen tres” es válido. La calurosa bienvenida lo hará sentir como en casa.
La capital mundial de la guayaba, como se conoce a Guavatá, tiene poco acceso a la educación superior. Muchos de los jóvenes que terminan el bachillerato se van a las capitales como Bucaramanga o Bogotá a estudiar. Algunos de ellos vuelven con el objetivo de contribuir en el desarrollo del municipio. Siendo profesionales y compartiendo la visión correcta aportarán para que Guavatá con el tiempo se convierta en un municipio con una potencia agroindustrial que permita generar más empleos y pueda ser un territorio sostenible.
En todo caso, Guavatá es un destino que sin duda dejará un gran recuerdo para quienes lo visiten. Ustedes se traerán bocadillos y mogollas rellenas para compartir.
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*Ingeniero Industrial y Magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad.
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