La ONG ecologista Greenpeace se manifestó el lunes cerca de Downing Street, en Londres, desplegando una estatua de Boris Johnson salpicada de petróleo para pedir al primer ministro británico que detenga el proyecto de explotación petrolífera de Cambo, frente a las islas Shetland de Escocia.
«Boris: Stop Cambo» proclamaba una pancarta sostenida por activistas que, sentados en la acera, rodeaban una estatua de 3,60 metros del líder conservador con las manos y el traje manchados de negro.
A los pies de la estatua, una placa rezaba «Campo petrolífero de Cambo: el monumental fracaso climático de Johnson».
El gobierno británico debe aprobar próximamente el desarrollo de este proyecto, a pesar de la oposición de los ecologistas y de su compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
La protesta de Greenpeace tiene lugar pocas semanas antes de la apertura de la cumbre de la ONU sobre el clima COP26, que se celebrará en la ciudad escocesa de Glasgow el 31 de octubre.
«Johnson debe detener Cambo y dar prioridad a una transición justa a las energías renovables para proteger a los consumidores, a los trabajadores y al clima de futuras crisis», declaró Philip Evans, militante de Greenpeace.
La ONG prevé que el gobierno anuncie pronto su decisión sobre Cambo y advierte que el petróleo extraído en esa explotación en su primera fase «produciría emisiones equivalentes a las de hasta 18 centrales eléctricas de carbón funcionando durante un año».
El diario The Times informó el mes pasado de que Johnson respalda la continuación de extracciones en el mar del Norte, y aseguró que el gobierno considera «poco realista imponer una moratoria a nuevos proyectos».
El primer ministro conservador defendió recientemente que su país debe ser menos dependiente de las importaciones de hidrocarburos.
El yacimiento de Cambo contiene el equivalente de más de 800 millones de barriles de petróleo, de los que se espera extraer 170 millones en la primera fase. El 70% es propiedad de Siccar Point Energy, respaldada por la empresa de capital privado estadounidense Blackstone, y el 30%, de Shell UK.