“Tras consultar los informes técnicos, judiciales y de seguridad, informamos de la imposibilidad de realizar las elecciones en la fecha del 24 de diciembre de 2021”, anunció en una carta el presidente de la comisión electoral libia, Imad al Sayeh, sobre las elecciones presidenciales y legislativas que debían celebrarse este viernes 24 de diciembre.
La comisión electoral propuso retrasar la fecha de votación un mes, confirmando una demora que se había esperado ampliamente en medio de las disputas sobre las reglas, los poderes del presidente elegido y la elegibilidad de varios candidatos, algunos de ellos considerados como inaceptables en gran parte del país, como Saif al Islam, el hijo del exdictador Muamar al Gadafi.
En un comunicado, la Alta Comisión Electoral Nacional (HNEC) anunció una nueva fecha para la votación. “Tras discusiones con el Parlamento, la Alta Comisión Electoral propone la postergación de la primera vuelta de la elección para el 24 de enero de 2022. El Parlamento se encargará de adoptar las medidas necesarias para superar los obstáculos en el proceso electoral”.
El deseo de votar de los libios quedó demostrado por el gran número de personas que ya se había registrado para las elecciones de este 24 de diciembre.
Ahora, con el aplazamiento anunciado, queda en juego un proceso de paz, respaldado por la ONU y que se había considerado como una esperanza para poner fin a una década de violencia en Libia, desde el derrocamiento de Gadafi en 2011.
La asesora especial de la ONU, Stephanie Williams, aseguró en redes sociales que se había reunido con miembros del foro político que puso en marcha el proceso electoral en 2020 y reiteró la necesidad de realizar “elecciones libres, justas y creíbles”.
Candidatos acusados de crímenes de lesa humanidad
En noviembre pasado empezaron los rumores de un aplazamiento de las elecciones presidenciales y legislativas en Libia, luego de que la comisión electoral rechazara las candidaturas de Saif al Islam, del líder militar Khalifa Haftar y del primer ministro interino, Abdelhamid Debaibah.
Sin embargo, los tres candidatos apelaron la decisión y sus candidaturas fueron restituidas con el argumento de la Justicia de que todos eran elegibles, a pesar de que dos de ellos fueron condenados por crímenes de lesa humanidad en el pasado.
Ahora, con el colapso del proceso electoral, se corre el riesgo de que las disputas locales se agraven y se desencadene una serie de enfrentamientos por parte de grupos armados. De hecho, algunos representantes de la sociedad libia han advertido sobre la creación de un nuevo Gobierno separatista que devolvería al país a las divisiones administrativas que se prolongaron desde las últimas elecciones en 2014 hasta la instalación del actual Gobierno interino.
Los comicios son vistos como un nuevo inicio para Libia, devastada por el conflicto bélico desde el derrocamiento de Gadafi, uno de los hechos que marcó el comienzo de las revueltas de la llamada “Primavera árabe”.