«Las necesidades de financiación son grandes, urgentes y podrían crecer significativamente a medida que continúe la guerra», dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, en el comunicado donde anuncian la aprobación de un fondo de 1.400 millones de dólares en ayuda de emergencia a Ucrania.
El organismo también advirtió que la guerra provocará una «profunda recesión» en el país. El préstamo, según el organismo, responde al pedido del gobierno ucraniano de ayuda internacional y servirá para «mitigar el impacto económico» de la guerra iniciada por Rusia.
«La trágica pérdida de vidas, los enormes flujos de refugiados y la enorme destrucción de infraestructuras y capacidad productiva están causando un sufrimiento humano grave y provocarán una profunda recesión este año», dijo el organismo.
Según el organismo, Ucrania canceló el programa de préstamos que tenían desde 2020 y del que aún quedaban unos 2.200 millones de dólares por desembolsar.
Ucrania mostró «su intención de trabajar con el FMI» para reemplazar ese programa con otro más «apropiado» adecuado al contexto actual, que tenga como objetivo «la rehabilitación y el crecimiento, cuando las condiciones lo permitan».
El fondo de emergencia se enviará a través de un método de financiación rápida del FMI, usado en países con necesidades urgentes sin la necesidad de que tengan un programa de préstamos concreto en vigor con la institución.
«Las necesidades de financiación son grandes, urgentes, y podrían aumentar significativamente a medida que la guerra continúe», dice el comunicado, pero una vez terminada la guerra, es probable que Ucrania necesite «un apoyo adicional significativo».
Este desembolso en el marco del Servicio de Financiación Rápida del FMI equivale al 50% de la cuota de Ucrania y ayudará a financiar las necesidades de gasto de emergencia a corto plazo, al tiempo que contribuirá a catalizar la financiación de otros socios, según el FMI.
El FMI dijo que la guerra en Ucrania tendrá un «impacto severo» en la economía mundial, aunque los lazos económicos entre Kiev y Moscú están expuestos a mayores riesgos. Cómo resultado del conflicto, Moldavia solicitó un aumento y ciertos cambios al programa de deuda que tiene con el FMI.
Por su parte, la agencia de calificación crediticia Moody’s prevé una «catástrofe económica» para Rusia por las represalias de Occidente que ralentizará el crecimiento del PIB global, motivado por el aumento de los costos de la energía y las materias primas.