Una junta estatal aprobó la expansión del proyecto promovido por el gobernador republicano, Ron DeSantis, para prohibir la instrucción en el aula sobre orientación sexual e identidad de género en todos los grados escolares. Además, la Cámara avaló otras legislaciones sobre el tratamiento de transición de género, el uso de baños y excluir a los niños de los espectáculos de drag. Esto acentúa el avance de la agenda conservadora impulsada del gobernador que podría aspirar a la candidatura republicana para las próximas elecciones presidenciales.
Una junta estatal de Florida aprobó una extensión de la ley denominada mediáticamente como ‘No digas gay’, la cual marca que desde ahora estará prohibida la enseñanza escolar sobre orientación sexual e identidad de género en todos los niveles educativos desde el tercer grado. El año pasado lo mismo sucedió con el preescolar hasta el tercer curso de primaria.
Esto señala una nueva victoria política del gobernador Ron DeSantis, quien gana un nuevo impulso a favor de su posible candidatura en la carrera republicana. Su nombre ya suena como uno de los favoritos.
La nueva reglamentación avalada por la Junta de Educación apunta que las lecciones de los grados 4 a 12 quedan excluidas —a menos que sean exigidos por estándares estatales o en la instrucción de salud reproductiva que los alumnos o sus familiares pueden optar por no tomar—.
Esta nueva propuesta entrará en vigor en aproximadamente un mes, después de un período burocrático.
«Todo lo que estamos haciendo es establecer las expectativas para que nuestros maestros sean claros. Deben enseñar según los estándares», justificó el comisionado de Educación, Manny Díaz Jr.
Una férrea oposición a la medida
La prohibición ha generado un rechazo profundo del sector demócrata nacional y de activistas en el rubro, quienes remarcan que esto busca excluir la existencia de personas de la comunidad LGBTIQ+, sumado a los recortes de derechos que ha hecho la gestión republicana en Florida en los últimos meses.
Por caso, el gobernador de California, Gavin Newsom, lo tildó como «un nuevo ataque». «Esto no se trata de los niños, se trata de eliminar a la comunidad LGBTQ+», arremetió.
Mientras que el candidato a senador por Florida, Carlos Guillermo Smith, quien pertenece a la comunidad LGBTQ+, remarcó en su cuenta de Twitter que «nunca, nunca, nunca se trató de proteger a los niños».
Otras reformas promovidas por DeSantis
De esta forma, continúa el avance de la agenda ultraconservadora que DeSantis quiere implementar en Florida.
En esta misma jornada, la Cámara también aprobó los proyectos sobre los tratamientos de transición de género, el uso de los baños que no sean los correspondientes al género que se asignó al nacer y para negar la presencia de niños en los espectáculos de drag, los cuales están en la mira de DeSantis hace tiempo. Unas medidas que son vistas como múltiples golpes a la comunidad LGBTQ+.
El organismo también avaló un proyecto de ley para transformar en delito grave a la atención médica que reconozca el género a menores transgénero. Al respecto, el republicano Chase Tramont lanzó polémicas palabras durante su alocución: «Eres hombre o mujer, esto no está sujeto a la opinión de uno. Es un hecho demostrable. Esto es sólido como una roca, irreversible, validado por la ciencia y nuestra comunidad médica. Punto».
En contrapartida, los demócratas insistieron en que la disforia de género —término con el que se conoce una a la profunda sensación de incomodidad y aflicción de una persona derivada de cuando su sexo biológico no coincide con su identidad de género— es un asunto real, que puede repercutir en la psicología de los niños y las decisiones deben ser de los padres y no del Estado.
El aborto, la anterior “victoria” de DeSantis
Hace una semana, el gobierno del republicano de Florida también dio un duro golpe a los derechos reproductivos, aceptando nuevas restricciones en la interrupción voluntaria del embarazo. Un asunto candente en la política estadounidense desde la derogación del fallo Roe vs. Wade, que permitía el aborto legal en todo el territorio estadounidense, el año pasado.
Con 70 votos a favor y 40 en contra, la Cámara de Representantes del estado aprobó el proyecto que reduce a apenas seis semanas las posibilidades de realizar un aborto. El asunto quedó en manos del gobernador republicano, quien según analistas consultados por este medio, está basando su ciclo en Florida para acentuar políticas conservadoras y ganar adeptos dentro del partido pensando en las elecciones presidenciales.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aseguró que es «extrema y peligrosa». «Va contra las libertades fundamentales y está fuera de sintonía con las opiniones de la gran mayoría de la gente de Florida», agregó.
Mientras que la vicepresidenta, Kamala Harris, dijo que esta nueva ley «denegaría a las mujeres el acceso a cuidados básicos de salud».
No obstante, la propuesta mantiene las excepciones tradicionales, como el aborto en casos de violación, incesto o trata de personas, aunque deberán ser demostradas con una documentación específica.