De las 3.500 millones de dosis que se comprometieron a brindar las fabricantes de vacunas contra el Covid-19, se espera que se entreguen alrededor de 1.300 millones este año y el resto en 2022. Serán accesibles a precio de costo para los países de bajos ingresos y a precios reducidos para los países de ingresos medianos, según explicaron funcionarios de las firmas, la Presidencia italiana del G20 y la Comisión Europea.
Esta promesa la hicieron las farmacéuticas luego de que la Unión Europea (UE), al inicio de la cumbre, también ofreciera 100 millones de dosis de vacunas contra Covid-19 a las naciones más pobres.
«Todos, en todas partes» deben tener acceso a las vacunas, aseguró en Roma Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea al comienzo de la reunión, desarrollada mayormente en forma virtual.
«La Unión Europea tiene la intención de administrar al menos 100 millones de dosis a países de ingresos bajos y medios antes de finales de 2021», añadió.
Más apoyo, más vacunas
Por su parte, Francia también entregará a finales de 2021 «al menos 30 millones de dosis de diferentes vacunas» al programa Covax, el mecanismo global para facilitar el acceso a las vacunas, según anunció el presidente Emmanuel Macron en la cumbre. A principios de mayo, el Ejecutivo francés ya se había comprometido a destinar un 5 % de sus reservas de dosis al plan de vacunación global.
El mandatario francés también dijo que estaba dispuesto a apoyar el levantamiento de las patentes de vacunas, sujeto a un informe conjunto de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), medida que consideró necesaria para acelerar la producción en todo el mundo.
De igual forma, China se ha sumado a las donaciones y en el próximo trienio desembolsará 3.000 millones de dólares en ayudas a países en desarrollo, de acuerdo a su presidente Xi Jinping, que instó al mundo a cooperar y a no «politizar» un virus que apareció en la nación asiática.
El comunicado final de la cumbre, conocido como la Declaración de Roma, afirma en particular el compromiso de los países más ricos de promover la producción de vacunas en África mediante la transferencia de tecnología.
«Mientras nos preparamos para enfrentar la próxima pandemia, nuestra prioridad debe ser asegurarnos superarla juntos. Debemos vacunar al mundo, y rápidamente», advirtió el primer ministro italiano Mario Draghi, cuyo país ocupa la presidencia rotatoria del G20.
Sin soporte para la suspensión de una patente
Sin embargo, el texto no respalda la controvertida idea de una suspensión temporal de las patentes de las empresas farmacéuticas para las vacunas, sino que se muestra a favor del «intercambio voluntario de licencias» y el levantamiento de los obstáculos a las exportaciones.
Washington fomenta la suspensión de los derechos exclusivos de patente, pero los 27 ya han expresado su escepticismo, señalando la longitud y complejidad del proceso.
Por otro lado, piden a Estados Unidos, un gran productor de inoculantes pero que prácticamente no ha exportado dosis en grandes cantidades, que levante sus restricciones a la exportación de vacunas.
En la reunión, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado un plan para poner fin a la pandemia, cuya financiación se estima en 50.000 millones de dólares. También se pretende vacunar a al menos al 40% de la población mundial para fin de año y al 60% para 2022.
«Nuestra propuesta establece objetivos, evalúa las necesidades de financiación y define acciones pragmáticas», resumió Kristalina Georgieva, directora general del FMI.