Por: Wendy Serrano/ Ante tanta incertidumbre, una buena opción es detenerse y vivir un día a la vez, siendo empático para conmigo mismo y los demás.
En situaciones de incertidumbre necesitamos que algo nos ayude a procesar lo que está pasando. Es sabido por la Psicología Social que en situaciones de emergencias es cuando las personas dejan de pensar en términos de yo y comienzan a pensar en términos de nosotros cuando todos nos sentimos mejor.
Estos días estamos viendo lo mucho que nos cuesta pasar del sentido de identidad individual a instalarnos en el sentido de identidad compartida, que no solo nos indica una pausa individual, también presenciamos una pausa a nivel global, esto ha generado cambios en nuestras estilo de vida, aumento de factores asociados a estrés, ansiedad y pánico colectivo.
Frente a situaciones de crisis nos vemos expuestos a una serie de hechos que generan diferentes reacciones somáticas, es decir nuestro cuerpo empieza a presenciar una serie de signos y síntomas que no están relacionados con el actual virus, si no por el contrario son inherentes a una reacción emocional asociada con el miedo colectivo y la desinformación, por ello es importante entender el proceso al cual nos vamos a ver expuestos ante un tiempo de medidas preventivas para la no propagación del mismo.
Como lo específica la OMS Se llama pandemia a la propagación mundial de una nueva enfermedad y se produce una pandemia de gripe cuando surge un nuevo virus gripal que se propaga por el mundo y la mayoría de las personas no tienen inmunidad contra él. Por lo común, los virus que han causado pandemias con anterioridad han provenido de virus gripales que infectan a los animales.
Aunque ha habido un caso de un perro infectado en Hong Kong, hasta la fecha no hay pruebas de que un perro, un gato o cualquier mascota pueda transmitir la COVID-19. La COVID-19 se propaga principalmente a través de las gotículas producidas por una persona infectada al toser, estornudar o hablar. Para protegerse a sí mismo, lávese las manos a fondo frecuentemente.
La OMS se mantiene al tanto de las últimas investigaciones a este respecto y otras cuestiones relacionadas con la COVID-19 y proporcionará información actualizada de las conclusiones que se vayan obteniendo.
Las estrategias de afrontamiento son entendidas como recursos psicológicos que la persona pone en marcha para hacer frente a situaciones estresantes. Aunque la puesta en marcha de estas no siempre garantiza el éxito, sirven para generar, evitar o disminuir conflictos en los seres humanos, atribuyéndoles beneficios personales y contribuyendo a su fortalecimiento.
Cada uno reacciona de una manera a situaciones vitales estresantes, este momento de pausa supone un aislamiento temporal en casa, limitando nuestros hobbies, actividades restringidas laborales que altera nuestro día a día y al que debemos irnos adaptando según las necesidades no solo para conmigo y por mi bienestar sino también por el bienestar colectivo, el otro que es mayormente vulnerable, por su edad, por sus condiciones socioeconómicas, por su salud física y por su salud mental.
Como lo he mencionado en artículos anteriores, el autocuidado es una de las herramientas de afrontamiento que nos lleva a soportar una crisis o hechos estresantes que nos generan un desequilibrio emocional que es completamente normal puesto que nuestras emociones nos llevan a experimentar y/o afrontar las situaciones de manera diferente, por ellos es importante llevar a cabo las siguientes indicaciones.
1- Informate con responsabilidad
Se muy prudente con la información que difundes, revisa las redes sociales o medios de comunicación durante dos veces al día, identificando que dichos medios son de fuente confiable.
2- Organiza tu canasta familiar
Nuestro hogar es nuestro centro, llego el momento de enseñarles a los más pequeños de casa lo que es el verdadero significado de solidaridad y empatía con el otro, compra los necesario aún no ha llegado el apocalipsis zombie.
3- Medidas de higiene
El estar en casa no quiere decir que vamos a dejar de un lado las medidas de prevención, recuerda la importancia del lavado de manos, el uso de tapabocas si presentas síntomas de gripa. De igual manera evita el contacto de las demás personas que se quedan contigo, ya vendrá el tiempo de darnos cariñito.
4- Sigue tu vida con normalidad
Nuestras responsabilidades no pueden quedarse atrás, sigue las medidas que te hayan indicado al tipo de trabajo que tengas, es un momento de conectar con nosotros mismos algunos lo haremos con nuestros padres otros con sus hijos y amigos más cercanos.
5- Redes de apoyo
El aislamiento nos puede generar sensación de encierro, llevándonos a sentir tristeza profunda que derivan a síntomas de ansiedad y crisis de angustia, por ello es importante mantenerte una comunicación efectiva con tus redes de apoyo (Familiares, amigos y compañeros de trabajo). Acude a un espacio de atención psicológica online en el momento que consideres necesario.
Recuerda que nuestra vida sigue, con precauciones, pero sin entrar en pánico, continuar con nuestras actividades me ayuda a mantener la calma.
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