El 8 de noviembre se definirá quiénes ocuparán las 435 sillas a la Cámara de Representantes y las 35 sillas al Senado (un tercio del total), así como quién se pondrá al mando de las 36 gobernaciones y 34 de las 100 ciudades más grandes de Estados Unidos, entre otras elecciones locales y estatales que determinarán la agenda política del país.
Demócratas y republicanos tienen su foco puesto en conservar o recuperar las mayorías en el Congreso. Y es que el estrecho margen que hoy da la mayoría a los demócratas en el Senado y la Cámara de Representantes podría cambiar con muy pocos votos en siete estados.
Para recuperar el control del Senado, los republicanos necesitan ganar 22 de las 35 sillas que están en juego y así poder ocupar 51 de los 100 escaños en la Cámara Alta. Los pronósticos de ‘Inside Elections’ pronostican que hasta ahora solo tienen aseguradas 20 sillas, pero necesitan 22 para llegar a la mayoría.
Por su parte, los demócratas necesitan al menos 50 escaños para mantener el control del Senado, ya que el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris les asegura la mayoría. Según ‘Inside Elections’, el partido del presidente Biden tiene favorabilidad para ganar 12 sillas, pero necesita 14 para mantener la mayoría.
Para controlar la Cámara de Representantes, un partido político tiene que ganar al menos 218 escaños de los 435. Los republicanos actualmente son los favoritos para ganar 212 escaños, mientras que los demócratas podrían ganar 205 escaños. 18 asientos están catalogados como un tiro al aire.
Los estados que definirán las elecciones legislativas de medio término son Arizona, Georgia, Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Nevada y Ohio. Estos son estados púrpura o bisagra, que no son controlados por la mayoría de ningún partido y en cada elección tienen que ser disputados hasta el último voto para poder ajustar los escaños necesarios.
Para asegurar que están en los estados indecisos, los partidos están apelando a temas que más impulsan a la gente a votar. Por el lado de los republicanos, la inflación achacada a la actual Administración demócrata, el mal manejo de la economía, la crisis migratoria y el estado de salud de Biden son las cuestiones que enfatizan los candidatos del partido de Trump para ganar simpatizantes.
Por su parte, los demócratas se han enfocado en las libertades que están perdiendo las mujeres tras la decisión de la Corte Suprema de cederle el poder a los estados para definir el aborto y no reconocerlo como un derecho constitucional.
Arizona
Ha sido históricamente un estado de tendencia republicana, pero Joe Biden ganó el apoyo electoral por primera vez desde 1996. Los republicanos están haciendo todo lo posible por recuperar el apoyo y el Super PAC de Donald Trump, MAGA Inc., ha gastado más de 1,8 millones de dólares en avisos publicitarios contra el senador Mark Kelly, acusándolo de mentir sobre las condiciones actuales de la frontera entre México y Estados Unidos.
En este estado, los latinos, que representan el 19% del electorado, en la última elección presidencial apoyaron a Joe Biden con amplio margen. Los demócratas buscan buenos resultados en el condado de Maricopa, que incluye a la ciudad de Phoenix, y donde están registrados la mayoría de los votantes del estado.
Georgia
Uno de los estados más observados es Georgia. En 2020, Joe Biden ganó los votos electorales que le aseguraron la Presidencia y los demócratas Jon Ossoff y Raphael Warnock ganaron los dos elecciones al Senado y aseguraron la mayoría en el Legislativo a los demócratas. El 8 de noviembre, Raphael Warbnok se enfrenta al exjugador de fútbol americano Herschel Walker, pupilo de Donald Trump. Walker, que se declara «pro-vida» y defiende los valores conservadores, ha sido acusado por dos mujeres con las que tuvo relaciones íntimas de forzarlas a abortar.
La elección por la gobernación entre la candidata demócrata Stacy Abrams y el gobernador actual Brian Kemp es otra carrera muy observada, teniendo en cuenta el peso mediático de Abrams, quien no reconoció los resultados de la elección pasada al perder por 55.000 votos. De ganar esta vez, Stacy Abrams sería la primera mujer afroamericana en la historia de Estados Unidos en ser gobernadora de un estado.
Míchigan
La carrera por la gobernación de Míchigan está muy apretada entre la gobernadora demócrata actual, Gretchen Whitmer, y la comentarista conservadora, Tudor Dixon, quien espera que el respaldo de Trump le ayude a recuperar el control republicano.
La contienda por la gobernación estatal ha estado nublada de amenazas contra la gobernadora actual. De hecho, dos sospechosos miembros de milicias de extrema derecha fueron arrestados por planear un secuestro contra Gretchen Whitmer.
Hay que mencionar que más de 100 candidatos a las elecciones de medio término están vinculados con organizaciones extremistas en Estados Unidos, según Anti-Defamination League’s Center on Extremism.
Pensilvania
Este estado acoge las contiendas más esperadas en las elecciones de medio término. La silla al Senado es un tiro al aire que se disputan actualmente el vicegobernador demócrata John Fetterman y el médico Mehmet Oz, una personalidad de la televisión, quien de ganar se convertiría en el primer senador musulmán.
Las encuestas están a favor del demócrata John Fetterman, sin embargo, tras el último debate fue muy criticado por sus respuestas incongruentes, que pusieron en duda su estabilidad mental para asumir el cargo de gobernador. Fetterman advirtió durante el debate que había sufrido un paro cerebral recientemente y que se estaba recuperando.
Wisconsin
Wisconsin, uno de los estados más divididos del país, tiene una elección al Congreso donde el senador republicano Ron Johnson busca su reelección enfrentándose al vicegobernador Mandela Barnes, cuestionado por los conservadores por promover la idea de desfinanciar a la Policía.
El apoyo de los demócratas en Wisconsin estará concentrado en los centros urbanos como Milwaukee y Madison. Por su parte, los republicanos concentran su favoritismo en los suburbios prósperos de las ciudades y en las áreas rurales del estado.
Nevada
Ha sido uno de los estados más afectados por la pandemia en términos económicos. Las Vegas, su capital, tuvo que cerrar sus casinos y muchos negocios terminaron quebrando. Las políticas de prevención contra el Covid-19 no fueron bien recibidas por algunos, que construyeron una narrativa contra el Gobierno federal por excederse en sus funciones y perjudicar la economía.
La inflación, la reducción del turismo y los riesgos de recesión son realidades económicas que no ayudan al gobernador demócrata Steve Sisolak ni a la senadora Catherine Cortez Masto en la carrera por la reelección. Realidades que además terminan reforzando el argumento de que los republicanos saben administrar mejor la economía. Sin embargo, figuras de la política como Barack Obama estarán esta última semana de campaña en Nevada haciendo fuerza para mantener el control demócrata en este estado.
Ohio
Aunque las recientes encuestas muestran un favoritismo hacia el candidato republicanos al senado JD Vance, quien además fue respaldado por Trump; el candidato demócrata Tim Ryan sigue tratando de recortar ventaja.
El apoyo de grandes figuras del Partido Demócrata también será clave en la recta final de la campaña aunque Tim Ryan ha expresado abiertamente que es mejor no estar en un evento público con el presidente Joe Biden porque se opone a varias de las políticas del presidente y la baja popularidad del mandatario puede que no tenga un efecto positivo para atraer al votante de centro derecha.
Cabe mencionar que hasta la fecha son más los demócratas han votado de forma anticipada que los republicanos.
¿Qué está en juego en estas elecciones?
Las elecciones de medio término son un termómetro que mide la aceptación del trabajo de la Administración en sus dos primeros años de gestión. La tendencia ha mostrado que el partido de oposición tiende a recuperar el control del Legislativo en las elecciones de medio término para hacer contrapeso.
Estas elecciones medirán también el alcance del poder que tiene Donald Trump tras haber “dominado” el Partido Republicano, como señala el presidente Joe Biden. “No hay duda de que el Partido Republicano está hoy dominado, impulsado e intimidado por Donald Trump y los republicanos del MAGA (Make America Great Again)», dijo Biden, agregando que este control “semifascista” de Donald Trump es una amenaza para la democracia y para el país.
Actualmente, los demócratas tienen el control Ejecutivo y la mayoría en el Congreso. De revertirse la balanza de poderes, los republicanos quedarían al menos los próximos dos años con mayoría en el Congreso y en la Corte Suprema, dos de las tres ramas del poder político en Estados Unidos.