Uno de los primeros congresistas que salió a desmentir las versiones de Sneyder Pinilla, exfuncionario de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) sobre su participación en un entramado corrupto para aprobar créditos internacionales de la Nación, fue Karen Manrique, quien ocupa una curul por la jurisdicción de paz.
Esa convicción sobre su inocencia quedó diferida a lo que resulte del proceso que se adelanta en su contra en Corte Suprema de Justicia, debido a que en una diligencia de indagatoria en el alto tribunal Manrique se acogió a su derecho a guardar silencio para no incriminarse.
La situación de Karen Manrique parece ser más compleja de lo que ella misma pensaba, teniendo en cuenta las declaraciones y pruebas que presentó ante el tribunal Sneyder Pinilla, testigo estrella en uno de los escándalos de corrupción más grandes del último tiempo.
“Eso lo voy a manejar yo a través de mi esposo”
Según el exfuncionario de la UNGRD, desde el Gobierno Nacional le entregaron un contrato por valor de $32.000 millones para que votara de manera favorable las iniciativas impulsadas por el Ministerio de Hacienda. En una declaración en el marco del proceso que se adelante en su contra, Pinilla ofreció información más detallada del presunto ilícito.
“Lo que le puedo manifestar es lo que me dijo la Representante el día 14 de diciembre (de 2023): ‘El contrato lo voy a manejar yo a través de mi esposo’”, comentó el exfuncionario de la UNGRD el pasado 8 de enero en una diligencia judicial.
El testigo, también confesó que se había sentido presionado por Manrique, quien, según su versión, se comunicó con él para darle instrucciones de cómo debía direccionarse un millonario contrato para la atención de una emergencia en Saravena, Arauca.
“Ella se me acerca, pues, con el señor que se llama Gustavo González Ruiz y ella me dice: ‘Ingeniero, quería preguntarte por un contrato de Saravena’. Entonces yo le digo: ‘¿Un contrato de Saravena? ¿Cuál, doctora, no, no sé cuál?’ Y ella me dijo: ‘No, es que va a salir un contrato para Saravena, eso lo voy a manejar yo a través de mi esposo’, y me señala al señor que estaba ahí al lado, de nombre como le he dicho Gustavo González Ruiz”, declaró Sneyder Pinilla.
Pinilla también dijo en sus descargos que Karen Manrique parecía tener todo bajo control y coordinado con los tiempos del Gobierno Nacional, ya que, se aseguró de informarle que en cualquier momento recibiría la orden que ella estaba esperando.
Según el relato de Sneyder Pinilla, quien con sus versiones también tiene contra las cuerdas a Juan Diego Muñoz y Julián Peinado, al día siguiente le ordenaron avanzar de manera urgente con tres contratos en particular, los cuales, servirían para ‘engrasar’ a los representantes de la Comisión Tercera de Hacienda y Crédito Público.
“Al otro día, 15 de diciembre, señora fiscal, se hace la videollamada con el ministro de Hacienda, quedan claro los tres contratos que se tenían que sacar y luego queda claro que dentro de esos contratos estaba el del municipio de Saravena”, confesó el exfuncionario de la UNGRD.
Luego de haber sido notificado de las acciones irregulares que debía ejecutar en favor de la congresista, Sneyder Pinilla advierte que se convierte en una suerte de subalterno de Karen Manrique y su esposo, Gustavo González Ruiz, quien, como demostró la Unidad Investigativa de Noticias Caracol se mueve por varios frentes de negocio.
“Cada vez que yo hacía una actuación con respecto al contrato, pues yo le informaba también al señor Gustavo González Ruiz. Él siempre estuvo enterado de todo el trámite. Cuando Camilo no me enviaba algo yo le escribía y le decía que por favor me enviara la información, yo creo que también le envié a él los CDP de la obra y de la interventoría también del contrato de Saravena”, reconoció.
Finalmente, dijo que le había tocado lidiar con las molestias de la congresista, debido a las demoras que se estaban presentando en la firma de los contratos y, en consecuencia, el desembolso de los recursos.
“Le dije que se tenía que hacer visita por parte de los funcionarios de la Unidad para poder dejar todo bien soportado, porque yo tampoco podía sacar un contrato de una emergencia si mis técnicos estaban diciendo que eso no era una emergencia, eso también se lo manifesté. Hubo un poco de molestia por parte de ellos porque pensaban que era que yo les estaba tomando del pelo, les decía que no, que ese era el procedimiento, que yo tenía que, digamos, blindar el procedimiento interno”, concluyó Sneyder Pinilla.
APN Noticias