Por: Leonardo Granados/ Durante 21 años la concesión de alumbrado público en cabeza de la empresa Iluminación Yariguies le ha metido la mano al bolsillo a los barranqueños, esto se ha dado con la venia de los diferentes gobiernos locales, en especial el de Elkin Bueno Altahona, recordemos que el 31 de diciembre 2014 el exalcalde prorrogó ilegalmente la concesión a 10 años más con la componenda de unos concejales, que se comprometieron a guardar silencio como lo expresó el exconcejal (QEPD) Carlos Gonzales Mebarak y pasados los años vemos que el silencio perdura.
Desde el año 2015, cuando inició la modernización con el cambio de luminarias de sodio a LED (de luz amarilla a luz blanca) se redujo más de un 70% el consumo de energía de las luminarias, pues una luminaria LED solo consume 6.000 pesos al mes por el servicio de 12 horas día (de 6:00 pm a 6:00am) ¡Insisto en algo importante¡ una solo luminaria LED alumbra ocho viviendas, es decir cuatro del lado izquierdo y cuatro del derecho y en algunos sectores hasta 10 viviendas. Y el pago promedio de esas ocho viviendas por alumbrado público es de 150.000 mil pesos.
Es más, esta modernización reduce sustancialmente el mantenimiento, por cuanto la luminaria LED tiene una vida útil de 11 años o 100 mil horas, trabajando 12 horas día y eso es evidente en nuestra ciudad y les pregunto: ¿Ustedes han visto el camión de iluminación Yariguies haciendo mantenimiento a las luminarias?, la respuesta salta a la vista: ¡No! y esto se debe a que el alumbrado público no lo requiere por la nueva tecnología consume menos energía y dura más la luminaria.
Y aquí nace otra pregunta: ¿Por qué no baja la tarifa de alumbrado público, si ahora se gasta menos del 70% del consumo de energía y bajó el costo del mantenimiento? La respuesta es clara, porque el negocio es seguir metiéndonos la mano al bolsillo para enriquecer a tres familias de Bucaramanga amigos de Elkin Bueno y seguir patrocinando campañas políticas para hacer preponderante este negocio y para mayor certeza de ustedes me permito compartir la ficha técnica.
Impuesto de alumbrado público disfrazado
Por eso reafirmo lo que he dicho, que el impuesto de alumbrado público esta disfrazado, porque realmente es un impuesto al consumo de la energía de nuestras casas y no al consumo de energía de las luminarias del alumbrado público y es aquí donde radica mi pregunta: ¿Es justo seguir robando al pueblo con el alumbrado público y que nos cobren el 10% del consumo de nuestras casas, negocios, empresas, colegios, iglesias y cualquier entidad?
Esto -en lo personal- me ha indignado, tanto silencio y complicidad de la clase política, con semejante atraco a pueblo barranqueño, porque este impuesto disfrazado aumenta cada vez que aumenta el kilovatio de energía, que es el otro dolor de cabeza de todos nosotros mensualmente, los usuarios padecemos porque nunca baja el recibo de la luz, por consiguiente -y más en esta cuarentena del Covid-19- se ha aumentado el consumo de energía de nuestras casas, lo que automáticamente aumenta el valor del alumbrado público y esto lo digo con indignación, no es justo y es un robo al usuario.
Recuerden que las luminarias de alumbrado público siempre consumen lo mismo, su vatiage no cambia, son 6.000 mil pesos por mes promedio, porque siempre funcionan de 6:00 pm a 6:00 am, el vatiage es fijo, por eso la rentabilidad de este negocio cada día acumula cifras escandalosas, que no le ingresan al municipio, sino a una fiducia del Banco de Bogotá que está conformada por Iluminación Yariguies, el Interventor Pablo Ainar Ortega y un delgado de la alcaldía, donde se aprueban los costos y administración de estos recursos que son públicos, pero que han convertido en ricos a tres familias de Bucaramanga. Y como se dice en criminología, presuntamente hay un testaferrato.
Solo el año pasado el recaudo del impuesto de alumbrado público fue cercano a los 30 mil millones de pesos, la pregunta que debe responder el Municipio en especial el alcalde local es: ¿Cuánto le cuesta el mantenimiento y funcionamiento del alumbrado público al municipio?, si este año en la adición presupuestal presentada por el alcalde al Concejo municipal, en el rubro excedente de alumbrado público fue 4.500 millones de pesos, ¿esto quiere decir que el funcionamiento actual es de $25.000 mil millones de pesos?
Esta información siempre la han querido ocultar, pero debe hacerse pública, porque insisto desde el 2015, el consumo de energía se redujo más del 70% este ahorro no se ve reflejado en los excedentes presentados al fisco municipal, que luego retorna a la fiducia porque su destino es para alumbrado público.
Conforme lo anterior, quiero apreciados barranqueños que analicen esta proyección de recaudo del alumbrado público, en el plan de desarrollo presentado por el alcalde al concejo municipal, tanto es el recaudo apreciado usuario que miren las cifras de recaudo para este cuatrienio, con la fórmula del 8% para estratos 1, 2 y 3 y 10% para estratos 4, 5 y comercial.
Si analizan la proyección para el año 2020, la proyectan recaudar un valor de 31 mil 823 millones 320 mil 532 millones de pesos y esa proyección se hizo sin el imprevisto del Covid-19 de la pandemia, lo que demuestra que sería mayor el recaudo por el aumento del consumo de la energía de nuestros hogares, por eso es que considero que debemos acabar este negocio y exigir como usuarios una tarifa justa, con valor fijo de acuerdo al consumo de la energía del alumbrado y su mantenimiento, pero que definitivamente debe ser público, debemos crear una oficina encargada de administrar los recursos de alumbrado público, para que dichas utilidades ingresen al presupuesto municipal y como ingresos corrientes de libre destinación, puedan ser invertidos en políticas públicas.
Por lo cual debemos promover una consulta popular al ser este tema de interés municipal y debemos no pagar el alumbrado público como protesta pacífica, para exigir una tarifa justa de alumbrado público y mejorar nuestra calidad de vida como usuarios, por ello expongo siete razones.
Razones por que no debemos pagar alumbrado público
1-No debemos pagar alumbrado público porque dicho servicio, desde antes de 1999, lo venía prestando el Municipio, de manera viable y efectiva a gran parte de la población barranqueña, sin embargo es el señor Elkin Bueno Altahona, que con su codicia y desinterés por no ampliar dicho servicio con calidad de prestación a toda la comunidad, se le hizo fácil con sus allegados politiqueros montar el gran negocio millonario de privatizar dicho servicio en beneficio de unos particulares de su confianza.
2-No debemos pagar alumbrado público porque este servicio ha sido altamente costoso, sin un debido control político honesto y justo, que termine beneficiando a los barranqueños y en cuanto al señor Elkin Bueno Altahona, (en su segundo mandato) nada hizo, manteniéndose indiferente a que dichos altos costos siguieran haciendo mella en los hogares y los bolsillos de los barranqueños.
3- No debemos pagar alumbrado público porque por 21 años, desde que se firmó la concesión (Contrato 0424 de 1999) como negocio, creado y respaldado por Elkin Bueno Altahona a consta del bolsillo del pueblo barranqueño, para beneficio de tres familias que residen en Bucaramanga y todo este recaudo de alumbrado público se consigna por la ESSA en una fiducia del Banco de Bogotá y dicho capital lo administran Iluminación Yariguies y la interventoría, sin que el municipio reciba ningún beneficio de ninguna índole.
4- No debemos pagar alumbrado público porque habiéndose modernizado el alumbrado público con luminarias LED (que ahorran el 70% de consumo de energía), a nosotros los barranqueños para nada se nos redujo el valor del impuesto y si, por el contrario, ha mantenido un alza permanente, al punto que el año pasado el recaudo de este gran negocio fue de $30 mil millones, dinero que administran las tres familias de Iluminación Yariguies.
5- No debemos pagar alumbrado público porque está demostrado que este gran negocio hoy privatizado, puede ofrecer garantías y beneficios al pueblo barranqueño, si la clase política y el alcalde local lo retoma nuevamente como público, con un bajo costo para el usuario y un alto ingreso y beneficio para el Municipio, recaudo que puede ser invertido para respaldar políticas públicas.
6- No debemos pagar alumbrado público porque el señor Elkin Bueno Altahona siendo alcalde en 2014, (el 31 de diciembre, a las 8 de la noche se le hizo fácil, en componenda de forma preterintencionada con 13 concejales, a espaldas del pueblo) aprobar la prórroga del contrato de concesión por 10 años más, cuando dicha ampliación se debía consensuar en el año 2016 según clausula vigésima del contrato, lo que deja en evidencia una acción punible conocida como (prevaricato por acción) y de este hecho hay denuncia la cual reposa en una fiscalía local sin que hayan avances y así siguen las tres familias de Bucaramanga con este gran negocio.
7- No debemos pagar alumbrado público porque el cobro del servicio de alumbrado público, termina siendo un cobro disfrazado, a manera de impuesto no justo entre el (8 y 10% dependiendo el estrato), que nos cobran abusivamente sobre el total del consumo de energía de cada uno de los hogares barranqueños (teniendo en cuenta que el servicio de energía para cada hogar lo presta es la ESSA y no iluminación Yariguies) y si bien es cierto el alumbrado público debe tener un costo fijo, ese costo debe surgir legalmente de aplicar la variable (del consumo de las luminarias LED que es de 6.000 mil pesos/mes y del mantenimiento mensual del sistema).
Por todo lo anterior, se hace necesario actuar en unidad, para no pagar este servicio, exigiéndole al alcalde municipal y la clase política local y departamental a los sectores, gremial, comercial, educativo, y las fuerzas vivas de la ciudad, como lo establece y permite la constitución y la ley una consulta popular, en este tema de interés municipal, para que, en Barrancabermeja, el servicio de alumbrado público, vuelva a ser público (Porque el recaudo es beneficioso para la administración y para inversión en políticas públicas, con proyección en modernización en energía solar para reducir los costos operativos).
Nota: Para conocimiento de todos y con fundamento en el Decreto 513 de 2020 artículo 5, el Presidente de la República facultó a los alcaldes para que con recursos de regalías el municipio asuma en esta cuarentena el pago del servicio de alumbrado público y ayudas humanitarias y frente a esto el alcalde local se ha hecho el de la vista gorda, no queriendo disponer de estos recursos para dar cumplimiento a este decreto que permite mitigar el hambre de las familias y amortiguar el gasto que afecta el bolsillo de los barranqueños con el pago de este servicio.
Los invito a estar pendiente de la parte 3.
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