Por: Carlos Roberto Ávila Aguilar/ En algún lugar de nuestro país, vive la familia Paternina, compuesta por María y Juan Paternina, ambos trabajan, ella empleada, él independiente, tienen dos hijos, de 10 y 6 años respectivamente, estudian en colegio público; es una familia de un estrato 3 a 4, como miles de familias en Colombia. Durante esta cuarentena han cumplido a cabalidad con todas las recomendaciones tanto médicas, como del gobierno, para evitar ser contagiados por el Covid-19, ellos se han organizado con el fin de cumplir con sus compromisos laborales o comerciales y así mismo con la educación de sus hijos en casa.
Durante estos días, Juan y María, han tenido varias conversaciones, después de ver, que el gobierno está paulatinamente abriendo el comercio y la economía, han estado analizando la educación de sus hijos y se han hecho algunas preguntas, ¿qué vamos hacer cuando abran los colegios o escuelas?; ¿vamos a enviar los niños al colegio?, o, ¿los dejamos en casa y que pierdan el año escolar?, o, ¿será que el colegio implementara la educación virtual en casa, por todo el semestre que falta?; ¿tendremos que salir a trabajar y los niños en casa?; ¿ y si la pandemia aumenta, que hacemos?; estas y otras preguntas, se las hacen hoy, muchas familias en Colombia y en el mundo, por miedo al contagio de sus hijos y la desconfianza con los protocolos de bioseguridad que lleguen a tener la instituciones.
La Ministra de Educación, María Victoria Angulo, aseguró “que las restricciones para el regreso de los estudiantes a las aulas se mantienen hasta el 31 de mayo, tal como lo establecen los protocolos del Aislamiento Preventivo Obligatorio”; y entonces la familia Paternina, se pregunta y después de esa fecha ¿qué hacemos con nuestros hijos?
Sin embargo, para esta época, algunos colegios públicos y privados, calendario A, inician las vacaciones de mitad de año y para los de Calendario B, terminan su periodo académico normal, es decir, los padres, se ganarán unos meses más con sus hijos en casa, y las instituciones, tendrán más tiempo para pensar y adaptarse a la realidad.
Me imagino que el Ministerio de Educación, durante el tiempo del confinamiento y estos meses, antes del inicio del calendario escolar del segundo semestre del año, han trabajado con sus equipos en Educación, Salud y TICS, el tema del regreso a clase, articulando con los entes territoriales, secretarias de educación y las instituciones educativas del país, sus pros y contras, evitando improvisaciones, ya que, no es tiempo para ensayos, (prueba – error); el regreso a clase de nuestros hijos, es serio y debe contar con todas las medidas, o, por el contrario, que se queden en casa.
El Gobierno Nacional tiene un gran reto, el de proteger la vida y salud, de nuestros hijos, que son el futuro del país, de nuestra nación, y así mismo, la de garantizarles, la educación.
Las dudas e incertidumbre que rondan por la cabeza de la familia Paternina, es la que tienen hoy muchos padres de familia, preocupados por sus hijos.
Y es ahí, donde, debemos preguntarnos, ¿Estamos preparados para enviar a nuestros hijos al colegio?; ¿Están los colegios preparados para garantizar efectivamente el cuidado de nuestros hijos?; ¿La salud de nuestros hijos está en riesgo?; ¿Los niños respetaran en el colegio las medidas de distanciamiento e higiene? ¿Cuál será el comportamiento de nuestros hijos en el salón, en el comedor, en el recreo, y hasta en la salida? ¿Mantendrán el aislamiento? ¿Cómo evitar que los niños jueguen, corran, salten e interactúen físicamente con sus pares? ¿Por qué no, mejor seguimos en casa cuidándonos?? Miles de preguntas tienen los Paternina, así como muchas familias en Colombia.
Realmente enviar los niños al colegio en este momento, es una decisión de confianza, de llevar el credo en la boca y la angustia propia de un buen padre de familia, ahí, asumimos un riesgo, un riesgo para todos; un niño que resulte contagiado, sin ser su culpa, puede contagiar a todos en su salón y niños de otros cursos, colocando en peligro a maestros, personal administrativo, de aseo, cocina, vigilancia, transportadores y las familias; sería, un contagio masivo, es decir, ir al colegio, sin una cura, vacuna o tratamiento médico seguro, es delicado, es la mejor forma para propagar más rápido la epidemia. Entonces, ¿estamos preparados, padres de familia y colegios para asumir el riesgo? Los Paternina me confesaron, que ellos prefieren dejar los niños estudiando en casa y hacer sacrificios.
Es importante que el Ministerio de Educación, planee y organice muy bien el regreso a clases con el Ministerio de Salud, no pueden haber improvisaciones, debe ser con tiempo, sin afanes, donde, además, con el Ministerio de trabajo, articulen con las empresas apoyos a los empleados, para que continúen con su trabajo en casa y logren ajustar sus horarios y apliquen incentivos, es toda una metamorfosis, los riesgos deben ser cero, de lo contrario es sacrificar a nuestros hijos y familias, es sacrificar a toda una generación, se debe pensar muy bien, antes de decidir.
Claro que, María y Juan, también me comentaban que hay familias que desean enviar los hijos rápido al colegio, que dicen, “eso los niños cogen defensas rápido”, que ellos necesitan correr y socializar; también dice María que los padres no ven la hora de salir a hacer dinero, salir a pasear y divertirse, que ya no soportan los niños en casa y que no tienen con quien dejarlos; y así muchos otros casos, pero que la gran mayoría tienen miedo de enviar sus hijos al colegio.
Después de escuchar a la familia Paternina y a otros tantos padres de familia, todos con inquietudes y preocupaciones, frente a que el gobierno, tenga un plan para volver al reabrir jardines, colegios y escuelas, siento, que debe organizarse con buen espacio de tiempo el regreso a clases, no debe haber prisa, este debe ser gradual, escalonado y de carácter voluntario; es decir, donde a los padres se les respete libremente su decisión (deseo) de querer enviar sus hijos al plantel educativo a clases, o, que continúen asistiendo a ellas en casa, mediante la virtualidad, mientras se controla la pandemia.
Claro está, las instituciones educativas públicas y privadas, que abran sus puertas, deben cumplir con todas las medidas de bioseguridad, protocolos sanitarios definidos por el Gobierno, ya que responden jurídicamente por sus educandos, recuerden que estamos hablando de la vida y la salud de todos.
Al continuar con la educación en casa, el Estado tiene un gran desafió, además del tema de salud; el Ministerio de Educación y el Ministerio de las Tics y Comunicaciones, debe garantizarle a los colombianos, cobertura y acceso total a la internet y más computadores para la gente, en cada rincón del país. Se debe ir pensando en, la Educación Virtual Estatal.
Confiamos terminar este suceso histórico muy pronto, invito a los Gobiernos, instituciones educativas y a las familias, tomar las mejores decisiones por el bien de la sociedad, a orar con fe y no perder la esperanza, pronto volveremos a reencontrarnos.
Desde esta columna, aprovecho para enviarles un reconocimiento a todos los maestros, educadores, docentes, profesores, que han sido los héroes de la educación, antes y en este momento de crisis, quienes han evolucionado rápido desde sus casas, han sido pacientes, comprometidos, responsables y amorosos con nuestros hijos, entendemos las dificultades atravesadas, las cuales han sabido superar, confiamos que Ustedes nos seguirán apoyando y unidos lo lograremos.
Para todos los maestros, que comparten sus conocimientos, con el futuro de nuestra nación, ¡gracias!
*Abogado Especialista en Derecho Público, Contratación Estatal y Derecho Penal y Magister en Derecho del Estado.
Twitter: @CarlosRobAvila
Facebook: Carlos Roberto Avila Aguilar
Correo: carlosrobertoavila@hotmail.com