Después de semanas de disputa, la Comisión primera del Senado aprobó en su primer debate la reforma constitucional que busca reducir el salario de los congresistas.
Con 16 votos a favor y cero en contra, la Comisión avaló la iniciativa, ideada para reducir hasta en un 50% el salario de los parlamentarios a partir del 20 de julio de 2026.
La medida es impulsada por la senadora María José Pizarro del Pacto Histórico, así como numerosos miembros de su bancada, y busca por fin convertirse en ley de la República tras una veintena de intentos fallidos en lo que va del siglo XXI. Esta propuesta ha sido presentada en múltiples ocasiones por diferentes sectores políticos y genera amplio debate tanto dentro como fuera del Congreso.
El proyecto, que inicia una carrera contrarreloj, ahora pasa a su segundo debate en la plenaria del Senado. Deberá superar esa discusión, y dos más en la Cámara de Representantes, antes del 20 de junio o se hundirá por falta de trámite.
El proyecto establece que la remuneración mensual de los parlamentarios no podrá superar los 20 salarios mínimos legales mensuales vigentes, lo que implica una reducción significativa en comparación con el salario actual de $48 millones.
Desde 2015, se ha intentado reducir el salario de los congresistas y de altos funcionarios del Estado en 24 ocasiones. Sin embargo, como han señalado expertos, incluidos los promotores de la propuesta, la falta de voluntad política ha impedido avanzar.