Por: José Roberto Álvarez/ El statu quo es el estado de cosas de un determinado momento. En la generación de cambios, necesidad actual de adaptación a un nuevo normal, está implícita una necesidad en cuanto a la dinámica de comportamientos del ser humano.
De una parte, demanda la capacidad de desarrollar la creatividad y con ello dar mayor posibilidad de uso del cerebro, y por otra parte la de una personalidad con cabida para impulsar la colaboración entre las partes interesadas.
En cuanto al uso del hemisferio derecho del cerebro y complementar su dinámica con el uso de la lógica en el hemisferio izquierdo, esto permite lograr el ofrecimiento de una nueva mirada al estado de las cosas.
Sumando a nuevas formas de ver las cosas, el distintivo en las personas en despojar egos e intereses particulares, son imperiosos para conquistar la nueva mirada al estado de las cosas.
Nuestra sociedad vive un momento de apatía que arrasa con un par de generaciones dando consigo un circulo virtuoso de continuismo en las decisiones, independientemente de las personas y sus circunstancias.
Es por ello que la dinámica de polarizar o radicalizar están en el orden del día en cada instancia colectiva: Decisiones en la elección de un candidato a un cargo de alta relevancia. Decisiones en la elección de los miembros de un cuerpo colegiado.
Es como si se pusiera de moda el estado de estar de un lado o de otro y, con ello poder sentir que somos de la corriente que impera en la sociedad actual del país.
Y como considero se logrará avanzar en dar los pasos que nos lleven a generar cambios de valor para la sociedad: Construyendo visión colectiva. Esto supone determinar unos pilares sobre los cuales construir y una meta sobre la cual ambicionar.
La visión deberá contener los deberes y no deberes, la razón de ser y un desafío por desarrollar. Lo fundamental dará los parámetros sobre lo cual se podrá construir. El progreso llegará jalonado por el reto por alcanzar.
Con la visión definida podremos identificar la capacidad requerida de las personas para abordar este vehículo de cambio. Es imperativo construir desde lo fundamental hacia lo estructural para llegar a la decisión en la elección de las personas.
Esta dinámica además de suponer una deliberación de personas idóneas en diversas solicitudes de relevancia empresarial e institucional de igual manera podrán ser útil a la hora de elegir representantes en ejercicios políticos.
La analogía entre cerebro y sociedad y, espero no meterme en problemas con los sociólogos, converge en el funcionamiento mismo: Entropía y creatividad.
La entropía psicológica es un concepto adoptado de la termodinámica que simboliza una interesante metáfora sobre la que reflexionar. Hace referencia a ese nivel de incertidumbre que nos rodea y que de algún modo tiende a desordenar o a traer cierto caos a nuestras vidas.
La creatividad es la capacidad que tiene el ser humano para crear algo de otras ideas que son nuevas e interesantes, es decir, la capacidad para analizar y valorar nuevas ideas, resolviendo problemas que se presentan en el transcurso de la vida del ser humano y los desafíos que se presentan en lo académico y cotidiano.
La conjetura: El caos esta entonces en las decisiones a tomar y la solución en la manera en que abordemos la condición de ofrecer alternativas para el resultado.
La realidad o falacia: Mentiras repetidas tantas veces que se convierten en una realidad. ¿Y por qué mentiras? Pues utilizamos las mismas alternativas ya usadas para dar respuesta a las expectativas porque nos cuesta salir de la zona de confort o mejor dicho nos cuesta crear.
…
*Administrador de negocios internacionales, Especialista en marketing internacional, Especialista en marketing digital, docente universitario y dirigente gremial.
Likedin: linkedin.com/in/josé-roberto-álvarez-rueda-517b9bb0
Twitter: @acopiglobal
Correo: director@acopiglobal.com