Por: Ismael Ibáñez/ En Colombia por estos días se habla de la crisis del sistema de salud que tanto afecta cobra vidas de muchos usuarios que mueren esperando ser atendidos o recibir una atención prioritaria en salud. Mientras el presidente de Colombia Gustavo Petro ha generado polémica con sus mensajes desafiantes de una constituyente y de culpar a todos los que piensan diferente a él, el sistema de salud merece no ser una agenda de ideologías políticas, sino darle la importancia que merece un derecho fundamental.
Se escucha la FM el pasado jueves y crearon un espacio para escuchar en vivo a los usuarios de Sanitas sobre su nivel de aceptación del servicio de Salud, la mayoría por no decir que todos tenían un alto nivel de satisfacción, las personas expresaron gratitud y satisfacción por agilidad en los tramites, personalmente soy usuario de Sanitas y me parece una entidad seria y muy responsable con el cuidado de la salud de sus pacientes al menos en lo que corresponde al servicio de salud.
En ese orden de ideas, la crisis de Sanitas no es por falta de cobertura ni de atención oportuna al usuario, de acuerdo a los informes presentados por la Supersalud, podemos concluir que esto obedece a deudas o malos manejos financieros, sin embargo, cabe notar que la ADRES no hace los giros a tiempo a las EPS lo cual causa cuellos de botella que al final se traduce a dificultades para pagar las obligaciones contraídas, en ese sentido el gobierno tiene la responsabilidad de girar los recursos a tiempo, pero al parecer estas demoras presuntamente tienen un sentido planeado para asfixiar al sistema de salud con las EPS, la gran pregunta es, ¿si la ADRES cumple su función a tiempo las EPS saldría de la crisis? ¿Cuánto le adeuda la nación a las EPS y si el gobierno paga lo que debe saldría el sistema de salud de la crisis?
Estas son respuestas que el gobierno nacional debe darle a los Colombia, el sistema de salud necesita mayor financiamiento, ampliar su cobertura, pero no debe retroceder con improvisaciones o deseos caprichosos de los gobernantes. Si hay una reforma sensible es la reforma a la salud, se trata de vidas y no se puede improvisar de manera irresponsable, se debe mejorar lo que existe, que el gobierno nacional mejore la red hospitalaria publica, los puestos de salud de los corregimientos y veredas se dignifiquen, y mejorar el reconocimiento salaria a los profesionales de la salud.
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*Administrador de Empresas, Especialista en Gerencia Empresarial, Magister en Dirección y Administración de Empresas, Doctor (c) en Administración y Dirección de Empresas, Gerente General El Porvenir IG SAS.