El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, informó que su servicio de inteligencia descubrió un presunto complot para derrocar a su gobierno con complicidad de “representantes de Rusia”, el cual estaba programado para el próximo 1 ó 2 de diciembre.
En una rueda de prensa con medios nacionales y extranjeros, Zelenski dio pocos detalles de la acusación y eludió señalar directamente al Kremlin como responsable.
«No son solo informes de agencias de inteligencia, tenemos grabaciones de audio de representantes de Ucrania, que discutieron con, por así decirlo, representantes de Rusia, la participación de Rinat Ajmétov en un golpe de Estado en Ucrania, para el que se asignarán mil millones de dólares», explicó.
Ajmétov mantiene una férrea disputa con Zelenski desde que el presidente fijó la desoligarquización como una de sus prioridades políticas. Aún así, el mandatario insinuó que el empresario estaba siendo «arrastrado» al presunto plan por su entorno.
Tanto Rusia como Ajmétov, negaron los señalamientos. El Kremlin rechazó cualquier complot golpista y el oligarca calificó las acusaciones como una “absoluta mentira”.
“Rusia no tiene planes para tal participación. Rusia nunca hace estas cosas”, indicó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Por otro lado, Zelenski pidió conversar con Rusia para que las autoridades de ese país declaren explícitamente que no se lanzará un nuevo ataque contra Ucrania, después de arremeter contra el país en 2014.
“Estamos defendiendo nuestro país. Entonces los rusos y el presidente de Rusia también tienen que decir públicamente: ‘No planeamos atacar a Ucrania’. Creo que así es como debe ser”, agregó el presidente ucraniano. «Digamos en voz alta que Rusia no está preparando una invasión a gran escala en Ucrania. Creo que eso sería una señal importante ahora», insistió.
Zelenski dice que están «preparados para cualquier ataque»
A la par de estos llamamientos, Volodímir Zelenski consideró que existe un riesgo significativo de una escalada en el conflicto con Rusia, pero aclaró que su país está listo para hacerle frente a la situación.
“Tenemos el control total de nuestras fronteras y estamos completamente preparados para cualquier escalada”, dijo.
La tensión ha crecido en la zona en las últimas semanas, después de que Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea dieran a conocer su preocupación por la llegada de tropas rusas cerca de Ucrania, lo que los ha alertado de una posible invasión a la fuerza, algo que Moscú ha negado en repetidas ocasiones.
Según información suministrada por inteligencia de Kiev y Estados Unidos, Rusia ha acumulado a unos 114.000 soldados en sus fronteras con Ucrania y en la península de Crimea.
«Vemos una rotación frecuente (de las tropas rusas en la frontera) con la intención de que nosotros, los satélites y la inteligencia detecten que se está produciendo una concentración. Vemos que Rusia está acumulando tropas allí y aumentando el número de su equipamiento militar. Entonces hay riesgos», detalló el mandatario ucraniano, quien igualmente matizó que la cantidad de tropas desplegadas por Rusia en la frontera es menor a las movilizadas en la primavera pasada.
La OTAN advierte a Rusia del “precio a pagar” si ataca a Ucrania
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, también se refirió este viernes a la tensa situación en la zona y advirtió a Rusia de “las consecuencias” a las que deberá someterse si utiliza las tropas desplegadas cerca de la frontera ucraniana.
«Estamos muy preocupados con lo que está pasando. Por segunda vez este año, Rusia desplegó maquinaria pesada, tanques y tropas listas para el combate en las fronteras de Ucrania. Está haciendo discursos agresivos y sus intenciones no son claras», remarcó Jens Stoltenberg, desde la sede de la Alianza en una conferencia de prensa.
Sin embargo, Stoltenberg no especificó qué haría el organismo internacional si Rusia avanza militarmente en Ucrania. La OTAN no intervino durante la anexión de Crimea ni durante las incursiones militares rusas en Georgia en 2006.
Ucrania, quien es socio pero no miembro de la OTAN, quiere unirse a la alianza militar de la organización y ha culpado a Moscú de apoyar a los separatistas prorrusos en un conflicto en el este del país desde 2014.
El presidente ruso Vladimir Putin dijo que Occidente estaba tomando sus «líneas rojas» sobre la expansión de la OTAN demasiado a la ligera.
«Rusia ya invadió Ucrania en el pasado con la anexión de Crimea y apoya a los separatistas en el Donbás. Tiene que quedar claro que si Rusia usa la fuerza contra Ucrania, tendrá consecuencias y habrá un precio a pagar», advirtió Stoltenberg.
La próxima semana, los ministros de los Estados miembros de la OTAN, incluido el máximo diplomático estadounidense Antony Blinken, también se reunirán con funcionarios ucranianos durante una cumbre en Letonia.