Por: Laura María Jaimes Muñoz/ En la cotidianidad es común escuchar que por situaciones límites en la vida se puede llegar a justificar acciones no muy bien percibidas en el buen ejercicio del cumplimiento de las normas de la sociedad, todo esto para lograr objetivos o metas que por lo general serían “rápidas” siempre sin detenerse a pensar en las consecuencias que puede generar estás acciones tanto para el que las ejecuta como para quien va dirigida.
Al pensar en esas acciones probablemente van en contra de sus principios o de su actuar normalmente, siendo el momento justo para que el sujeto justifique su comportamiento con diversas explicaciones que por poner un ejemplo pueden coincidir con presiones externas, tentaciones que no precisamente hacen parte de su estado cognitivo refiriendo a la falta de conciencia que por la simple percepción del momento puede estar convencido que ¡podía hacerlo! “rumiando pensamientos” con la famosa frase atribuida a Nicolás Maquiavelo en la cual menciona que “El fin justifica los medios”.
Nicolás de Bernardo de Maquiavelo, Filósofo Político, diplomático, funcionario y escritor italiano, considerado el padre de la ciencia política moderna (1527), en su libro El Príncipe, “Expone la idea de que los hombres, estando en el poder, deberían ser juzgados por los resultados obtenidos, y si al final el resultado deseado se logra, los medios utilizados para alcanzarlos tendrían que ser perdonados” entonces “El fin Justifica los medios”.
Es así como al creer que determinada acción puede estar bien se llega a interiorizar esta oración para calmar las “culpas” que al final siempre generan conflictos internos y afectan la integridad y la autoestima de la persona a largo plazo.
Creer que ¡estar dispuestos a todo! y tomar decisiones moralmente cuestionables o éticamente dudosas para alcanzar sus objetivos, involucra conductas y/o comportamientos indeseables que normalmente al pensarlo mejor ¡no se haría! Es allí donde sería el momento de “frenar” y así lograr un pensamiento concreto.
Si bien es cierto, somos libres de decidir, somos libres de tomar decisiones, consientes al reconocer que es lo que está bien o que no lo sería , cuál sería el camino correcto que en el momento puede verse tal vez “doloroso” pero al final si el comportamiento va congruente con la educación, siempre se saldrá bien librado, teniendo en cuenta que esto hace parte de la construcción que hicieron en nuestra infancia los padres, la escuela y sociedad, educando con principios y valores que forman al ser humano para la sociedad.
Hablar de honestidad, de lealtad, de justicia, de integridad, de dignidad, es hablar en correlación entre lo moral y lo ético que refiere ¡A lo que soy o a lo que lo es!
Razón por la cual “El fin no justifica los medios”.
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*Psicóloga, especialista en psicología clínica y de la salud.
Te felicito y espero lo mejor para ti Dios te bendiga 💪💪💪